Las mil flores del feminismo cordobés
Por Yael Crivisqui
Hace cuatro años, en la Ciudad de Córdoba, mujeres de distintas organizaciones y sindicatos se juntaron para crear una estructura amplia, que las contenga a todas. El espacio se llama "Mil Flores", y viene a saldar algunas de las demandas históricas del feminismo provincial en el activismo político: paridad, disputa de poder, lucha por ocupar lugares de relevancia institucional, y poder darle fin a los micromachismos enquistados en sus propias organizaciones, entre otras.
En ese contexto, AGENCIA PACO URONDO dialogó con tres integrantes del espacio: Mariana Amaya Cáceres, abogada feminista; Solana López, Secretaria general del Partido Comunista de Córdoba y dirigenta de la Corriente Loana Berkins; y Nieves Ferreira, psicóloga, responsable del Frente de Diversidad y Equidad de La Cámpora Córdoba.
APU: ¿Cuándo y por qué surgió Mil Flores?
- Mariana Amaya: Surge en 2014, en el Encuentro Nacional de Mujeres en Salta. Si bien aún éramos Gobierno, veíamos que la impronta feminista venía bastante fuerte y que necesitábamos conformar un espacio en sintonía. Después, en el marco de la elecciones en 2015, nos toca ir al Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata.
- Nieves Ferreira: En el marco de la campaña de Gabi (Gabriela Estévez) se hacen los foros de género y diversidad, donde empezamos a trabajar en conjunto las distintas organizaciones. Ahí se fortalece mucho más nuestro trabajo. Viajamos a Mar del Plata, todas juntas, pero todavía sin el nombre del espacio.
- Solana López: Muchas de nosotras ya nos conocíamos porque nos encontrábamos en actividades de la agenda feminista, y en paralelo, hay un gran impulso nacional también de unificar el espacio, ya que nos encontrábamos en los talleres en los Encuentros de Mujeres, y éramos todas feministas dentro del campo Nacional y Popular. Lo que nos pasaba era que construíamos acuerdos, consensos, pero nos faltaba organización, una estructura más grande que nos uniera. Con el Frente Nacional y Popular de Mujeres, a nivel nacional, nos impulsamos. Construirnos como Mil Flores: eso nos permitió, en algunos casos, conocernos con compañeras que no nos habíamos cruzado, y por otro lado, nos permitió reconocernos con otras siendo parte del mismo espacio político.
- Mariana Amaya: Los foros nos dieron lugar a construir un espacio entre las cordobesas que veíamos y pensábamos lo mismo. Es decir, la mayoría de nuestras organizaciones, como por ejemplo mi caso que vengo de las judiciales, salvo la Colectiva o Nuevo Encuentro, no tenían todavía espacios de género. Entonces empezamos a pensar en esta estructura.
APU: A partir de la creación de Mil Flores, ¿hay un punto de inflexión en el campo nacional y popular cordobés?
- Solana López: Sí, absolutamente. El objetivo de fortalecer a las compañeras, en una suerte de sororidad colectiva, que le permite a su vez, cuando vuelve a su organización, a su territorio, a su sindicato, estar empoderada, contar con herramientas, para poder disputar lugares de institucionalidad.
- Nieves Ferreira: De hecho tenemos compañeras, en la Cámpora, en Nuevo Encuentro, que ocupan lugares de representación en centro vecinales, en sus mismos partidos, o han sido candidatas en las listas para las elecciones legislativas, como el caso de Solana.
- SL: Hemos generado un quiebre en las estructuras patriarcales. Movimos todo. El machismo está anclado en lo más profundo de las instituciones y de las prácticas cotidianas.
- MA: Dentro de las estructuras partidarias nosotras no teníamos lugares de representación, salvo que fuera la secretaria de género del partido. En Córdoba, desde 2000 la ley te exige el 50% de cupo para mujeres. Si la política, si nuestros compañeros, no nos brindan la posibilidad de que haya candidatas que ocupen esos lugares, es muy difícil conseguir realmente la paridad. El quiebre que generamos fue cuestionar, desde el feminismo, esto que estaba pasando. Tenemos muy en claro cuáles son los armados políticos que queremos a futuro, y eso nos incluye.
APU: ¿Qué análisis hacen sobre lo que pasó en el Senado con la votación de la ley de aborto legal y sobre el discurso de Cristina?
- Nieves Ferreira: Dejó al descubierto la irresponsabilidad de los representantes que hemos elegido, teniendo una senadora, por ejemplo, que dijo que no leyó el proyecto por el cual tiene que votar, y que lo diga así, con total impunidad y que no pase nada. Urtubey diciendo que los casos de violación intrafamiliares, son menos violentos. Más allá de que aún no fue aprobada la ley, no estamos desalentadas, sabemos que es un proceso y que en algún momento va a salir. A la sociedad le tiene que quedar en claro quiénes son los que nos representan y la importancia de un recambio generacional. No todos/as claro, Cristina dio un discurso impecable, mostró que es posible la deconstrucción, ella como peronista pudo leer cuál es la necesidad de las mujeres de su Patria, y en función de eso, actuó votando a favor.
- Solana López: Pienso dos cosas, una es que en 2011 publiqué un libro sobre el aborto y decía que había que legalizarlo. Yo que vengo de la izquierda me parece importante destacar, en relación a la critica que se le hace a Cristina de por qué ahora sí y antes no, la cantidad de derechos que amplió su Gobierno como el de Néstor en relación a las mujeres. Además, hay que reconocerle la capacidad de autocritica y de escucha al pueblo. Hay que estar en ese lugar modificando tu posición y poniéndote a la vanguardia de una de las demandas más importantes del feminismo. Después, hay que diferenciar la hegemonía del Senado, con la contra-hegemonía que estamos construyendo desde el movimiento feminista. Entonces, ¿quién ganó? Está por verse, porque si bien ellos tienen todas las herramientas del Estado, nosotras somos muchas, estamos organizadas y vamos a redoblar la lucha.
- Mariana Amaya: Nosotras de Cristina no esperábamos un discurso de barricada, confrontativo. Ella nos habló, fue muy clara con su mensaje para que sigamos trabajando en democratizar los espacios, porque tenemos que estar representadas como sujetas políticas emergentes dentro de las estructuras de poder. Más allá de lo atroz que me pareció el nivel del Senado, Cristina demostró cómo, incluso, se puede correr el eje de “las dos vidas”, porque nosotras defendemos la vida. El feminismo es Justicia Social, y eso tiene que ver con cómo legislamos y para quiénes. Ningún/a trabajador/a argentino/a puede venir a decir que su patrón le dijo que le va a pagar las horas extras y le va a redistribuir las ganancias de la empresa. Los derechos los conquistaron los/as trabajadores/as y es lo mismo que está haciendo el feminismo.
APU: ¿Cómo ve a los varones en este escenario abierto por el feminismo?
- Solana López: ¡Los varones van a tener que caminar mucho para decirse feministas! Quizás las nuevas generaciones de adolescentes tengan en sus identidades características más flexibles. Todo proyecto revolucionario como lo es el feminista, va a contribuir a una nueva humanidad que se pueda sostener, construir desde la base del respeto, la solidaridad, la diversidad. El Feminismo es un canto de esperanza que tiene sus procesos difíciles. Porque la deconstrucción es compleja, pero la libertad que ganás es maravillosa.
- Mariana Amaya: Siempre lo pienso desde lo legal. Cuando se piensa en las normas de discriminación positiva hacia adentro de las estructuras, para que la mujer comience a ocupar lugares, hay que tener en cuenta que el primer armado legal arranca desde la discriminación positiva de la comunidad afro descendiente en EEUU. Esas son las primeras herramientas que toma el feminismo para pensar formas legales. Ahora, como mujer blanca no podría ir a una reunión de las panteras negras, y decir: "Hola chicas, yo tengo la fórmula para que ustedes lleven a cabo su lucha, o yo también soy una pantera negra”. Creo que sería poco creíble, porque no podría haber vivido lo que han vivido esas comunidades. Sí, hay muchas cosas que yo podría aportar a su lucha, pero sin hegemonizarla. Entonces, los varones sí pueden colaborar, pueden acompañar, y hay grandes compañeros antipatriarcales. Pero son eso: aliados.
- Nieves Ferreira: Al feminismo no lo entiendo como un rótulo, sino, más bien, como una identidad, que uno va incorporando. No hace falta que un compañero diga “soy feminista”. Es una tarea de todos los días, hasta para nosotras mismas. Yo estoy criando a dos varones, y todo el tiempo me cuestiono. Si la persona, independientemente de su género, puede incorporar el respeto, el no posicionarse en un lugar de poder respecto al otro, ya dimos un paso. Es un largo proceso, bienvenido sea el compañero/a/e que lo transite. Nosotras tenemos que tener la capacidad de acompañar esos procesos, porque son largos, incómodos, difíciles e irreversibles.
APU: De cara a las elecciones del año que viene, ¿puede el feminismo admitir que haya algún/a candidato/a que no incorpore su agenda a la campaña?
- Mariana Amaya: Creo que hasta cualquier conservador entiende que la mejor manera de poder desenvolverse ante el mundo es incluyendo a la mujer en cualquier espacio.
- Solana López: Ya hay un piso del cual no pueden moverse, ahora depende del techo, porque también es cierto que en algunos caso la inclusión de la mujer se da en el orden del discurso solamente, porque después a la hora de sus políticas, van en contra de los intereses de las mujeres, como por ejemplo, con la feminización de la pobreza. Nos hacen doblemente víctimas y ni hablar del colectivo trava y trans que son quienes más se ven afectados ante la ausencia del Estado. Entonces, puede ser que sea tenido en cuenta solo en el discurso, y en otros forme parte de un proyecto político, como al que nosotras pertenecemos.
- Nieves Ferreira: Espero que no haya un/a solo/a candidato/a que no tenga incluida la perspectiva de género en su agenda. Entiendo que es poco el tiempo, pero me parece que con las grandes movilizaciones que hemos generado, tienen que rebalsar las listas de compañeras feministas.