Polémica en la TV Pública: ¿Un reality para buscar relatoras de fútbol?
Por Yael Crivisqui
El pasado martes comenzó por la TV Pública el reality show “Relatoras Argentinas” conducido por Mariano Peluffo. Programa que busca, según el propio conductor, “visibilizar” a mujeres ejerciendo una profesión hegemonizada históricamente por hombres.
Me resulta, por lo menos, llamativo que siendo el objetivo del programa buscar igualdad de oportunidades, desde el vamos este conducido por un hombre.
Pero no es esa la principal contradicción. La madre de las contradicciones allí, radica en que para poder tener una oportunidad laboral nos tengamos que exponer a la espectacularización de nuestros sueños. Tener que rendir examen de nuestras capacidades de manera permanente está en el manual de la lógica machista. Ante qué o quiénes tenemos que demostrar si estudiamos o no, cuánto conocemos del fútbol en general, de los jugadores, etc y bajo qué criterio, teniendo en cuenta la cantidad de relatores y periodistas deportivos, que más que informar, lo que hacen es degradar la profesión y nadie les toma examen de absolutamente nada. Y allí están: cobran un sueldo, siendo esenciales y mayoría.
Lo que resaltaba al comienzo, respecto a la conducción de Peluffo en un programa que en teoría pretende mostrar una problemática de asimetría, que es real, es una práctica que, lamentablemente, vemos con frecuencia. Esta semana, de hecho, vimos un tweet de Facundo Moyano, en el cual mostraba una foto de una mesa integrada, literalmente, por todos hombres que, entre otras cosas, estaban discutiendo perspectiva de género en los sindicatos. Más grafico imposible. Hombres tutelando, discutiendo o conduciendo por nosotras. Es una conducta sistémica que ya aburre de tanto que lo hemos planteado, y lo venimos combatiendo.
Por otro lado, ya que estamos en el terreno del fútbol, no solo hay desigualdades en el relato de las transmisiones, sino en la disciplina misma con el femenino. Todos los relatos, que vimos hasta acá, de las participantes para poder ingresar en el certamen, fueron del masculino. Seguramente habrá sido un acto espontáneo, y no adrede, pero vale observarlo para que también reflexionemos sobre lo naturalizado que tenemos incluso nosotras la hegemonía masculina en el deporte.
No debería ser la exposición mediática en un show y compitiendo entre nosotras, lo que abra oportunidades para lograr equidad en los medios, en los programas de periodismo deportivo y en los relatos, sino que debería ser el Estado, con políticas públicas, el que garantice ese camino. Acabamos de sacar una Ley que promueve la paridad en los medios de comunicación y es por ahí. Son años, décadas, de disputar el sentido común machista, espacios de responsabilidades institucionales y la calle, para poder acceder a lo que, en definitiva, se trata de justicia social: más voces de mujeres y disidencias trabajando y rompiendo con los discursos y relatos únicos. Con este precedente, no tenemos por qué esta sujetas a que nos midan y juzguen si estamos o no aptas para poder trabajar de lo que añoramos y nos apasiona. Tener que pasar por un reality show de estas características, es más lo que atrasa en nuestra lucha, que lo que nos visibiliza.