Ricardo Aronskind: "Habría que pensar en una actualización del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)"
Por Martin Massad y Juan Cruz Guido
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cree que las medidas de emergencia que viene otorgando el gobierno de Alberto Fernández para paliar la situación de crisis son suficientes actualmente?
Ricardo Aronskind: Muchas de estas medidas fueron pensadas de una forma transitoria. Pensemos cómo veíamos la pandemia hace tres o cuatro meses, cuando inició este proceso y se pensaba que duraría quince o treinta días. Lo que aprendimos de la experiencia internacional, donde la cuarentena arrancó mucho antes, es que la situación no se normaliza del todo, no es que hay fase 1, 2, 3, 4, 5 y ya está, te curaste. Esto no es así, sino que hay momentos de avance y de retroceso dentro de una situación bastante compleja que no se va a resolver hasta que no se aplique la vacuna que nos inmunice a todos.
En Estados Unidos, donde se ha intentado directamente negar la pandemia, han tenido que cerrar fábricas porque se han contagiado todos los trabajadores, y esto no se puede negar fácilmente. En este sentido, lo que está enfrentando el gobierno argentino es que muchas medidas van a tener que durar bastante tiempo. Por ejemplo, el IFE es una medida muy buena, aunque hay que actualizarla, porque teóricamente se brinda a gente que no tiene otro ingreso, entonces 10 mil pesos mensuales para un núcleo familiar que tiene entre 2 a 4 personas no es una cifra que alcance lo suficiente. Cuando pasan varios meses de pandemia, los ingresos familiares o los ahorros que pueda tener la gente en los períodos previos se van licuando. Esto sucede porque, además, se mueven los precios de los alimentos y entonces hay que repensar las medidas para que sean una ayuda real y no solamente un gesto.
APU: ¿Cree que es peligroso emitir tanto para cubrir estas medidas dado que se invierten millones mes a mes?
R. A.: No es peligroso si al mismo tiempo se tiene bajo control otros precios que a veces reflejan características especulativas. Es claro que en estos meses vimos incrementos en los alimentos completamente injustificados, muy por arriba del costo, simplemente porque tienen capacidad de hacerlo y porque saben que la gente no puede dejar de comer. Han intentado cobrar más al Estado, tal como alertó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, que está comprando comida para atender la situación de 11 millones de personas. Esto lo hicieron los empresarios privados, que vienen a decir que quieren precios por arriba a los del mercado, a la luz pública, así que imagínate lo que pueden hacer a través de las cadenas de comercialización comunes.
APU: ¿Cuál es su opinión respecto de la moratoria para deudores dispuesta por el Gobierno nacional?
R. A.: El caso de la moratoria es necesario e importante, pero insisto en que muchas de estas cosas se piensan para situaciones más o menos normales y esta que estamos viviendo es completamente anormal. Conozco el caso de pymes que no están vendiendo nada y que sé que son gente trabajadora, que trata de mantener al personal, que trata de cumplir, pero está en una situación muy particular en la que se murieron las ventas. Aquí, entonces, por más que exista una medida de emergencia que indique que por el momento no tiene que pagar impuestos, cuánto tiempo puede durar como empresa en esas condiciones donde hay ausencia de ventas.
Esto es un tema muy delicado en tanto una cosa es pensar que durante un mes no vendes nada y otra muy distinta es que durante diez meses no tenés ventas. Me parece que esto es lo que tiene que asumir el gobierno y pensar en soluciones creativas para este tipo de situaciones.
APU: ¿Cómo cree que se va a reactivar la economía argentina? ¿Puede llegar a crecer el año que viene si es que la pandemia se termina?
R. A.: Es muy probable que Argentina crezca el año que viene porque seguramente ya habremos pasado el pico de contagios, y ya estaremos en una situación de administración de la pandemia con cierta capacidad hospitalaria para poder ir atendiendo los casos.
Según lo que mencionaron algunos funcionarios de gobierno, hay una serie de planes y de programas para reactivar la actividad económica en sectores con alta capacidad de generación de empleo. Me parece que todo esto lo va a tener que liderar el Estado porque, por un lado, el sector privado, pequeño, mediano y grande, va a estar muy golpeado y, por el otro, las exportaciones no van a ser un tema importante en los próximos años porque el mundo está muy contraído. Entonces, lo que se va a ver en los próximos años son guerras comerciales y proteccionismo. Por lo tanto, es súper importante el mercado interno y acá el Estado tiene un papel preponderante en la promoción de ramas productivas con mucho empleo. Es decir, debe seguir inyectando ingresos y ayudas en distintos sectores, promoviendo todas las actividades que generan empleo, toman mano de obra y producen movimiento.
Hay que asumir que el Estado va a tener que actuar con déficit fiscal importante y que no nos corran con achicarlo porque hay riesgo de dejar mucha gente al borde de la inanición, así que hay que seguir con déficit fiscal. Además, hay otras variables a las que hay que controlar de una forma mucho más rigurosa que hasta ahora simplemente porque la especulación y los comportamientos monopólicos existen y no hay que convalidarlos. Acá, entonces, si el Estado necesita más fuerza y poder para enfrentar estas situaciones, tiene que hacerlo.
APU: ¿De dónde cree que van a venir los fondos para financiar el IFE y otras medidas de emergencias en Argentina? ¿Es apropiado que Argentina recurra a organismos unilaterales de crédito?
R. A.: Con el FMI tenemos una situación particular donde el gobierno anterior agotó todas las posibilidades de financiamiento, por lo que ya no se les puede pedir más. Una cosa delirante. Hay, sin embargo, otros organismos latinoamericanos de financiamiento, y de hecho el gobierno anunció que había conseguido financiamientos de otros organismos multilaterales casi por 4800 millones de dólares.
Pero hay que acudir también a los impuestos internos, una cifra que directamente podríamos aplicar para seguir sosteniendo pequeñas y medianas empresas e ingresos populares. Creo entonces que hay que continuar en los próximos meses con el cobro de estos impuestos, además de aprovechar algún crédito externo que se consiga. Incluso hay otras fuentes de financiamiento internacional a las cuales, hasta ahora, Argentina no ha acudido, y también hay fondos soberanos, bancos asiáticos importantes, etc. Todo esto puede ser explorado porque la idea es tener un puente, de acá a diez meses, para cuando tengamos la vacuna. Mientras tanto, hay que seguir sosteniendo e impidiendo que nos quiebren las empresas, que la gente pase hambre y situaciones extremas.
Agreguemos a esto el elemento político, con una derecha que se viene manifestando en los últimos meses en forma completamente irresponsable y desestabilizadora. Sabemos que va a utilizar el momento duro de la economía para echarle la culpa al gobierno y decir que ellos son la solución, así que también por esta razón hay que seguir sosteniendo el esfuerzo y apoyando a la gente, cuidándola y protegiéndola. Me parece que este tiene que ser el objetivo central del gobierno, sabiendo que en algún momento terminará y que no es algo eterno.