Feria del Libro 2019: creció el posicionamiento de este megaevento de la industria editorial
Por FerKan
Del 23 de abril al 13 de mayo se realizó la Feria del Libro, la muestra más importante de la industria editorial argentina en la Rural de Palermo, que tuvo a Barcelona como invitada de honor. Si bien en el sitio web de la organización figura la cifra de asistentes como de 1.180.000, curiosamente el mismo número del año último, lo cierto es que pudo apreciarse una menor cantidad de gente, a diferencia de otros años se podía caminar mejor por los pasillos, incluso en fines de semana. En cuanto a ventas, si bien faltan números precisos, está claro que hubo una caída considerable que algunos estiman en un 15 por ciento.
No obstante, el impacto de la crisis no redujo su potencial. Por el contrario, para espanto de sus detractores, el posicionamiento de la Feria mejoró a tal punto que quedó instalada como el gran evento anual que reúne presentaciones y debates alrededor de la educación, la cultura y la política. Decenas de artistas internacionales y locales completaron un calendario muy atractivo para los lectores: charlas con perspectiva de género, presentación y firmas de ejemplares, la posibilidad de un encuentro cara a cara con los escritores. Los organizadores contabilizaron más de 2860 escritores que firmaron libros, 1176 actos culturales en salas y 495 actividades registradas en los stands, según consta en la web oficial de la Fundación El Libro. Medios de comunicación, industria, escritores y público esperaron el acontecimiento para mostrar sus novedades, atraer clientes o simplemente tener visibilidad. Las editoriales grandes hicieron sus megastands y las pequeñas se asociaron para tener su lugar. Nadie quiso perderse estar allí.
Se destacaron espacios como Zona Futuro, Zona Explora, Espacio Digital, Espacio Federal/Diversidad Funcional y Discapacidad, Orgullo y Prejuicio, este último con gran actividad de difusión, concientización y asistencia de público.
En línea con el auge de la lucha de las mujeres por mayor igualdad en los ámbitos laborales, debe destacarse que María Teresa Carbano, directora del Grupo Imaginador Ediciones, se convirtió en la nueva presidenta de la Fundación El Libro, la primera mujer en ocupar ese cargo en más de cuatro décadas de existencia de la institución.
Debates y combates
El acto de apertura de la Feria tuvo como protagonista a Rita Segato, la antropóloga feminista que pudo hablar después de un complicado comienzo en el que el Secretario de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, recibió un amplio repudio del público presente.
Sin duda el evento del año que rompió todos los récords de ventas fue el lanzamiento del libro de Cristina Fernández de Kirchner, Sinceramente, con unos 300.000 ejemplares en sólo 10 días. La ex presidenta eligió la sala Borges para la presentación, la más grande del predio, que vio colmada sus 1000 butacas, y debieron instalarse pantallas externas para la multitud que esperó bajó la lluvia. La jornada captó la atención nacional e internacional, con grandes debates en los medios, a favor y en contra. CFK estuvo acompañada de la directora de la Feria y el director en Argentina de Pengüin Random House Grupo Editorial, Juan Ignacio Boido. Ella eligió un tono mesurado, reflexivo, por momentos emotivo, que mantuvo en vilo a los presentes pero también a todos los medios que transmitieron en directo como si fuera una Cadena nacional.
Pero no fue la única figura de la política que eligió la Feria como espacio de divulgación de sus posturas, también presentaron libros Axel Kicillof, José Luis Espert, Martín Lousteau (que también sacó una pantalla fuera de la sala) y Javier Milei.
El momento más controvertido fue la presentación Crónica de una guerra negada, un libro sobre la dictadura y el terrorismo escrito por el ex teniente coronel Jorge Héctor Di Pasquale, preso por crímenes de lesa humanidad.
Como circunstancia anecdótica, en las redes sociales se preguntaban en dónde estarían los antiferia cuyas voces no se hicieron oír. Es que para muchos escritores en pose de rebeldes criticar a la Feria siempre fue un cliché bastante extendido, cuestionando el rol comercial destinado a “gente que nunca lee”. Tal vez con la tremenda crisis del mercado editorial algunos se bajaron de su peldaño elitista y no se animaron a quejarse por la existencia de un evento que, este año tuvo un objetivo mínimo de posicionar algunas editoriales o que éstas vendieran lo suficiente para respirar unos meses más. En medio de este vendaval neoliberal que destruyó el mercado interno, es muy probable que ahora todas las voces estén pidiendo al unísono la tan esperada reactivación económica.