“Lo que le pondrá límites al avance de este proyecto neoliberal es la organización popular”
Por Redacción APU
APU: ¿Cómo analiza el arranque del año legislativo?
Paula Penacca: Arrancamos un año legislativo cargado de contenido, que para nosotros es cómo se demuestra en la Legislatura la sintonía entre el Gobierno Nacional y el de la Ciudad. Esto les ha dado un dinamismo particular, por lo que en Enero tuvimos la convocatoria por parte de Rodríguez Larreta a una sesión especial por el traspaso de la policía. Allí tuvimos una posición como Bloque del FpV, que creemos es la que vamos a tener que tener en este año: cuidar muy bien y mirar en detalle cuántas de las medidas que se toman para salir en los medios realmente benefician a los ciudadanos y las ciudadanas porteñas. En esa ocasión planteamos que estamos de acuerdo con el traspaso de la policía, pero que hay que ver el qué y el cómo. Hemos apoyado en el 2008 como FpV la creación de la Policía Metropolitana, con un debate muy profundo generando la presión necesaria para crear una Ley de Seguridad que contempló muchísimos aspectos vinculados con la Seguridad Democrática. Que antes no estaban porque no existía una ley de seguridad pública en la Ciudad. En ese debate terminamos constituyendo la Policía Metropolitana, que debería ser de avanzada, y que lamentablemente sabemos lo que terminó siendo bajo la conducción política del macrismo. Una policía represiva, que ya carga en sus espaldas con por lo menos 9 muertes y muchísimas situaciones de violencia institucional. En ese antecedente lo que veíamos es que teníamos que advertir a los porteños y porteñas que esta cosa apresurada del traspaso de la Federal sin darle un marco, sin pensar si se integra a la Metropolitana o que Ley regula esa articulación, no podía hacerse. Esa fue la primer instancia donde discutimos algo que nos importa a todos, y que modifica nuestra vida cotidiana. Es importante ver eso, que todo lo que pasa aquí dentro quizás en el mediano o largo plazo termina teniendo un impacto en cómo se vive en la Ciudad. Y a veces, recién charlábamos de eso, cuesta que se visibilice en la sociedad.
Pero este año me parece que va a haber muchas discusiones importantes en la Legislatura. Siempre tenemos los aspectos presupuestarios y el endeudamiento de la Ciudad, que ahora se está tratando. Tenemos otro gran tema, que generó un debate interno que nos hizo mejorar nuestra posición como Frente Para la Victoria y como Bloque, que tiene que ver con cómo la Ciudad administra los bienes públicos. Es un gran tema, en el que muchas veces el FpV ha tenido un planteo de acompañar los proyectos, muchos incluso modificándolos. A principio de año tuvimos la discusión sobre la Agencia de Bienes del Estado, donde seguimos trabajando con modificaciones pero aún con ellas, en las audiencias públicas en dialogo con sectores sociales que asumieron esa reivindicación como propia terminamos definiendo no acompañar la creación de esa agencia. Es una gran discusión que nos debemos los porteños y las porteñas, sobre cómo esos bienes tienen un funcionamiento más acorde con las necesidades que tenemos como ciudadanos. O si son negocios que la Ciudad habilita a partir de esos terrenos.
APU: Otro tema de debate tiene que ver con la situación de los alquileres.
PP: Ese es otro tema, el referido a la situación planteada con respecto a cómo la Ciudad regula la cuestión de los inquilinos. Dos de cada tres porteños alquilamos, es muy importante la crisis habitacional en la Ciudad, que golpea más a las poblaciones más vulnerables. También discutimos cómo ponerle un tope a las comisiones abusivas que cobran las inmobiliarias. En este momento tenemos un antecedente interesante del Poder Judicial, que hoy ha impuesto la prohibición de que se exceda el 4,1%, algo que dictamina la Ley de Corredores Inmobiliarios.
Y por último una discusión vieja que se renueva, que tiene que ver con la falta de controles en la Ciudad. Algo que venimos denunciando hace rato, el mal funcionamiento de la AGC en lo que tiene que ver con materia laboral, con lo que fueron los lamentables casos de incendios en los talleres textiles clandestinos. Y por supuesto el incendio en Iron Mountain, las obras que se desmoronan por la falta de permisos y controles, donde muchas veces debemos luego lamentar víctimas fatales o heridas graves en los trabajadores de la construcción. Y nos encontramos con la fiesta Time Warp, y la tragedia que sucedió esa noche en Costa Salguero donde vuelven a morir nuestros jóvenes. Algo que vinculamos con que la Agencia Gubernamental de Control habilita situaciones donde las empresas por no cumplir con la normativa maximizan sus ganancias con costos tan graves como vidas humanas.
Todo esto viene pasando en la Legislatura, con un bloque que tienen mucho debate interno, pero que ha logrado generar posiciones comunes en la mayoría de los temas, y esperamos que pueda seguir así para discusiones que se vienen y que no son menores. El PRO este año quiere discutir el traspaso de ciertas competencias del Poder Judicial de la Nación a la Ciudad, algo que acordamos como parte de la autonomía que se debe completar, pero que hay que estudiar detalladamente.
APU: Mencionaba la unidad del Bloque, algo que contrasta con el quiebre que ha sufrido el Fpv en la Provincia de Buenos Aires y en el Congreso Nacional. ¿Cómo analiza lo que ha sucedido?
PP: Por supuesto que creemos que la unidad es central, que nos da fortaleza. Si en la unidad logramos tener una representación del gran movimiento político que integramos, eso nos enriquece. El peronismo y el kirchnerismo se han caracterizado por tener lógicas movimientistas que permiten incorporar compañeros que vienen de diferentes tradiciones, experiencias políticas. Por eso valoramos la unidad del bloque. También estamos convencidos de que esa unidad tiene que ser con contenido, por eso los debates internos sirven para lograr tener objetivos comunes. Y la unidad de concepción y de acción es lo que realmente define esa unidad. Creemos que algunas de las rupturas, tanto provinciales como nacionales, han tenido que ver con que hubo compañeros que integraban nuestra fuerza política que tomaron decisiones que los alejaron políticamente de nuestro espacio. Ya sea el caso de Diego Bossio u otros compañeros en la Provincia de Buenos Aires con más matices, porque había más diferencias en torno al funcionamiento y la posibilidad de articular entre diferentes fuerzas políticas. En cualquiera de los dos casos no creemos que sea lo mejor, que sea lo que nos da fuerza. Sí creemos que en la Provincia fue lo posible para seguir teniendo un espacio político dividido en tres boques pero con posibilidad de articular política, y en el caso del Congreso Nacional fue lo inevitable. Es difícil mantener la unidad cuando no hay objetivos comunes, ni nada que se llene esa unidad.
APU: Luego de la derrota en las elecciones presidenciales, y en especial a principios de año, estaba la expectativa por la apertura del Congreso y los límites que se le podían imponer a los atropellos institucionales del Ejecutivo. ¿Cómo analiza que fue avanzando esa expectativa hacia el Poder Legislativo, y cómo la transita en la Ciudad?
PP: Nosotros somos sólo un engranaje más de un andamiaje mucho más grande. Creemos que lo único que le va a poner límites al avance de este proyecto económico neoliberal sobre los derechos es la propia organización popular. Nosotros podemos ser una expresión o el lugar de visibilización de eso. Lamentablemente, había una expectativa puesta en el Congreso Nacional, en la Legislatura somos una minoría y ya sabemos los límites que eso implica. Es un espacio para denunciar, o construir propuestas con la ciudadanía diferentes de las que trae el PRO, pero que no podemos frenar. En el Congreso eso no pasó producto de estas rupturas internas, y de que algunos que decían ser oposición empezaron a sacarse la careta. Porque está claro que en la última votación para avanzar con la Ley antidespidos para defender el trabajo y en definitiva el hogar de las familias de muchos argentinos que vienen perdiendo el empleo, tanto Massa como Stolbizer quedaron en evidencia, y priorizaron su alianza estratégica con el PRO y Cambiemos en lugar de priorizar los intereses del Pueblo que los votó. Porque cualquier ciudadano que los votó no quería que acompañaran las políticas de Cambiemos, sino hubiesen votado a Macri. Producto de estas caretas que se caen, de estos sectores con un discurso más cercano a garantizar la gobernabilidad y el éxito del macrismo que con defender los intereses de las mayorías; el Congreso no pudo cumplir con esa función. Pasó con la Ley para pagarle a los Fondos Buitre, también. Creo que ese rol de garantes no se ha cumplido, pero que sí el Congreso sigue siendo un lugar para sectores amplios de la población (creo cada vez más, incluso de los que votaron a Cambiemos, que creyeron que no se iba a poder retroceder con algunos derechos). Un punto de referencia donde los grandes debates de la sociedad se van a dar, donde el Bloque del FpV no va a dejar que ningún avance contra los derechos de las mayorías suceda sin que por lo menos sea un espacio de toma de conciencia y debate al respecto. Y con la terrible situación mediática que transitamos, de complicidad en muchos casos con las medidas que van en contra de los intereses del Pueblo, el Congreso sigue siendo un lugar donde el debate se haga visible y quede claro la posición de cada uno de los actores de la política.
APU: Pasaron los primeros famosos 100 días del gobierno de Rodríguez Larreta, ¿qué diferencias y continuidades ve?
PP: Creo que es la misma política, el mismo proyecto, no hay ningún cambio. Los que venimos hace años siguiendo de cerca la gestión del Pro sabemos que ya Larreta tenía un rol muy importante y manejaba el cotidiano de la gestión de Macri. Creemos que hay continuidad en la lógica publicitaria que les dice a los porteños y porteñas que esta bueno Buenos Aires, que para que crezca tiene que ser una Ciudad que excluya, que a las escuelas y hospitales solo vayan quienes viven acá. Que además sea la Ciudad más cara del país pero con los perores servicios. Hay cosas que nos tocan a todos los que vivimos en la Ciudad, como el deficiente servicio de recolección de residuos. Que es tres veces más caro de lo que se paga en Rosario o Córdoba, y la verdad es que es muy deficiente. Lo mismo pasa con la salud y la educación, o con el ordenamiento del trasporte. Lo vimos a Larreta anunciar un gran centro de trasbordo debajo del Obelisco, con una política que apuesta al Metrobus y no a la construcción de más líneas de subterráneo.
Con el presupuesto que tiene la Ciudad no se ven mejorías ni más calidad de vida para sus habitantes. En eso hay una continuidad profunda, y empieza a haber un agravante que vemos en el Gobierno Nacional y que en la Ciudad repercute. Hace poco vivimos un hecho de muchísima violencia en un ámbito de participación democrática como fue lo sucedido en el Consejo Consultivo de la Comuna 4. Esto también es una continuidad de Macri a Larreta, que ha sido uno de los funcionarios que menos trabajó para que la descentralización en la Ciudad se lleve adelante. Y ahora casualmente algunos de sus empleados, para llamarlos de alguna manera lo menos ofensiva posible, son los que irrumpen en los únicos ámbitos que han podido funcionar de participación ciudadana real, intentando ganar una discusión a la piñas y apuñalando gente. Eso expresa cuál es el espíritu que tienen el Gobierno de La Ciudad y su Jefe de Gobierno en torno a la apertura de la participación ciudadana. Parece que sólo sirve cuando los vecinos se juntan a aplaudirlo cuando va a inaugurar una obra y hacer una reunión. Y ya que se vanagloria tanto de haber realizado más de no sé cuántas reuniones con vecinos, podría por lo menos apostar a que funcionen en serio los Consejos Consultivos, que son los lugares que regula la Ley para que haya participación democrática. Ese es un agravante de esta gestión, que tiene que ver con una situación de violencia generalizado en el país que instala Cambiemos, desde sus más altos funcionarios. Cuando hablan de los ñoquis, de la grasa de la militancia, cuando estigmatizan todo lo que piensa distinto a ellos. Y la gran participación política que se dio en los últimos años, y en los jóvenes en especial. El mejor lugar para los jóvenes que ellos proponen parece ser que sean empleados de Mc Donald´s por 4500 pesos. Cuando nosotros hemos construido un país y una Ciudad en la que los jóvenes tienen un lugar para estudiar y trabajar con salarios dignos, donde se respete el mínimo, vital y móvil. Y que tengan voz, que se puedan hacer escuchar en los ámbitos que elijan: partidos políticos, organizaciones sociales, centros culturales (que también se encargan de clausurar en la Ciudad). O en los Consejos Consultivos, que por algo existe un proceso de descentralización en la Ciudad, por el que muchísimo se ha peleado y tiene que terminar de ser efectivo.
APU: Como parte de La Cámpora, ¿cómo analiza el futuro de la organización?
PP: Creo que hay un debate muy grande en todo el kirchnerismo, y que por supuesto en La Cámpora lo tenemos. Justo hoy charlábamos con algunos compañeros del FpV de la Ciudad cómo caracterizamos esta situación: estamos en una situación de ofensiva, a la defensiva, de repliegue, de resistencia. Son discusiones que en estos cinco meses se dieron mucho y son muy fructíferas. Porque por supuesto que en cualquier espacio del FpV tenemos que reconocer y partir de la base que hemos sufrido una derrota. Y siempre que se sufre una derrota electoral, los que hacemos política queremos ganar elecciones y no perderlas, es necesario que haya un momento de análisis, balance, y debate interno. Creo que ese debate se dio, logramos salir de eso con un nivel de coerción, por supuesto que hubo discusiones y peleas. Pero me parece que lo que demostramos todas las organizaciones el 24 de marzo es que el kirchnerismo está vivo. Que sigue convocando, que sigue interpelando, que sigue teniendo reivindicaciones como los derechos humanos que han calado muy profundo en la sociedad. Y que entonces podemos conducir procesos políticos, convocar a la sociedad a acercarse a esas reivindicaciones. Y que seguimos con niveles de organización muy altos. Que se vieron en esa masiva movilización, con la novedad de muchos sectores sueltos que se han sumado. Pero que las organizaciones tengan esa capacidad de organizar, convocar y armar esas columnas habla que este proceso de organización política y popular ha cimentado en la sociedad, ha generado un nivel de conciencia política superador.
En nuestra organización estamos atentos y alertas a dar todos los debates internos que necesitemos, y acomodarnos a la nueva situación. Está claro que ser parte de la estructura política que gobierna el país y dejar de serlo es completamente distinto. Pero tenemos claro que el proceso político, de conciencia política y organización popular ha sido muy profundo y eso nos ha permitido mantenernos de pie. Y eso es a lo que le tiene miedo Cambiemos. Este gobierno que conduce Macri pero que representa los intereses de los grandes sectores concentrados del poder en Argentina (el campo, la patria financiera, la patria contratista de la que Macri y su familia es la mejor expresión) le tiene miedo a esa capacidad de organización que el kirchnerismo dejó instalada. Quedó claro el 13 de abril cuando acompañamos a Cristina a Comodoro Py, y eso es lo que tenemos que terminar de afianzar en una estrategia común todos los kirchneristas que integramos el Fpv. Porque esa es nuestra potencia, y nuestro aporte más importante como organizaciones al proyecto político que queremos que vuelva a gobernar la Argentina.
Y lo que sí nosotros sostenemos como organización política y lo compartimos con muchísimos compañeros, es que hasta tanto no allá alguien que demuestre lo contrario, quien tiene la conducción estratégica de todo lo que se ha podido organizar es Cristina. Porque es la que tiene la capacidad de convocar masivamente, es la que tuvo la capacidad junto con el trabajo de todas las organizaciones de generar el Pueblo empoderado. Cuando ahora decimos la gente suelta que se arrima, que quiere estar, que se convoca, eso también es producto de los 12 años del kirchnerismo. Y lo sostenemos con mucha fortaleza, no como un capricho, sino porque de verdad consideramos que bajo esa Conducción vamos a volver a construir un mejor país para la felicidad de nuestro Pueblo, que es nuestro objetivo.
APU: Po último, ¿cómo analiza la situación en la región, luego del golpe en Brasil?
PP: Lo que pasó en Brasil es el proyecto que tiene la derecha en la región. Lo han intentado con Hugo Chávez, con Evo Morales, con Rafael Correa, lo hemos vivido en la Argentina. El proyecto en nuestro país era que Cristina devaluara en octubre de 2015 y que se tuviera que ir antes del fin de su mandato con un nivel de reprobación alto. No lo lograron, ahora lo tenemos a Bonadío queriendo procesar a Cristina por medidas económicas que tomó Macri para beneficiar a los integrantes de su gabinete que habían comprado dólar a futuro. Es claro que ese es el proyecto de la derecha, junto con la embajada yanqui. Porque la verdad nos lo dijo Cristina a todos antes de terminar su mandato: “Si algo malo me pasa, miren al norte”. Históricamente hubo intensiones de intervenir y definir las políticas de los países de la región con el FMI o con dictaduras financiadas por ellos. Y hoy lo siguen haciendo, son los mismos actores del poder económico que desestabilizan. En eso Cristina fue muy inteligente, que Dilma haya tomado por algunos meses una dirección política que iba en contra de algunos de los avances que se venían dando para los sectores populares, quizás fue un poco pisar el palito. Por supuesto que eso no implica bajo ningún punto de vista justificar el golpe de Estado que le dieron a Dilma. Pero debemos estar atentos en ese sentido, tenemos que renovar nuestra capacidad de construir mayorías pero siempre con nuestras banderas bien altas. Y tener claro que cualquier paso en falso que demos, la derecha esta agazapada y entonces vienen los procesos político y económicos que nos hacen retroceder. Va a ser difícil la parada, creo que la historia nos marca que hay idas y vueltas, que hay capacidad en los Pueblos de replegarse, fortalecerse y salir a conquistar sus demandas. Me parece que la Argentina es un ejemplo de eso, que la movilización del 29 de las cinco centrales sindicales y la última movilización de toda la comunidad educativa reclamando el presupuesto para la educación pública, también habla de que tenemos un piso muy alto. Del cual no nos vamos a bajar, y que tendremos que aguantar un poco la embestida en la región pero que no tenemos que corrernos de nuestro camino porque es por el cual vamos a volver a gobernar nuestro país.