“Amamos lo que hacemos y queremos defenderlo”
Por Juan Manuel Ciucci
APU: ¿Cómo surge la cooperativa y qué peculiaridades tiene el trabajo de vendedores ambulantes?
Silvia Palmieri: Empezamos a tramitar el cooperativismo en el INAES a raíz de una necesidad de organización e institucionalización. Somos vendedores ambulantes con más de 40 años y tres generaciones con la misma forma de trabajo y vida. En otros momentos sufrimos persecución, criminalización, decomiso, coimas, todo tipo de represión hacia nuestro trabajo. Y a raíz de haber tenido compañeros que hasta han fallecido trabajando sin ningún tipo de cobertura social y demás, empezamos a ver la necesidad de tener un monotributo, un aporte jubilatorio, una obra social, que era fundamental para nuestras vidas.
Nosotros mismos estamos llegando a viejos y siempre estamos pensando qué va a ser de nuestro futuro, y que si vivimos de la caridad de un gobierno y de algunas políticas públicas que se implementen hacia la vejez y demás o vivir de nuestros hijos como sucedió con nuestros viejos que murieron siendo vendedores.Empezamos por eso y vimos también la necesidad de ser reconocidos como vendedores ambulantes, como trabajadores del ferrocarril, trabajadores independientes de toda la vida del ferrocarril. Es una necesidad muy grande que tenemos porque es muy complicada nuestra vida, nuestra situación y viendo la coyuntura que se viene en contra de nuestro trabajo, de nuestra forma de vida, ya que nadie nos reconoce como trabajadores, así que no entramos en ningún convenio colectivo de ninguna forma. Y no de ahora sino de toda la historia, ningún gobierno pensó en nosotros.
Entonces empezamos a organizarnos, hacemos reuniones, formaciones y demás para que los compañeros vayan tomando conciencia y se vayan empoderando. Esto no es algo que estamos mendigando sino que es un derecho que tenemos que pelear en conjunto. A raíz de eso comenzamos a hacer reuniones con los diferentes ferrocarriles que tienen cabecera en la CABA (Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza, Mitre, Sarmiento, San Martín y Roca), con todos nuestros compañeros, algunos tienen mutuales, otros tienen cooperativas en proceso de formación y la idea es unificar la fuerza para ir en busca de ese reconocimiento como trabajadores.
APU: ¿En qué año comienza ese proceso?
SP: Nosotros empezamos hace 5 años, otros compañeros hace 6 años, otros después y otros recientemente, que son quienes empezaron a entender estas cuestiones mediante el camino que venimos transitando nosotros y otros compañeros que ya están institucionalizados. Hay una parte del Estado que nos reconoce como trabajadores, como es el INAES, aceptándonos como mutual o como cooperativa de trabajo pero el Estado en sí no nos reconoce porque la persecución que sufrimos es por parte del Estado.
Somos autogestionados, toda la vida aseguramos nuestro propio trabajo y lo que queremos es seguir manteniendo a nuestras familias, vivir libremente, defender nuestra forma de trabajo. En lo particular (y creo que en lo general) nosotros no buscamos trabajo, estamos conformes con el trabajo que tenemos, somos trabajadores, no es que somos desocupados ni desempleados. Tenemos un trabajo y estamos en lucha para defenderlo porque es lo que nos agrada. Hay personas que piensan que nuestro trabajo es parte de la exclusión, la denigración y demás. Nosotros amamos lo que hacemos y queremos defenderlo.
APU: Siendo que es un trabajo, si se quiere, más individual o que a veces parte de la experiencia individual: ¿cuesta que los compañeros que lo realizan se sumen a esta experiencia, hay resistencias, sigue habiendo vendedores que no se suman?
SP: Sí, hay de todo un poco. Lo que pasa es que el nuestro es un sector que fue muy golpeado desde todos lados. A nosotros todo el mundo nos mintió, siempre se nos tuvo a un costado, siempre nos manosearon en todo sentido de derecho y no confiamos en nadie. Somos muy individualistas en eso porque si yo no trabajo hoy mañana no como, y tengo que pensar en mi familia, en mis hijos, en mi casa, muchos de nuestros compañeros están estudiando. Tenemos que pensar también en eso.
Se hace muy difícil la organización por este motivo, no trabajás, no comés, es complicado pero en base a las formaciones que nuestros compañeros de la comisión directiva han realizado en el sindicalismo, en la CTEP, tanto en cooperativismo como en mutualismo y demás, fueron tomando conciencia que tenemos que generar esta unidad porque solos no vamos a obtener nada. Sí somos individualistas, sí cuesta mucho y hay mucha desconfianza. La calle es una desconfianza constante porque estás mirando para todos lados a ver quién va a ser el primero que te va a venir a pisotear sin avisarte, para no decirlo de otra forma.
Nos afiliamos y formamos parte de la CTEP quienes trabajamos en el Tren Mitre y San Martín, porque es el espacio que nos da las herramientas para luchar para las reivindicaciones que creemos fundamentales para nuestra vida y para la vida de nuestros hijos. Tenemos tres generaciones en el mismo puesto de trabajo. Mis dos hijos mayores venden en el tren. Empecé a trabajar a los 7 años y sé que el día de mañana, quizás ellos dejen a sus hijos. Lo tomamos como algo muy sindical; así como el sindicalista le va dejando el trabajo a su hijo, nosotros lo único que podemos dejarles es la herencia del trabajo y es por eso que queremos dejarles el camino en condiciones más fáciles de transitar. Nos pusimos esta lucha al hombro al darnos cuenta que tiene que ser así.
APU: ¿Cómo analiza el contexto actual como perspectiva de trabajo para la venta ambulante, cuando son mal vistos, criminalizados incluso? ¿Cómo lo ves con este nuevo gobierno?
SP: Este nuevo gobierno nos da la fuerza porque quien no te mata te fortalece. No es la primera vez que estamos pasando por situaciones similares, no nos llegó todavía de lleno con este gobierno pero sí tenemos compañeros que han estado presos hasta 90 días en la cárcel de Devoto por ser vendedores. Te llevan detenidos por 24, 48, 72 horas, a colegios de menores, a la cárcel de Devoto, según la edad, según el sexo y tenemos compañeros cuyos hijos han esperado 90 días que llegue el padre diciendo que el padre estaba trabajando y no delinquiendo. Pero como somos ilegales para el sistema, hay una persecución constante. Eso fue bajando con el menemismo, no nos llevaban tantas veces detenidos. Se cortó esto pero no para nuestro bien sino por medio de la coima y el decomiso. Ya no íbamos tantos días presos pero sí teníamos la coima y el decomiso constantes. Te agarraban 5 veces en el día y te sacaban la mercadería las cinco veces y quedabas en la pobreza absoluta. Este gobierno nos recuerda a lo que vivimos desde nuestra infancia, por eso la necesidad de organizarnos.
Estamos muy fortalecidos porque nosotros ya la pasamos, sabemos lo que es, fortalecimos la mentalidad también de nuestros hijos respecto de cómo es nuestra vida y cómo es nuestra lucha y por eso queremos generar ese camino más liviano para que ellos puedan transitarlo y esa fortaleza viene de organizarnos.
APU: Se han reunido con la gerencia general de comercialización de trenes argentinos, ¿qué respuesta obtuvieron?
SP: Tuvimos una entrevista en la cual nos dijeron que nuestro trabajo es ilegal, y que la única forma sería modificar la Ley de Ferrocarriles desde el Congreso. Así que ahora vamos por eso.
APU: ¿Cómo surgió este espacio “Mujeres de Fierro” y cuáles son las perspectivas que tienen?
SP: Todo espacio sindical, político y reivindicativo tiene un espacio de género donde se discuten diferentes cuestiones. Nosotras como mujeres llevamos adelante tres merenderos, entendemos la necesidad que estamos sufriendo por no tener convenios colectivos, maternidad, licencias, ART. No tenemos ningún tipo de cobertura más que la obra social de los compañeros que nos están tramitando el monotributo.
Eso hace más difícil nuestra vida porque aparte de ser mujeres trabajadoras, somos madres y somos amas de casa. Algunas somos esposas, compañeras y otras son madres solteras. En el caso de que una madre tenga que ir a tener un bebé a la maternidad (a mí me pasó cuando tuve a mi hija de soltera) inmediatamente lo tenés que destetar porque tenés que salir a trabajar y no hay nadie que se haga cargo de eso para garantizarle un buen desarrollo a tu hijo. Tenés que dejar a tu hijo al cuidado de alguien para salir a trabajar para buscarte el mango de todos los días.
Son las cuestiones que venimos discutiendo más allá de la violencia de género machista, patriarcal que también existe en la sociedad. Como que somos mujeres que estamos en la calle, en un ambiente muy machista y también es muy complicado pero empezamos con un proceso de formación para poder discutir las políticas públicas que hacen falta para nuestro sector.