El “Nunca más” de León Ferrari: el arte como proyectil
Por Analía Ávila
Mi primer acercamiento a la obra del artista plástico argentino León Ferrari (Buenos Aires, 1920-2013) uno de los más provocadores, prestigiosos y polémicos de los últimos tiempos, fue en 1996 a través de la serie “Nunca más” constituida de collages con ilustraciones que Ferrari realizó para los 30 fascículos editados por Página/ 12 y Eudeba. La primera edición de la serie se publicó en 1996 y en 2006 fue reeditada por el diario con nuevas obras, llegando a unas 50 láminas.
Se trata de la versión original del histórico informe que la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas (Conadep) entregó al entonces presidente Raúl Alfonsín el 20 de septiembre de 1984, publicado como el libro Nunca más (Eudeba). Este documento reúne centenares de testimonios sobre el terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar; en 1995 el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires lo declaró de lectura obligatoria en las escuelas.
La obra de Ferrari, centrada en temas como la religión, la intolerancia y la política fue expuesta en los museos más importantes del mundo. En el libro León por Ferrari, una extensa entrevista de la profesora y licenciada en Artes (UBA) Andrea Wain, publicada en 2016 por Libraria Ediciones, el artista expresó: “En el arte político, una alternativa es tomar la política como una naturaleza muerta, y en ese caso, la preocupación del artista sigue siendo la obra. La otra es usar el arte en función de una militancia, para decir algo más allá de lo estético. El arte puede ser un proyectil”.
La lectura dura y necesaria del libro Nunca más en aquellos años 80 del retorno a la democracia, me disparó la asociación con el contexto del Diario de Ana Frank que había leído también en esa época, y el tomar conciencia de que en nuestro país hubo centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. De la misma forma el recorrido por los collages me provocó un gran impacto por el gesto de Ferrari de relacionar visualmente distintos elementos, lenguajes y tiempos históricos; así creó una nueva iconografía para denunciar los crímenes de la dictadura.
El artista utilizó la técnica del collage sobretodo en sus obras más políticas. Consultado por Wain sobre la serie “Nunca más” manifestó: “Ilustré con collages diversos donde uso muchas fotografías de los represores, pero no sólo en relación con los desaparecidos, sino también como un análisis de la religión en sí, y sobretodo de la complicidad de la religión con los criminales de la dictadura. Relaciono fuentes cristianas, gráficas y escritas, con imágenes del genocidio nazi, de la matanza de negros norteamericanos, de los represores argentinos, porque considero que la religión cristiana es el fundamento del ‘Proceso’ ”.
En las láminas de la serie “Nunca más” se suceden titulares de diarios y textos diversos con imágenes como la del genocida Jorge Rafael Videla acariciando la cabeza de una nena, cerca de la imagen de Hitler que está en la misma actitud. También se ven cuerpos atravesados por lanzas junto al ex almirante Emilio Massera que sonríe. Como trasfondo se hacen presentes los grabados de Gustave Doré con escenas del Juicio Final, también El Infierno de La Divina Comedia de Dante, para mostrar las relaciones entre la represión religiosa y la política.
En la entrevista citada, Ferrari comentó su trabajo con las ilustraciones: “Vinculo mucho los excesos, las violaciones de los derechos humanos de los católicos, de la religión. Muchos crímenes y exterminios que aparecen narrados en las Sagradas Escrituras: Diluvio, primogénitos egipcios, Apocalipsis, infiernos… siempre vinculados con la dictadura, y también relacionados con exterminios históricos propagados por la religión, como la Conquista de América, la Inquisición, la caza de brujas, el nazismo…que también se relacionan con la discriminación a homosexuales, a la mujer, a los judíos, a los herejes, a los incrédulos, etcétera”. Este pensamiento marca el compromiso del artista con los Derechos Humanos, con la política, con la denuncia de la intolerancia y los crímenes de odio, su obra hoy está más vigente que nunca.