Los presos políticos de Vidal y Julio Garro
Por Nahuel Berguier
Desde hace dos semana cuatro ex trabajadores de la Línea Este (municipal) de La Plata están detenidos "preventivamente" por orden de la Fiscal platense Virginia Bravo. Las imputaciones son absurdas, una rotunda criminalización del derecho a la protesta. En marzo de 2016 los trabajadores de la línea Este llevaron a cabo diversas medidas de fuerza, entre otras una manifestación pacífica en a la Plaza San Martín de La Plata, en calle 7 esquina 50. Esa movilización, apoyada por diversas organizaciones, lógicamente impidió el tránsito.
En ese momento, hace tres años, la fiscal Bravo inició una causa por "daños", dado que alguien denunció que le habían "desinflado" las gomas de un colectivo. Luego, el conflicto laboral se apagó. La Empresa despidió a varios choferes a causa del paro que se extendió entre los días 13 a 16 de marzo (a ninguno por los hechos de la plaza San Martín que se investigan en la causa penal), y al cabo de unos meses se logró llegar a un cierre del conflicto por vía judicial mediante acuerdo celebrado ante el Tribunal del Trabajo Nº 1 de La Plata del día 14 de julio de 2017. La Empresa se comprometió a indemnizar a los despedidos y a no despedir más trabajadores.
Luego de tres años de los hechos y muchos meses sin actividad procesal, la fiscal ordenó de pronto la detención de cuatro ex trabajadores de la línea este. La imputación es absolutamente absurda: se acusa de "daños" cuando lo único que se ha registrado es un colectivo con gomas desinfladas (no es daño) y de "coacción agravada" porque se habría impedido circular colectivos (en el marco de la movilización, se cortaron las arterias de la Plaza San martín).
Las dos calificaciones legales son contrarias a derecho y absolutamente infundadas, no pasan ningún estándar jurídico. El único objetivo que tienen es sostener la prisión preventiva, mantener encarcelados a cuatro trabajadores. La única explicación del accionar de la fiscal Virginia Bravo es la decisión política de Julio Garro y de Vidal de aleccionar a los trabajadores meses previos a a las elecciones.
Hay que terminar en la Argentina con esta práctica de las prisiones preventivas infundadas, con acusaciones viles que después no pasan un juicio o ni llegan al mismo. Son mecanismos de aplicación de sufrimiento para familias trabajadoras, y una severa advertencia de que todos y todas estamos en "libertad condicional".
Pasa en Jujuy, pasa en Comodoro Py, pasa en Mendoza, ahora llegó a las puertas de los tribunales platenses. Son los presos políticos de Vidal y Julio Garro.