"El Poder Judicial una vez más decidió estar del lado de la impunidad"

Por Redacción APU

APU: ¿Cuál es la situación de la causa por el asesinato de Jonatan?

Julieta Herrera: Pasaron dos años y tres meses del asesinato de mi hermano. Los jueces Curto, Zvala y Alarcón en el día del primer Paro Nacional decidieron sentenciar con penas mínimas, hasta llegar a absolver a uno de los asesinos de Jonatan. Condenaron a Ramiro Rosales, acusado de homicidio calificado, ¡a sólo  6 años y 6 meses de prisión! Jonatan Gálvez, Francisco Rodríguez y Alejandro Sosa, acusados por tentativa de homicidios a 3 años y 8 meses de prisión. Gladis Galindo, acusada de homicidio, fue absuelta. Garantizaron así impunidad para la policía, violando los derechos de cada pibe. Sólo tres meses pasaron de esa bochornosa decisión y la "justicia" una vez más decidió estar del lado de la impunidad. En una audiencia donde se prohibió el ingreso al público siendo que son todas públicas… deciden dejar en libertad a tres acusados más.                        

APU: ¿Entienden este fallo adverso relacionado con el contexto actual?

JH: Sí, porque los jueces de algún modo habilitan prácticas policiales abusivas. 

APU: ¿Cuáles son los pasos a seguir ahora?

JH: Tenemos el 3 y 4 de agosto apelación de esta bochornosa sentencia. Seguiremos en las calles, peleando, manifestándonos, convocando, gritando, para que no vuelva a pasar. ¡Ni un Pibe Menos, nunca más!   

El crimen de Jonatan

El 4 de enero de 2015, a las 15.15, Jonatan Herrera lavaba su Volkswagen Gol frente a su casa de pasaje Villar y Ayacucho junto a un primo y un hermano. Entonces apareció corriendo y con un revólver en sus manos Brian Vespucio, quien era perseguido por la camioneta Nº 5035 del Comando Radioeléctrico como sospechoso de haber robado una juguetería de la zona. Antes de llegar al cruce mencionado, los policías Miguel Iturres, Milagros Rodríguez y Gladys Galindo bajaron de ese móvil y le dispararon. Al mismo tiempo, los agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) Ramiro Rosales, Francisco Rodríguez, Luis Sosa y Alejandro Gálvez, con escasa y reciente instrucción, bajaron de un colectivo de la línea 133 en el que iban otros diez agentes y se sumaron a los tiros.

Vespucio y Jonatan recibieron tres balazos cada uno. El ladrón (condenado a 6 años por el atraco) fue detenido. Herrera, de 22 años y padre de un bebé, moriría horas después por dos impactos: uno en el cráneo y otro en el abdomen. También fue herido en una pierna el agente de la PAT Fabricio Jazmín.