Amor y anarquía: una comedia romántica cargada de seducción y rebeldía

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Amor y anarquía: una comedia romántica cargada de seducción y rebeldía

07 Noviembre 2020

Por Jazmín Manuel

El pasado 4 de noviembre se estrenó la primera temporada de Amor y Anarquía. Durante ocho capítulos, la serie dirigida por Lisa Langseth narra la historia de Sofie (Ida Engvoll), una mujer casada y madre de dos, que empieza a trabajar como consultora en una reconocida editorial de Estocolmo. En su nuevo trabajo conoce a Max (Björn Mosten), técnico informático de la empresa, con quien inicia un divertido juego de seducción que la lleva a romper con sus estructuras y a liberar su verdadera personalidad.

La protagonista se presenta, en un principio, como una mujer seria, elegante y ambiciosa, llevando una vida estructurada entre la crianza de sus hijas y las reuniones sociales a las que debe asistir con su esposo, casi por obligación. Podemos apreciar cómo el personaje, dentro del estilo de vida que lleva y que no parece disfrutar, tiene ciertos momentos en la intimidad en los que se libera de los mandatos que se ve forzada a seguir. Eso es lo que la lleva a conocer en profundidad a Max.

A lo largo de la tira, esta pareja de polos opuestos se empuja el uno al otro a salir de su zona de confort y se animan mutuamente a afrontar los problemas en sus vidas de formas diferentes. Podemos apreciar, durante toda la temporada, cómo ambos no sólo se complementan, sino que también construyen un lazo de fuerte confianza y compañerismo. Sin embargo, el principio de esta historia es incómodo y repudiable, ya que todo comienza con una extorsión de parte del jóven, que amenaza a Sofie con mandarle una foto íntima de ella al dueño de la editorial. Sorprende que, aún en pleno 2020, se sigan romantizando actitudes de extrema violencia como ésta.

 

El inicio es un gran problema porque en el resto de los episodios la química entre los personajes y las divertidas escenas que comparten nos hacen olvidarnos de cómo empezó todo. Si lo recordamos, nos puede generar una sensación de rechazo que podría haberse evitado en el punto de partida de la narración. Un comienzo totalmente evitable, que, además, jamás vuelve a mencionarse a lo largo de la serie, por lo que tampoco se termina de entender en qué aporta a la trama.

El resto del elenco es entrañable, inteligente y simpático, incluso teniendo sus graves fallas y defectos. Los conflictos no sólo se centran en Sofie, sino que también somos testigos de las distintas problemáticas en el trabajo, en el que todos los personajes de la oficina se centran en salvar a la editorial de la quiebra y evitar venderla a una plataforma de streaming. Otra de las historias secundarias es la de la hija mayor de Sofie y el vínculo cercano que tiene con su abuelo, padre de la protagonista, que convive desde hace años con trastornos ligados a la salud mental.

Seductora, divertida y dramática por momentos, Amor y Anarquía es la nueva sorpresa de Netflix. Sus capítulos duran aproximadamente media hora, por lo que es atrapante y además fácil de digerir. Una historia que se centra en una mujer que se rebela de los límites que construyó para ella misma durante años y se entrega a expresar su forma de ser con libertad y seguridad. Con un final abierto, nos invita a imaginar que contará con una segunda entrega, aunque todavía no hay ningún anuncio oficial.