Clarín, a la carga otra vez contra Thelma Fardín
Por Milagros Carnevale
Este miércoles 23 de septiembre en Clarín publicó una nota en la sección de espectáculos sobre el regreso a la pantalla de Thelma Fardín. La pregunta es ¿Por qué? Evidentemente no para destacar su trabajo en la película Giro de Ases, sino para ponerlo en tela de juicio. A Hernán Firpo le importa muy poco cómo hizo Thelma su personaje, o cómo fueron los ensayos. Sólo le interesa saber si pidió no darle besos a hombres, o si pidió no compartir escenas con hombres, o si el director pensó en ella apropósito para escribir al personaje.
El periodista califica a Fardín como “una actriz más que estimable”, como “todo un hallazgo” para mucha gente (entre ella él mismo) que sólo la conoce por el caso Darthés y no por su extensa carrera artística. Compromete al director, Sebastián Tabany, preguntándole si era consciente, al contratarla, de que se estaba metiendo con alguien que podía llegar a provocarle “la misma presión que Marlon Brando”. Esta nota es el ejemplo perfecto de lo que es meter el dedo en la llaga.
Este tipo de periodismo de espectáculos (si es que se le puede llamar así) debería llamarse periodismo del escándalo. Es retrógrado intentar buscar razones por las cuales a Thelma le dieron el papel de una lesbiana. ¿Qué es lo que tiene de interesante? En 2018, tiempo después de la explosión mediática del caso Darthés, se la vio contenta en redes sociales y cuestionaron su felicidad.
Ahora, le cuestionan la vuelta al trabajo. Como si una persona abusada no tuviera derecho a disfrutar la vida ni a trabajar de lo que le gusta. O a sacarse fotos en ropa interior. O a tener sexo. O a tener una vida que no gire en torno al trauma. Siguiendo esa lógica, la mayor parte de las mujeres debería ser miserable y estar desempleada. Si los medios quieren buscar escándalo, que lo hagan, porque también es un trabajo. Pero hoy, en el siglo XXI, en plena revolución feminista, ya deberían saber que no todo es material para eso.