Silvina Batakis: "Es importante recrear un mercado de capitales en pesos para financiar proyectos en Argentina"
Por Martin Massad y Juan Cruz Guido
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál es la situación de la deuda actual en las provincias?
Silvina Batakis: Durante la gestión anterior, el Gobierno Nacional les pidió a las provincias que tomen deudas en dólares. Cuando esto ocurre, los dólares quedan en el Banco Central y, a cambio, las provincias reciben pesos que terminan siendo devaluados. A causa de esto, aquellas pasan a deber un monto mayor al de su deuda original.
Hay que tener en cuenta que en las provincias se recauda en pesos y los pagos que se realizan también son en pesos, por ejemplo, para pagar salarios, insumos, etc. Por lo tanto, no hay necesidad de que las provincias se endeuden en dólares. Cada provincia tiene un presupuesto determinado y se ve obligada a decidir cómo utilizarlo, entonces se genera una dicotomía entre si se pagan servicios de deuda o se usa el dinero hacer un puente o mejorar los salarios, ya que no se puede hacer todo a la vez.
En las épocas de mayor neoliberalismo se endeuda mucho a los países o a las jurisdicciones, y esto lo que hace es colarse como tentáculos en los otros presupuestos. Por ejemplo, Martin Guzmán menciona que por culpa del endeudamiento pasado, tiene que decidir el presupuesto del año que viene con menos asignaciones presupuestarias para el bienestar de las personas, ya sea alguna obra de infraestructura, mejores salarios o la ampliación de las jubilaciones.
APU: ¿Cuál es la estrategia que tiene el Gobierno nacional respecto a este endeudamiento?
S. B.: La estrategia que plantea el Gobierno tiene que ver no solo con poder postergar los pagos, y que como consecuencia quede liberado el presupuesto del año que viene, sino también con una reducción del capital y de los intereses. Esto último, teniendo en cuenta que las tasas de interés que paga Argentina son mucho más altas de las que paga cualquier otro país con una situación similar a la nuestra. Específicamente, Argentina se endeudó con una tasa del 7% de interés en dólares, que es muy alta a nivel mundial.
APU: ¿Cuál es la gravedad de caer en un default oficial?
S. B.: En primer lugar, Martin Guzmán ya mencionó que estamos en un default desde que el gobierno anterior tuvo que reperfilar las deudas en pesos. La realidad es que un default recorta posibilidades de financiamiento, y esto sumado a la situación de pandemia actual, no permite ver con claridad cómo va a quedar esa matriz productiva cuando termine la emergencia sanitaria.
Sin dudas, vamos a necesitar financiamiento para reconstruir la economía, por lo que es necesario acudir a alguna forma de financiamiento proveniente de organismos unilaterales de crédito o de las exportaciones de Argentina. Tengamos en cuenta que la realidad actual es inédita y que, en lo que va de este año, en algún momento el 60% de la población mundial estuvo aislada de forma voluntaria u obligada. Esto no había sucedido nunca en la historia de la humanidad, por lo tanto, no es comparable con ninguna crisis económica anterior, como por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial. En estas situaciones siempre estaba la posibilidad de que algún país sea el responsable de reactivar la economía, en cambio, ahora esta crisis es mundial y nos afecta a todos.
APU: ¿Cree que es viable que Argentina llegue a recuperar la capacidad de financiamiento externo?
S. B.: En primer lugar, si caemos en default se vulneran muchos instrumentos financieros que no tienen que ver con esta deuda emitida en el mercado voluntario de pagos con intereses al 7% o más altos aún. Ahora, si Argentina realiza una buena negociación y efectivamente concluimos con esta reestructuración de la deuda, accederíamos a tener habilitados diversos canales para tomar endeudamiento. Sin embargo, no es esta metodología la que se está analizando actualmente, porque creemos que lo importante es recrear un mercado de capitales en pesos que permita financiar proyectos en Argentina.
APU: ¿Cómo están trabajando con las provincias petroleras de Neuquén y Chubut que vieron disparado su endeudamiento?
S. B.: Todas las provincias que tienen deuda están alineadas con la estrategia nacional de reestructurar sus propias deudas. En esto, el ministro Wado de Pedro ha sido muy claro y nos instruyó que coordinemos la reestructuración eventual de deudas que hagan las provincias con el Ministerio de Economía para no entorpecer lo que es la negociación soberana. En este sentido, todas las provincias entienden que primero tiene que gestionarse el cierre de la restructuración en la República para, luego, hacer la última oferta de parte de ellas.
En forma coordinada con el Ministerio de Economía, las provincias vienen trabajando con sus acreedores para poder tener una propuesta. Por otro lado, hay provincias con diferentes características, y si bien cada una es singular, se podrían agrupar, por un lado, en aquellas que tienen muchos recursos propios, por ejemplo, Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe. Por el otro, en provincias que tienen dos recursos únicamente, que son los propios y los de coparticipación federal. Por último, están las provincias petroleras que tienen tres fuentes de financiamiento: las regalías, los recursos propios y los de coparticipación.
Por supuesto, esta crisis de emergencia sanitaria impacta de forma distinta en cada una de ellas, y todas se vieron afectadas, por lo cual, se creó un programa desde el Gobierno nacional que tiene 120 mil millones de pesos. El programa está compuesto por el fondo de ATN, que opera desde el Ministerio del Interior, y por créditos blandos que se manejan desde el Ministerio de Economía. En ambos casos 40 mil millones de pesos ya están otorgados y el resto se irán desembolsando a medida que se considere la necesidad extrema de las provincias. Otro instrumento que se creó es un fondo multilateral de crédito con un monto de 65 millones de dólares para las 24 jurisdicciones. Actualmente, hemos firmado en Chaco y Chubut y en los próximos días firmaremos en Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca.
APU: ¿Considera que es posible reactivar la economía de las provincias desde un gobierno más federal como sugiere el presidente Alberto Fernández?
S. B.: Considero que no solo es viable, sino que es una obligación de todos. Todos sabemos que Argentina presenta una macrocefalia muy fuerte, y que es un país explotado en materia territorial. Cuando se miran los 10 países más grandes en superficie, encontrás que esos países tienen multinodos, es decir, tienen diferentes ciudades que pueden tener diferencias poblacionales pero implican cierto equilibrio demográfico en el territorio. Sin embargo, Argentina, entre esos 10 países del mundo, es el único en donde hay una concentración demográfica en un solo nodo (Ciudad de Buenos Aires y todo el conurbano, aunque también se puede incluir a Córdoba y a Rosario), donde está concentrada toda población, y esto lo teníamos claro antes de la pandemia. Lo que nos mostró la pandemia, entonces, es que no tiene nada de positivo esta dinámica de macrocefalia porque la concentración de la población evidencia la propensión a la mayor cantidad de contagios.
Además, lo que también nos muestra la pandemia es que sin la actividad económica del AMBA no se genera una reactivación plena en otras provincias donde, por ejemplo, ya están liberados todos los sectores económicos, excepto el turismo y algunos de recreación.
Es una obligación pensar un país federal y en este sentido, el Presidente fue muy claro al darnos la instrucción de revisar ese marco de prioridades y programas que teníamos al inicio de la gestión pensándolo en función de lo que será la pospandemia. Estamos, además, pensando el desarrollo con equidad federal y con equilibrio territorial, fortaleciendo distintos nodos en Argentina que, quizás, tengan que ver con las capitales alternas, que también era un proyecto del Presidente. Básicamente, la idea es pensar con cada una de las provincias cuál es su plan de desarrollo y, en este sentido, con el ministro de Pedro estuvimos avanzando con reuniones con los gobernadores para pensar cómo tiene que ser ese desarrollo con equidad territorial.
APU: ¿Cómo ve la situación en relación a las provincias petroleras, las empresas y un contexto global muy complejo para la industria petrolera?
S. B.: Esta situación compleja tiene que ver con la falta de acuerdo entre los países productores de petróleo en este ritmo de explotación y de producción de petróleo que quieren imponer Arabia Saudita, por una parte, Rusia acompañando un poco, y Estados Unidos con una mirada distinta. Esto hace que nosotros, en el medio, tengamos un precio de petróleo que haría que, en principio, Vaca Muerta no sea algo tan atractivo. En este sentido, considero que el Estado debe tener un rol estratega y emprendedor en el sentido de que si a veces para el mercado una actividad puede no ser la más rentable, es entonces el Estado el que debe dar el puntapié inicial.