El aumento en la jubilación mínima no alcanza para recuperar el poder de compra del 2015
El jefe de Gabinete Marcos Peña anunció en conferencia de prensa junto al titular de Anses Emilio Basavilbaso que los haberes de los jubilados y pensionados subirán un 13,3% en septiembre. Si se tienen en cuenta el Índice de Precios al Consumidor para la canasta de adultos mayores, la jubilación mínima que será de $7.426 sigue estando por debajo del poder de compra que tenía en diciembre de 2015.
El incremento que también alcanza a la Asignación Universal por Hijo (AUH) se define según lo estipulado en la Ley de Movilidad Jubilatoria (N° 26.417), que se aplica automáticamente dos veces al año desde 2009. El optimismo oficial marcaba que "se le ganó" a la inflación pero a fin de año la capacidad de compra de las jubilaciones y asignaciones sería 4,6 por ciento menor a la registrada en diciembre de 2015.
Los datos elaborados por el IET de la UMET indican que el IPC de los jubilados acumuló hasta julio una suba del 25,9 por ciento interanual, por encima del IPC del conjunto de la población (24,5) y asalariados registrados (24,2). La composición de la canasta de alimentos de adultos mayores tiene una composición diferente al resto de la población: el peso de los alimentos, los medicamentos y la salúd pública son otros.
En ese sentido, no hay que olvidad que el PAMI restringió el alcance de la cobertura del 100 por ciento en medicamentos, redujo la cobertura máxima gratuita de 10 a 4 remedios y eliminó del listado más de 160 principios activos.
Por último, según informó la Fundación Soberanía Sanitaria, el PAMI interrumpió la provisión gratuita de anteojos y limitó la cantidad de alimentos entregados en los centros de jubilados. Al ajuste impuesto, donde también se contabiliza el retaceo de los insumos para los afiliados diabéticos, se sumaron el recorte en el programa Remediar y los aumentos de precios registrados en las farmacias como consecuencia de la menor intervención estatal.