En Formosa no hay ninguna "primavera árabe", por Alejandro Crivisqui
Por Alejandro Crivisqui
La periodista macrista Devora Plager, en una columna en el Cronista, habla de que en Formosa se estaría llevando a cabo algo similar a la “Primavera Árabe” donde en Egipto y otros países del Medio Oriente los jóvenes “autoconvocados” por las redes sociales se organizaron, movilizaron y voltearon a diferentes gobiernos. ¿Eso pasa en Formosa?
Primero, digamos que en Formosa no tenemos ni la estación de la primavera, desde que los neoliberales como Menem cerraron el ferrocarril y solo nos quedó la estación de tren y la estación del verano eterno. Con Néstor y Cristina tuvimos una primavera política y económica histórica, dimos el gran estirón para lograr la base de la infraestructura para el desarrollo provincial, que abruptamente se detuvo cuando llego el empresario Macri al gobierno nacional, quien como Menem y De La Rua, no invirtió ni un ladrillo (literal) en esta provincia. Son los mismos gobiernos admirados con nostalgia por Plager, a la cual se la ve últimamente con mucha ansiedad por lo que vive en esta provincia. ¿Por qué tanta ansiedad? Si bien no soy psicólogo, creo que su ansiedad está sustentada en el temor a que en las urnas otra vez no puedan con Gildo Insfrán y su “mal ejemplo” de "Estado Presente Peronista" pueda expandirse por el país. Por eso buscan un golpe blando contra Insfran antes de las elecciones. ¿Si es tan malo, por qué no esperar a la supuesta y previsible derrota electoral?
Recordemos que el resultado de la “Primavera Árabe” no fue el deseado por los movilizados por las “redes” si no el que buscaba la CIA. Esto es, el caos, la radicalización, el auge del fundamentalismo islámico, la continuidad de las monarquías. Las familias reales de Medio Oriente tuvieron una buena Primavera Árabe, incluso mejor de lo que hubieran esperado, pero nada cambió para los que se movilizaron por la “libertad”. Lo mismo sucedería aquí en Formosa, si lograsen sacar hoy del gobierno a Insfrán. ¿Qué vendría? El patrón ¿Buryaile? ¿El eterno senador Naidenoff que jamás administró ni una calesita? ¿Acaso la oposición tiene los equipos de gobierno como para superar la gestión de Insfrán? La respuesta es sencillamente no.
Lo que vendría sería muy diferente a lo que sueñan los inducidos por TN y Cambiemos, ya que lo que se esconde detrás de esta movida política, mediática y judicial, es una cuestión que escapa al conocimiento incluso de quien escribe estas líneas, ya que hablo de un plan geopolítico de gran escala. Insfrán es un escollo para la “Patria Sojera” que no pudo cruzar el Rio Bermejo y hacer pie en Formosa y tuvo que saltarla para cruzar como lo hizo al Paraguay, donde se expandió desalojando campesinos y originarios. Esta "Patria Sojera" es binacional y necesita a Formosa para unir sus propios márgenes a sus territorios en Paraguay y parte del Brasil. No le podemos pedir a los que luchan en Formosa por la supuesta “libertad, que no es más que individualismo frente a lo comunitario, que vean más allá de sus propios ombligos y sepan distinguir en el medio de la humareda de la batalla quien es el amigo y quien es el enemigo. Sabiendo que en una pandemia el único enemigo es el coronavirus y también es todo aquel que impide tu vida, que no te ofrezca acceso a la salud pública y gratuita de calidad. Y amigo es el que te permite vivir, en este caso, vivir un año sin contagios comunitarios en toda la provincia.
Plager, a cuadras del Obelisco porteño, escribe sin conocer Formosa, pero nosotros estamos tranquilos ya que somos profundamente democráticos (cosa que ella no lo es). En Formosa deciden los formoseños, no los porteños, gracias a Dios (ya sabemos cómo eligen los porteños). Será en unos meses cuando el pueblo, en las urnas, decidirá el destino de la provincia. Blager (y tantos otros) no quieren que la soberanía popular se exprese en las urnas, por eso instigan al golpe blando y el caos. Ya lograron filtrar el virus judicial mediante fallos de la Corte Suprema y los Habeas Corpus presentados por los legisladores de Cambiemos que así rompieron la barrera sanitaria que nos protegía del coronavirus, perjudicando la situación sanitaria en la provincia. Para ellos, la vida no vale nada. Para nosotros, una vida lo es todo.