El consumo masivo sigue en picada
Los indicadores de consumo oficiales mostraron en noviembre su quinta baja interanual consecutiva y se extendió a todos los segmentos y rubros, al tiempo que la tarjeta de crédito fue el modo favorito de pago de las familias, a pesar de las tasas prohibitivas de financiamiento. De acuerdo a los informes difundidos ayer por el Indec, las ventas en supermercados cayeron 12,5% medidas a precios constantes, mientras que en el canal mayorista descendieron 14,7% y en los shoppings, 16,3%.
Es el quinto resultado negativo consecutivo, en una racha que fue empeorando de acuerdo al deterioro del poder adquisitivo. El desempeño de las ventas de las cadenas se explica por la reducción de las ventas de lácteos, verduras, frutas y alimentos preparados y rotisería, entre los alimentos y bebidas. También sobresalió la baja en el consumo de indumentaria y calzado, limpieza y perfumería y el fuerte retroceso de electrónicos y artículos para el hogar. El empleo en supermercados y mayoristas se ubicó un 3,1 por ciento por debajo del año anterior. Además, las ventas en shoppings cayeron 16,3 por ciento en noviembre.
En el caso de los súper, se trata del retroceso más grande del 2018, ya que superó la contracción del 9,9% de octubre y de 7,9% de septiembre. Desde el primer dato negativo de julio de 2,8%, el derrumbe en la comparación anual crece mes a mes.
En cuanto a las ventas en los autoservicios mayoristas, el rojo fue superado solamente en septiembre cuando alcanzó un 15,2%. En shoppings, apenas estuvo por debajo del desplome de octubre que había sido del 18,6%.
Prácticamente el único rubro que le siguió el ritmo a la inflación general –del 48,5 por ciento en noviembre interanual– fue carnes, el resto quedó por debajo. La facturación de lácteos subió 33,4; verduras y frutas, un 32 por ciento y alimentos preparados y rotisería, 27,5. Artículos de limpieza y perfumería lo hizo en un 36,8 por ciento y mucho peor le fue a indumentaria, calzado y textiles para el hogar, con una suba del 18,4 por ciento, 30 puntos detrás del ritmo inflacionario. En el último lugar quedó electrónicos y artículos para el hogar, que directamente tuvo una caída nominal en la facturación del 10,7 por ciento. Si se tiene en cuenta que se trata de bienes en muchos casos importados, que acumulan el efecto del dólar en su precio interno, la caída del consumo en este rubro medida en cantidades es muy importante.
El empleo en los supermercados se ubicó en 97.672 trabajadores, lo cual implica para el Indec una baja del 3,1 por ciento en la comparación anual y del 0,5 por ciento frente a octubre. En tanto, los autoservicios mayoristas emplearon a 11.824 trabajadores en noviembre, con una baja anual del 2,5 por ciento.
El especialista Damián Di Pace explicó a BAE Negocios que noviembre "fue el peor mes en lo que respecta al consumo masivo" y que podría haberse tocado un piso si se tiene en cuenta que en diciembre la inflación bajó y el aguinaldo y el bono lograron recuperar una parte del poder adquisitivo perdido.
"Nunca nos había pasado que todos los rubros dieran abajo, siempre hay alguno que arroja un resultado al alza", puntualizó el experto, que destacó que el dato negativo en autoservicios mayoristas indica que "ya no hay desplazamiento" a ese segmento. "Se terminó el mito, la gente ni siquiera se stockea", planteó.