"Con el impuesto a las grandes fortunas se pueden recaudar entre 3 y 4 mil millones de dólares"
Por Martin Massad y Juan Cruz Guido | Foto: Daniela Morán
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo viene el tema de la moratoria que se viene discutiendo en estos días?
Carlos Heller: La moratoria entró esta semana. Es un proyecto del Poder Ejecutivo: el día jueves hicimos una reunión de la Comisión del Presupuesto, vinieron Mercedes Marcó del Pont (AFIP) y el ministro Matías Kulfas a explicar los alcances del proyecto. Hubo un período de preguntas y respuestas, y quedamos que la reunión continúa el martes donde haremos el debate y seguramente podremos emitir dictamen. La moratoria tiene dos objetivos, aliviar la situación que están pasando muchas empresas y personas ante la situación existente y por otro lado abrir la posibilidad de que el Estado comience a recibir un flujo de ingresos que resultan imprescindibles.
Nosotros ya declaramos una moratoria, cuando fue la ley de Emergencia que sancionamos en diciembre, ni bien asumió este gobierno. Uno de los capítulos incluía la moratoria, lo que pasa es que era más chica, solo para las PYMES. Luego la situación de la pandemia nos mostró dos realidades, que incluso quienes entraron en aquella primera moratoria habían caído en situación de no pago, y por otro lado muchas empresas que no fueron incluidas en la moratoria tenían dificultades para cumplir con sus obligaciones fiscales. Entonces el ejecutivo mandó un proyecto, amplio, que abarca a todo el mundo, incluye las deudas fiscales, previsionales y aduaneras al 30 de junio de este año. Hay un período para inscribirse que creo vence el 30 de octubre y tiene mayores facilidades para las PYMES en cuanto a los plazos para pagar, establece algunas limitaciones para las grandes, que durante dos años no podrán repartir utilidades ni operar en los mercados alternativos de cambio. La idea es que si se accede a un beneficio que da el Estado no puede ser utilizado para operatorias que terminan siendo nocivas para los intereses de ese mismo estado.
APU: Con respecto a esto, de que el dinero no puede ser utilizado para compra de moneda extrajera: ¿Cómo fue tomado esto por el bloque de la oposición? ¿Es un punto álgido en el debate o no?
C.H: Vayamos por partes, los diputados y diputadas aceptaron el planteo que yo hice, de utilizar esa sesión para escuchar los informes y hacer las preguntas que queramos hacerle a los funcionarios, y utilicemos la sesión del martes para debatir. Puedo decir que se respetó el espíritu del planteo que se hizo. Creo que hay una comprensión generalizada de la necesidad de la moratoria. Las objeciones tienen que ver más con la inclusión en el alcance de la moratoria a ciertos rubros como son las empresas del sector petrolero. Hay 39 empresas de ese sector que están incluidas en la moratoria. Mercedes Marcó Del Pont dijo que el potencial de la moratoria son 500 mil millones de pesos, esto sería un ingreso regular en un momento en que la situación fiscal es realmente dramática porque tenés un país con sus ingresos fiscales caídos de una manera alarmante por la caída de la actividad económica y con un gasto disparado por las lógicas demandas que desde distintos sectores de la sociedad se le hace al Estado.
APU: Con respecto al gran aporte que deberían hacer las grandes fortunas de Argentina, un tema que lleva ya unos cuantos meses, sabemos que en estos días se está debatiendo ¿Es viable? ¿Creés que sale esto?
C.H: Podría contestar leyendo lo que dijo ayer el presidente de la República en el Página 12: “Es una idea que surgió en Diputados y a mí me parece buena (…) Hay que tener en cuenta el problema del funcionamiento del Congreso, tenés que reunir a 257 personas (…) creo que lo tratarán ahora junto con la moratoria porque se reúnen las mismas comisiones. El tema no está frenado, el proyecto lo hablé con Máximo (Kirchner), lo hablé con Heller, y estoy absolutamente de acuerdo con lo que están proponiendo. Tienen todo mi apoyo, el momento de la presentación no depende de mí”. Dicho esto, creo que más claro imposible. El parlamento tuvo todo un proceso de experiencia para el funcionamiento remoto que es muy fácil de decir pero no tan fácil de hacer, y una cosa es reunirse para aprobar un ley en la que previamente todo el mundo se ha puesto de acuerdo en aprobar, y otra cosa es reunirse para aprobar una ley donde vamos a tener que contar los votos de a uno para poder asegurar primero tener quorum y luego los votos necesarios para ser aprobada.
APU: Las encuestas dicen que hay mucha gente que está a favor.
C.H: Claro, pero la gente no vota en la Cámara. Este proyecto ya tiene un primer éxito, y es que todo el mundo nos lo está exigiendo. (El especialista) Pedro Cahan dice que las vacunas son víctimas de su propio éxito, mucha gente no se vacuna porque dice “¿para qué me voy a vacunar si no hay sarampión?”, y en realidad no hay sarampión porque la gente se vacuna. Quiero decir, nosotros que elaboramos el proyecto, que lo presentamos, lo fuimos corrigiendo, puliendo, escuchando distintas opiniones, tenemos un proyecto excelente, equilibrado. ¿Mirá si esto hubiese avanzado como la iniciativa inicial que queríamos plantear? Hoy al proyecto nos lo hubiéramos puesto de sombrero. Esto va dirigido a un sector muy acotado de la sociedad, alrededor de 12 mil personas, que son muy ricas, es por única vez, tiene como objetivo concreto ir en ayuda de los sectores que más necesitan, no es un recurso que va a ir a renta general sino que va a tener un destino determinado con aplicación determinada. Eso ha generado consenso, y la demanda de la sociedad nos va a ayudar a que algunos legisladores que tengan dudas terminen acompañando este proyecto.
APU: ¿Son tres mil millones de dólares lo que se podría llegar a recaudar?
C.H: Depende, yo creo que un poco más. Hay que ver el proyecto definitivo. Si yo digo que le vamos sacar el 2 % a los que tienen entre 200 y 400 millones no es lo mismo los que tienen 201 que los que tienen 399; entonces, como no tengo la lista sino los tramos, nosotros hacemos una estimación, esto debería generar un ingreso entre 3 y 4 mil millones de dólares.
APU: Teniendo en cuenta tu experiencia como fundador del Banco Credicoop. ¿Cómo podemos entender que los bancos centrales del mundo están comprando oro, incorporando a sus reservas oro?
C.H: El oro puede ser una reserva de valor porque está al margen de las incertidumbres. Cuando vos tenés bonos o títulos, o tenés que dar préstamos a empresas, siempre tenés que estar evaluando los riesgos que cada una de esas situaciones genera y que luego la vida dirá cómo resultan. Por lo tanto, si el escondite es comprar oro sabes que lo estás haciendo poniéndote al resguardo de las vicisitudes de la economía. Eso no es cumplir con el objeto que tiene que tener el sistema financiero, que tiene que ser un sistema de canalización de resursos de quienes tienen excedentes momentáneos. Lo que vos me planteás es una de las peores versiones, que es todo lo especulativo. También tiene que ver con lo que viene repitiendo insistentemente el presidente, cuando dice que este capitalismo globalizado, financiero, hay que dejarlo atrás, porque es una lacra, porque ha puesto lo financiero por encima de lo productivo, de los distributivo, por encima del desarrollo y ese no es el verdadero rol que debería tener un sistema financiero; eso requiere cambios del orden local, pero también requiere cambios en las legislaciones globales.
Este mundo de la globalización financiera lo inauguraron Tatcher y Reagan y puso todo este sistema como la gran virtud, el gran negocio. Cuando Fernandez dice “no veo en la perspectiva un sistema mejor que el capitalismo, pero no este capitalismo que es depredador” está pensando en un sistema donde se deje atrás la idea de un Estado canchero, que arma la cancha para que los otros hagan negocios. Hay que pasar a la idea de un Estado activo, que participa, que interviene, que regula, que fija cómo se acumula pero también cómo se distribuye, estamos en esa etapa, es un enorme desafío. Si vos ves los diarios de ayer y de hoy, ves que en Europa los países ricos de Europa están durísimos con los países menos ricos en cómo se distribuyen los fondos para la recuperación post-pandemia. que son imprescindibles. Y les dicen que los gobiernos que sean receptores de fondos tienen que comprometerse a hacer la reforma laboral y la previsional. Yo creo que esta debería ser una enorme posibilidad para que la humanidad se dé una discusión de fondo y de ahí salga un orden económico mundial más justo. Según la CEPAL en América Latina se pierden 325 mil millones de dólares por año de evasión impositiva, 6,1% del producto bruto latinoamericano.