Micaela García y la foto correcta
Por Ana Carbonetti*
Recién leí a una compañera que se preguntaba por qué la foto que más se había viralizado de Micaela García, la que usábamos todxs y de la que se habían hecho eco los medios de comunicación, era la de la remera de #NiUnaMenos. La pregunta era retórica y al final de su catarsis virtual arrojaba también su reflexión más profunda: esa no es Micaela, esa es la Micaela que hubiesen querido los medios de comunicación. La Micaela de verdad, la que fue y que es, es esa piba que aparece en la foto en el barrio con lxs pibxs, en ronda, apelando a cuanto recurso lúdico existiera para sobrevolar las miserias del día a día.
Parece que Micaela era esa, lo dicen las fotos que no muestran los medios, entonces lo que los medios muestren no será la Micaela que fue sino la que ellos hubiesen querido: la piba que en su remera #NiUnaMenos expresaba la lucha por la igualdad de género. Pero no es verdad, esa no era Micaela. No me hizo falta conocerla siquiera, lo dice su militancia, lo dicen lxs compañerxs que patearon todo este tiempo con ella las calles, los barrios y los actos. Hay una que te pide que la mires, que te quedes mirándola, fijo, detenidamente, que recuerdes su rostro, su imagen. "Mirala", te dice. Tardé días en asimilar esta reflexión, pero al fin y al cabo pareciera que quieren despolitizar hasta la muerte, como si fuera posible sacarle el componente político a un asesinato, que es en verdad un femicidio, aunque si levantamos la vista dos minutos rápidamente entendemos que por silencio, por complicidad y por la decisión política de un estado ausente, se trata de un feminicidio.
Pero el caso es que recién hoy entendí quién era Micaela y era justamente la muerte que más hubiesen querido evitar: la de una militante peronista. Porque si algo es innegable es que hay un plus de odio y de desprecio, no sólo por la vida sino también por la muerte, de una mujer peronista. Medio morocha, bien de barrio y encima del Evita. Ese plus de odio es el que no pudo contenerse en publicaciones de facebook de las que fuimos testigos estos días. Ese odio que estremece pero poco asombra no es novedad. Es el mismo odio con el que demonizan, por ejemplo, a Milagro Sala. Porque esos cuerpos, esas mujeres, arruinan la noticia del día, por eso la foto de la Micaela que no fue. La militancia de Micaela no se restringía al colectivo #NiUnaMenos. No. Micela era militante peronista y sin conocerla, podría asegurar que militaba la causa #NiUnaMenos bajo la profunda convicción de que el género es una cuestión de justicia social.
Por eso la foto del barrio. Por eso patear la calle. Por eso el compromiso con lxs otrxs. Recién leía a esta compañera, ella decía que la forma de mostrar respeto y rendirle honor, no a la muerte sino a su poderosa existencia, era publicar la foto de Micaela con su remera de militancia, la que usaba todos los días. Este es mi humilde modo de rendirle honores a una compañera peronista, compañera militante del Movimiento Evita porque así, creo, le hubiese gustado que la nombráramos.
*Ana Carbonetti, es Licenciada en Comunicación Social. Periodista y militante feminista.