Hebe de Bonafini: “La plaza es de las Madres y no de los cobardes”
Por Julio Zapata
APU: Hebe, si le digo Plaza de Mayo ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza?
Hebe: Lo primero es el 25 de Mayo de 1810 porque uno tiene clavada esa fecha. Después “todas las plazas” que se mezclan, porque las plazas de Perón y de Eva Perón fueron muy fuertes para la población, sobre todo para nuestra época. Y el haber ido por primera vez a la plaza para llevar una carta… no puedo describirlo. Las Madres nacimos, para mi modo de ver, en la iglesia Stella Maris. Habíamos ido ahí otra vez para averiguar de nuestros hijos porque estaba un obispo que sabía todo, nos hacían sacar los zapatos, revisarnos, dejar la cartera, como si fuera el ejército y era una iglesia. Entonces Azucena un día dijo “basta, no vengamos más acá, basta, nos tratan como si fueran milicos, hagamos una carta y vayamos a Plaza de Mayo”. Ahí irrumpió y se dio la verdadera creación de las Madres. En la plaza hay algo, no sé que, algo que a mí me pasa, no puedo decirte que sensación es, pero es como unas ganas de silencio, aunque sea un minuto o dos.
APU: ¿Qué es la plaza de las Madres? ¿Cómo la definiría?
Hebe: La plaza es una cosa que contiene mucho. Mucho dolor, mucha angustia porque es la desaparición de los hijos, las muertes, las torturas, la desaparición de las compañeras, todas las veces que nos golpearon y nos llevaron presas. Toda la decepción de no haber encontrado a los hijos. Y todo lo que fue pasando después en el mundo entero, como nos fueron conociendo por haber mantenido durante 40 años sin haber dejado la plaza. La plaza nos abraza, nos contiene, nos dio el nombre. Cuando se dice Madres, parece que no hay otras que no fuéramos nosotras, las “Madres de la plaza” más todavía. Ser Madre de Plaza de Mayo no es ponerse un pañuelo hoy, es haber vivido la plaza de la represión, de la persecución. Nos ponían presas con un muerto en una celda, que el muerto podría ser uno de los nuestros y a veces no queríamos ni mirar, era para que las Madres no fuéramos más a la plaza. Era la ilusión de encontrarlos, nos parecía que por ahí íbamos a encontrar a algunos. La desilusión. Desesperación de haber conocido, leído, intercambiado charlas con otras madres de los campos de concentración, todo eso también se dio en la plaza. El primer informe de los campos de concentraciones llegó a la plaza, se junta todo.
APU: ¿Qué siente cada vez que pisa la plaza?
Hebe: siempre es diferente, jamás es un jueves igual al otro, no hay dos jueves iguales.
APU: ¿Qué sintió la primera vez que fue a la plaza?
Hebe: Esperanza. Cada cosa rara que hacíamos nos parecía que era la solución. Recién empezaba, mi hijo había desaparecido en Febrero de 1977 y las Madres nos juntamos por primera vez el 30 de Abril de ése año. Pensábamos que si nos quedábamos en la plaza seguro que algo nos dirían. Encontrarlos era la gran expectativa, presos no importa cómo. Uno pasa por muchos estados, primero preferís que lo maten antes que lo torturen.
APU: ¿Se acercan turistas a preguntar qué hacen en la plaza?
Hebe: Sí, todo el tiempo, de todas partes del mundo, porque las Madres hemos recorrido el mundo. Algunos me tuvieron en su casa, sin que yo los conociera, pero la gente te da su casa cuando uno viaja por una causa.
APU: ¿Siente que algo ha cambiado desde las primeras marchas?
Hebe: Si claro, es muy transformador. Las primeras marchas no marchábamos, cuando algunas personas vienen y dicen “ay yo marché con vos el primer día”, no es cierto, las primeras veces no marchábamos. Nos juntábamos en un banco y nos intercambiábamos ideas, dónde podíamos ir, a quién escribir una carta. Siempre era a las 15:30. Hasta que un día vino la policía, ya éramos como 60 o 70, y nos dijeron que había Estado de sitio que esa reunión no podíamos hacerla, que camináramos, nos pegaron con unos palos, marchen nos dijeron y de a dos comenzamos a caminar por alrededor del monumento a Belgrano. Eso fue muy peleado también, alrededor del monumento no nos veía nadie. Queríamos estar en el medio así nos veían todos.
APU: ¿Qué quiere decir que la plaza es el territorio de las Madres?
Hebe: Y… porque a veces la usan los cobardes, hay una canción que dice “La plaza es de las Madres y no de los cobardes”. No me gusta mucho que se cante eso porque a veces la gente es cobarde porque tiene miedo, porque no se anima, porque no les pasó nada. Cuando te pasa algo así no tenes medida de lo que vas a hacer. Para las Madres lo primero son los hijos, la reivindicación de los hijos como revolucionarios, como hombres y mujeres que entregaron la vida por la patria, para nosotras lo principal es eso. Por eso no cobramos reparación económica, por eso no quisimos ponerle precio a la vida, por eso no aceptamos la exhumación de los cadáveres, porque nadie se hizo cargo de lo que pasó, no aceptamos homenajes póstumos porque no se los llevaron porque eran médicos o físicos, se los llevaron porque eran revolucionarios. No permitimos que a nuestros hijos los agrupen. No les ponemos nombres a las fotos porque todos representan a todos, porque hay miles y miles de los cuales no hay fotos de ellos.
APU: ¿Las Madres son más conocidas el mundo que en Argentina?
Hebe: La historia de las Madres se conoce mucho y además nos asombra. Cuando me llaman de China, Japón, Dinamarca y demás a mí me asombra. Saben mucho de nosotras. Ahora también los rusos nos hacen entrevistas.
APU: ¿Qué relación tienen las Madres con los artistas?
Hebe: El arte, todo el arte, canciones, poetas, actores, tiene mucho que ver con todo lo que se puede decir, con una pintura podés decir, con una canción. Nosotras nos relacionamos a partir de eso. La primera vinculación fue con la gente del rock. Yo pensaba por qué a los chicos les gustaba tanto el rock y no podía entenderlo. Un día le dije a un amigo que si tenía algún cd de rock que me lo prestara, y me trajo uno de Hermética, imaginate que entendía menos que antes (risas). Luego entendí lo que decía. Después me hice muy amiga de Charly García, de mucha gente. Así empezamos las Madres a hacer conciertos de rock para contar. Y los rockeros fueron los primeros que se animaron a nosotras, los primeros que cantaron en la plaza para nosotras, los primeros que juntaron dinero para nosotras. Después se hizo algo muy grande “Madres de la Plaza los artistas las abrazan” en el año 1984.
APU: ¿Cómo construyen los medios de comunicación a las Madres?
Hebe: ¿Cómo las construyen? Como la destruyen, la quieren destruir, no pueden. Es muy fuerte la plaza, ya no se puede destruir, es como querer destruir el 25 de Mayo. La última marcha de la resistencia la pasaron en muchas partes del mundo: Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia, Canadá, en Europa toda, en áfrica. Por eso le digo a Macri, ese niño mal educado, “pará la mano”.
APU: Si tuviera que definir a Azucena Villaflor ¿Cómo lo haría?
Hebe: Como una líder natural, una compañera de base, orgullosa de su clase, muy peronista, amante de Evita Perón. En los 10 meses que estuvo nos enseñó todo lo que ella sabía.
APU: ¿Quién es Hebe de Bonafini?
Hebe: Hebe de Bonafini es una mujer del pueblo, común, normal. Una madre que siempre trabajó, que traté de criar a mis hijos con valores como mis padres lo hicieron conmigo. Que amo a mis hijos por encima de todo, que me hice madre de los 30 mil, y que me juego todos los días todo lo que puedo.