"Las pymes estamos con otra expectativa acerca de nuestros negocios"
Por Agustín Mina
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo se encuentra la situación de las pymes en este momento donde se cruzan la crisis y la pandemia?
Damián Regalini: Las pymes estamos con otra expectativa acerca de nuestros negocios. Se han mejorado variables fundamentales que afectan a nuestra rentabilidad: los costos de financiación y los costos energéticos. También, hay que decir que todavía hay una gran cantidad de colegas que están siendo afectados por las medidas de restricción en el funcionamiento de sus negocios debido a la pandemia. El panorama se puede definir como mixto. Encontramos dos segmentos: aquellos que todavía sufren cierta restricción por motivo de la pandemia y aquellos que no están sufriendo esas medidas y que están vislumbrando este cambio de expectativa, dado por las políticas del gobierno entrante, que han modificado aspectos fundamentales.
APU: ¿Cuándo creen que comenzará la reactivación de la industria y el consumo?
D. R.: La reactivación, creo que va a empezar a sentirse fuerte cuando vaya bajando el nivel de restricción. No obstante, los niveles de actividad de la industria y el consumo están mejorando, eso se ve en las mediciones del INDEC. Si bien en la comparación interanual, todavía estamos por debajo de los niveles del año pasado, hay una mejora que se va notando mes a mes, eso está a la vista en las estadísticas. Insisto en que se va a sentir fuerte a medida que nos vayamos alejando de la pandemia.
APU: ¿Cuál crees que debería ser el rol político del empresariado nacional en este momento de crisis económica y sanitaria?
D. R.: Me parece que el rol político es el mismo de siempre. Los empresarios que trabajamos gremialmente tenemos una mayor responsabilidad en tanto y en cuanto tenemos que tratar de aclarar y transmitir a la opinión pública que los negocios están pasando por un momento de turbulencia y que ese momento más que enojarnos, tiene que ser interpretado en el contexto de un fenómeno que es extraordinario a nivel mundial. Los negocios no están funcionando ni en nuestro país ni en ningún lugar del mundo como antes. En este sentido, la función política de los que estamos comprometidos en la actividad gremial empresarial pasa por esclarecer y poder bajar el nivel de expectativa en una situación en donde el rendimiento de los negocios tiende a la baja. Entonces comprender que este fenómeno tiene que ver con una pandemia parece una verdad de Perogrullo, pero hay que aclararlo, manifestarlo, y hay que buscar siempre el reflejo en el exterior porque pareciera ser que, para la oposición, todos los males que suceden hoy en la Argentina, en el mundo de los negocios, tienen que ver con una falla de la política económica del gobierno actual, cuando en realidad lo que está sucediendo es otra cosa. Estamos heredando primero, una gran crisis económica y estamos viviendo una situación extraordinaria que nos afectó a nivel universal. El rol político pasa por aclarar esas verdades. Para quiénes estamos comprometidos con un proyecto de país que, apuesta por el desarrollo, por una economía productivista, industrialista, que apunte a la inclusión, para esta gente es una verdad de Perogrullo. Por eso tenemos que salir y aclararlo.
APU: Si tuvieras que hacer un balance: ¿Qué pasó con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) durante los últimos cuatro años y cómo se encuentran ahora?
D. R.: CAME en los últimos años vivió una situación extraordinaria: rompió con la tradición de la entidad de ser una organización preocupada únicamente por la defensa del interés de las pymes. Promediando el gobierno de Cambiemos, la entidad sufrió la llegada de dirigentes en los altos mandos, más preocupados por defender las políticas partidarias del gobierno anterior que por defender el interés de las pequeñas y medianas empresas. El gobierno de Macri dejó un tendal de 25000 pymes quebradas, mientras que estos altos mandos en CAME hacían un silencio cómplice. No sólo eso, sino que prestaban la entidad para la puesta en escena de la supuesta preocupación que tenían los funcionarios del gobierno de Macri respecto al futuro de las pymes. Incluso, hemos vivido situaciones grotescas durante la campaña en la cual la entidad también se prestó para el desfile de los candidatos de Cambiemos, que se presentaban como garantes del renacimiento de las pequeñas y medianas empresas que ellos mismos habían quebrado.
APU: ¿Qué dificultades puntuales tienen en este momento para poder salir adelante?
D. R.: La dificultad que presenta hoy la entidad, es que todavía tiene en su conducción a estos dirigentes que están más preocupados por ayudar a Cambiemos. La entidad está viviendo una situación dual, en la cual, por un lado, coexisten grandes y excelentes dirigentes y empresarios, con estos otros dirigentes que tienen mayor preocupación en defender a la oposición que en defender a las pymes. Esa es una gran dificultad porque la entidad tiene un direccionamiento bastante ambiguo por la interferencia de estos intereses partidarios que no deberían existir.
APU: ¿Qué te parecen las medidas tomadas por el gobierno en lo que refiere a las pequeñas y medianas empresas y qué otras medidas creen que hacen falta para poder poner de pie al sector?
D. R.: Las medidas tomadas hasta ahora están en el sentido adecuado para que las pymes y la industria recuperemos la rentabilidad que hemos resignado en manos de los monopolios energéticos, de los bancos. El gobierno de Macri había habilitado una transferencia de recursos enorme desde el sector productivo al financiero y energético, contradiciendo la lógica de todos los países que trabajan para el desarrollo y para la construcción de sociedades inclusivas en donde tanto la energía como los costos de financiación están subsidiados. El gobierno de Alberto Fernández está revirtiendo esa tendencia, esas políticas son clave para la recuperación y para que salgamos del pozo. Creo que faltaría ajustar algunas cuestiones que tienen que ver con la reglamentación del Banco Central, que durante muchos años estuvieron diseñadas por técnicos del neoliberalismo, sintonizadas para que los que ganen sean los bancos y los grupos concentrados. Falta consolidar un modelo de país productivo, de país en vías de desarrollo, con instituciones, con organizaciones que asistan y que ayuden a este objetivo.
APU: ¿Qué lugar te parece que ocupa o va ocupar en los próximos años la producción de las pequeñas y medianas empresas en el país, en contraposición con el modelo económico de los últimos cuatro?
D. R.: El protagonismo de las pymes va a seguir siendo el mismo, siempre es importante nuestro rol en la economía nacional. Lo que vamos a tener si seguimos creciendo en esta dirección y se sigue profundizando el modelo que desde los inicios del gobierno de Alberto Fernández se va vislumbrando, son pymes más pujantes, con más proyectos, con más expansión. Esto es como cualquier actividad que practica un ser humano. Si le das tiempo y le das previsibilidad, tenés grandes rendimientos. Las pymes necesitamos consolidar políticas macroeconómicas que le den nafta a los motores de nuestros negocios y que permitan primero estabilizamos en el mercado interno y después pensar en exportar. Tenemos la potencialidad, la tecnología, somos empresarios, tenemos dos piernas, dos brazos y una cabeza igual que los empresarios de cualquier lugar del mundo. Lo único que necesitamos es un entorno de políticas que se sostengan a largo plazo para tener éxito y para ser más protagonistas y aportar las divisas que hoy están haciendo falta.