Comunidad Organizada: artífices de nuestro destino común
Por Eduardo Montes*
Desde el inicio de la pandemia en nuestro país, las organizaciones populares que dimos pelea al gobierno de miseria planificada macrista, y que formamos parte del Frente de Todos; decidimos en forma conjunta fortalecer el trabajo territorial en las barriadas populares.
De esta manera sostenemos diariamente las ollas populares en los comedores comunitarios, fabricamos en las cooperativas textiles los barbijos de protección para los y las compañeras que diariamente ponen el cuerpo en cada barrio, las cooperativas de servicio realizan sanitización tambien en cada barrio. Acompañamos el Plan Detectar en la Provincia de Buenos Aires, acercamos a nuestros pibes y pibas en edad escolar los cuadernillos del Ministerio de Educación, formamos parte de cada Comité de Crisis en los Municipios, en la Provincia de Buenos Aires y con el Estado Nacional. Somos atendidos por las Políticas Alimentarias tanto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires como del Estado Nacional.
Es imprescindible poner todo y mas en esta dura etapa de emergencia sanitaria, entendiendo que debemos proyectar un futuro de trabajo y producción, donde miles de compatriotas deben seguir dentro del sistema productivo nacional, donde también las empresas recuperadas y las unidades productivas autogestionadas vuelvan a estar con niveles de producción que pongan a cada asociado y asociada nuevamente a desarrollar sus tareas y así poder generar nuevas puestos de trabajo, es imprescindible que se tomen políticas publicas para que los compañeros y compañeras que el macrismo arrojo a los planes sociales se transformen en mano de obra ocupada en todo el territorio nacional; por ese camino debemos transitar, por ese camino nuestro gobierno nacional tendrá políticas reparadoras al conjunto el pueblo argentino.
Es la hora nuevamente de la Comunidad Organizada, seremos artífices de nuestro destino común.
Seguimos andando la senda de monseñor Angelelli, asesinado el 4 de agosto de 1976 por la dictadura cívico-militar cuando viajaba a la ciudad de La Rioja para denunciar los crímenes de sus compañeros.
Seguimos andando la senda del movimiento obrero organizado que marchó en noviembre de 1981 hacia la Iglesia de San Cayetano, el santo al que le reza el pueblo cada 7 de agosto.
Seguimos andando la senda de ese mismo movimiento obrero organizado, que el 30 de marzo de 1982 salió a la calle a pedir, en plena dictadura, paz, pan y trabajo en otra histórica marcha.
Con más solidaridad que nunca, con comunidad organizada y con fuerza para enfrentar este tiempo difícil del que saldremos entre todxs, vamos a terminar de poner a la Argentina de pie.
*Presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo “Trabajadores de la Economía Social” Ltda