Condenaron a 4 militares a perpetua por el asesinato de una pareja y secuestro de sus hijos
Foto Carlos Pérez.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de La Plata condenó a prisión perpetua a Carlos Bazán, segundo jefe del Batallón de City Bell; el ex oficial de Operaciones Eduardo Arturo Laciar, Francisco Ángel Fleba; y Daniel Lucero, ex jefe de la Compañía B. Por otro lado, el ex subteniente de la Compañía B, Eduardo Enrique Barreiro, que era el quinto acusado, fue absuelto por el beneficio de la duda.
Esto fue por el asesinato de una pareja de militantes de Montoneros y por el propio secuestro y tortura de la hija mayor, una nena de 12 años, que fue ingresada al circuito de centros clandestinos y pasó por El Vesubio, Sheraton y el Regimiento de La Tablada.
Los cuatro fueron considerados coautores de los homicidios agravados de los militantes de Montoneros María Nicasia Rodríguez y Arturo Alejando Jaimez, de 34 y 22 años respectivamente. Estos fueron asesinados con múltiples disparos de armas de fuego en el marco de un operativo que la dictadura realizó el 6 de septiembre de 1977. También los condenaron por las privaciones ilegítimas de la libertad y las torturas que sufrió Marcela Quiroga, la hija mayor de Rodríguez. La joven fue ingresada al circuito de centros clandestinos y pasó por El Vesubio, Sheraton y el Regimiento de La Tablada.
Los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Germán Castelli, consideraron los delitos como crímenes de lesa humanidad por lo que son imprescriptibles. Pero por otro lado, los exculparon de los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de dos menores. El hermano de 10 años y una beba de 18 meses que permanecieron desaparecidos más de una semana. Los argumentos de esa decisión se escucharán en el veredicto que los magistrados tendrán disponibles para el 6 de febrero próximo.
Los hechos ocurrieron el 6 de septiembre cuando los militares del Batallón de Comunicaciones 601 atacaron la casa prefabricada en Berazategui. Durante el ataque, los adultos resistieron y los menores se refugiaron en el baño, la única habitación de paredes sólidas. Según testigos, el tiroteo fue feroz ya que en el participaron entre 900 y mil soldados, conscriptos y oficiales de las Compañías A, B, de Comando y de Servicio.
Los únicos sobrevivientes fueron los niños. La niña de 12 años fue secuestrada y enviada a los centros clandestinos donde sufrió abusos sexuales, torturas y obligada a señalar en la calle a compañeros de militancia de su madre. Su hermano de diez años y su hermana de un año y medio de edad estuvieron desaparecidos durante ocho días. Estos circularon por dependencias policiales hasta que fueron entregados a sus familias, tras una incesante búsqueda por parte de su padre.
“Estoy conforme. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer”, dijo Marcela Quiroga este lunes, al finalizar el debate. “Fue un camino difícil pero estamos conformes, hicimos justicia para nuestra familia”, completó antes de hundirse en un abrazo con su hermana Marina, que también presenció entre el público la lectura de las condenas.
El sabor amargo fue por la falta de condena respecto al secuestro de sus hermanos, y por la absolución de Barreiro. Habían sido los fiscales federales Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira quienes solicitaron para este la misma carga que para los otros cuatro imputados: la máxima pena prevista por el código penal. Pero la justicia platense lo benefició en la causa por crímenes de lesa humanidad.