¿Nace una nueva CGT anti-macrista y combativa?
Por Rodrigo Lugones
Hoy por la mañana, más de 60 organizaciones sindicales opositoras al triunvirato que conduce la histórica central obrera se reunieron en la sede del Sindicato de Aeronáuticos (APLA). Participaron de la reunión la Corriente Federal de Trabajadores, Camioneros y Smata, entre otros gremios.
Lo que vuelve de vital importancia el cónclave disidente de APLA es que logró sumar al 50% de los sindicatos activos de la confederación. La CGT está conformada por aproximadamente 200 sindicatos, y las organizaciones activas suman alrededor de 120.
El día lunes se conoció la decisión de Camioneros de abandonar formalmente la conducción de la CGT. Esto se produce en un contexto de enfrentamiento frontal entre el sindicato de Moyano y el Gobierno Nacional. La multa multimillonaria impuesta a Camioneros por el ministro Jorge Triaca marca el punto más alto del conflicto. Imitando a Moyano, otros actores darían el portazo con el correr de los días.
La CGT tenía planeado un encuentro del Comité Confederal para el 22 de agosto. El objetivo era definir la continuidad del triunvirato que conduce la central, pero tuvo que dar un volantazo a último momento y cambiar el evento por un modesto plenario de secretarios generales, a realizarse el 29 de agosto. Cabe recordar que el plenario es el único espacio no resolutivo al que está facultado a llamar la conducción de la Confederación General del Trabajo.
Según plantea el sector del que forma parte Moyano, la decisión fue tomada porque, a la hora del poroteo, los "gordos" e "independientes" que hoy tienen el control de la Confederación, no contaban con la cantidad de votos necesaria para afirmarse en sus cargos. Lo que iba a funcionar como un espacio para reafirmar la conducción del triunvirato rápidamente se convirtió en un cónclave que podía desbancar a Daer, Acuña y Schmid.
El plenario de secretarios generales no contará con la presencia de Camioneros, ni de otros sectores cercanos a Moyano, pero tendrá la presencia de la Corriente Federal de Trabajadores. Trascendió que dicho espacio llevará los siguientes planteos a la mesa: la necesidad de armar un plan de lucha, convocar a un plenario de regionales, y llamar a un Comité Central Confederal para elegir nuevas autoridades en la CGT.
Se abre, así, la posibilidad de que los planteos sean rechazados por el Plenario y que se confirme la conducción del triunvirato (que viene de reunirse con el Fondo Monetario Internacional, lo que le valió numerosas críticas). De confirmarse este rumbo de "diálogo sin confrontación" con la política económica del gobierno nacional, la ruptura de la Confederación General del Trabajo sería inminente.
Fuentes del movimiento obrero aseguran que es posible que se conforme una nueva Confederación General del Trabajo con los gremios disidentes, los actores más importantes de las CTA lideradas por Hugo Yasky y Pablo Micheli, y el apoyo de organizaciones de movimientos sociales como la CTEP. Esta conformación no sólo tiene un peso considerable "en la calle", como se manifestó en la multitudinaria movilización del 21 de febrero, sino que también cuenta con representación legislativa, con Vanesa Siley (Judiciales), Walter Correa (Curtidores) y Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) como diputados nacionales por Unidad Ciudadana.