Gastón Massenzio: “Si quisiera mostrar lo que soy como artista y persona sería este el disco”
Por Boris Katunaric
Foto de portada: Sebastián Molina
Fotos de interior: Nora Lezano
AGENCIA PACO URONDO entrevistó al músico Gastón Massenzio por la salida de su último disco homónimo, compuesto íntegramente en el piano, su primer instrumento, y con la compañía de grandes artistas como Lucy Patané y Fernando Samalea.
AGENCIA PACO URONDO: En este disco volvés al piano, tu primer instrumento y el contexto de pandemia te llevó a ese lugar más bien genético (en el sentido de génesis).
Gastón Massenzio: Lo que sucede es que a muchos nos pasó que, en este contexto, fuimos llevados a una reflexión forzosa global. Me pasó que esto no comienza con una motivación de hacer un disco ni ningún tipo de proyección al respecto, sino como un mecanismo de salvataje personal que fue aferrarme a eso que era lo que sentía básico, esencial en mi vida. Lo que sucede es que me encontraba tocando el piano todos los días hasta tarde, las lecturas mías, lo que leía y escuchaba y tocaba. Yo venía de muchos discos de experimentación, afinaciones alternativas en la guitarra, las texturas, las polirítmias. Iba por lugares muy diversos, muy puntuales, quizá fueron representativos de mí en parte, pero no de esta manera. Porque lo que pasa es que empieza a aflorar toda mi historia y todo mi presente. Una pata era mi formación como músico y como escucha, como persona que se crió escuchando Los Beatles, Charly García, Queen, Elton John, Carpenters, Fito Paez, Vangelis, toda esa mezcla. Creo que eso estuvo guardado en mis discos anteriores porque tuve aproximaciones más conceptuales. En este caso, como dejé la guitarra de lado y empecé a centrarme en el piano, empezaron a aparecer todas mis historias condensadas y a aparecer cosas que yo nunca había tocado, pero que sí tenían que ver con lo que yo había escuchado, no con lo que había tocado. Entonces fue toda una revelación encontrarme con músicas que eran tan representativas de mí pero que a la vez no resonaban tanto con mi pasado y mi presente y fue como que estaba empezando de cero, una nueva etapa o algo así.
APU: Con respecto a las letras, en algunos momentos, hay como una necesidad de transparencia. “Yo quiero que ya salga el sol”, que se disipe cierta neblina o cierta cosa más densa.
G.M.: Por ahí suena solemne, pero la palabra es pánico, porque es como una revelación y un cambio en lo que yo quería decir, eso me llevó a escribir desde un lugar de cierta transparencia como decís vos, despojo, desnudez. Era la urgencia de sentir que en este contexto todo es efímero y más efímero, me empezó a hacer cuestionar la motivación real por la cual yo quería hacer música ¿Qué quería decir? ¿Qué quería comunicar? Y se extrapoló también hacia algo: qué quiero dejar, más allá de que no estuviera pensando en morirme, sino que me empezó a pesar tanta muerte alrededor. Y empecé a pensar en qué quiero dejar, quién soy realmente. Eso tiene que estar muy despojado de implicancias abstractas, eso tiene que ser, sin perder la lírica y la poética, concreto en lo que refiere a lo que siento o incluso a lo que podría resonar en el otro u otra, porque si uno habla de la vida, la muerte, las soledad, el amor, del desamor, del duelo de la alegría, de lo cotidiano, de pesadillas, de fantasmas, de lo que te persigue, de lo que añorás, de la muerte (ya dije muerte) eso es lo que uno es y es como ese refrán de Tolstoi que dice “Si quieres pintar el universo pinta tu aldea”. Creo que la realidad de uno que resuena en el otro tiene que ver con todas estas pulsiones tan primarias, tan fundamentales. Y a mí me resonaban y necesitaba sacarlas afuera. Cuando alguien hace algo cristalino porque es sincero es probable que el otro se vea reflejado.
APU: Por lo que me sugirió también, pensando en que tu primer disco es un disco de covers de Elliot Smith, seguiste con mucha experimentación y ahora este es un disco que lleva tu nombre. Es como una refundación, en el buen sentido, sin quebrar, sin romper con lo anterior, pero sí como diciendo “a partir de acá es otra cosa”.
G.M.: Lo siento así, uno nunca sabe qué pasará después, pero sí, siento ese nuevo punto de partida, ese nuevo comienzo y también creo que lleva tiempo encontrarse y entenderse. Entonces pensar en el Gastón de los treinta años me resulta muy joven, como post adolescente por más que no lo haya sido, pero lleva tiempo entender los procesos de uno. Hasta decir “ah bueno, este es mi eje”, todo es parte del trayecto y es parte del camino y del cual estoy orgulloso o complacido con el recorrido y con todo lo que hice. Pero sí sentí muy fuerte y por eso decidí ponerle mi nombre al disco, que este era el nuevo punto de partida, un nuevo comienzo. Nunca lo había sentido antes en los cinco discos que hice y por algo no fue, pero en este momento sí, si quisiera mostrar lo que soy como artista y persona o carta de presentación sería este el disco.
APU: Laburaste con musicazos: Lucy Patané, Samalea…
G.M.: Lucy es gran amiga de hace muchos años y productora de dos de mis discos, La presencia y Niebla. Claudio Lafalce fue quien produjo el disco que es un gran músico y amigo también. Siempre he tocado con gente amiga que admiro y que la admiración es mutua. entonces en esos lazos de empatía se construye algo que es más superador que grabar con un cesionista o algo así, no porque sea algo malo sino porque es la manera que tengo de concebir la música. Con Sama yo había tocado hace muchos años en un ciclo de cine musicalizando películas mudas. Y cuando estábamos grabando los pianos en el estudio Kimono estaba él de visita y no sabía, cuando voy al room estaba escuchando las maquetas. Cuando lo encuentro me dice “Me encanta esto, me dijo Claudio que no tenés baterista ¿querés que grabe en tu disco?”, yo ya estaba en el paraíso, fue re emocionante. Todos maestros, desde Claudio Lafalce. que el disco tiene la calidad que tiene por el trabajo que hicimos conjuntamente. Y todos los músicos y músicas que participaron se pusieron al servicio de la canción. Fue todo un sueño, podría decir. La mezcla la hizo Martín Misenta junto con Claudio y el mástering lo hizo Mariano López que es un histórico ingeniero de Ceratti. El sonido que se logró fue inmejorable.
APU: ¿Cómo fue la elección de las canciones?
G.M.: Es loco lo que me sucede cuando compongo música porque no compongo un tema y después otro. Empiezo a componer ideas que van germinando a la vez, se me genera como un concepto, empiezan a aparecer todos los temas juntos. Todos van creciendo y lo que no crece va quedando en el camino y para cuando los temas estaban definidos eran esos nueve, ni más ni menos. Entonces no hubo ninguna necesidad de exhumar ninguna canción vieja ni de salir a buscar nada porque todo respondía al mismo periodo de tiempo que fue entre junio y noviembre de 2020, fue ese lapso de tiempo y al momento de llegar al estudio estaban todos los temas presentados. El concepto del disco también, lo iban despuntando un poco los caracteres de las canciones, pero al momento de definir la preproducción estaba bastante claro.
APU: ¿Cómo pensás un futuro post pandémico si todo sale bien, y nos podemos vacunar y poder volver a salir a recitales?
GM: Ojalá que esta refundación se haga extensiva al resto de la realidad. Porque una vez que eso suceda sería poder empezar a ensayar con la banda, tranquilos, encontrarnos en el estudio y proyectar en algún futuro cercano, cuando no se ponga en riesgo la salud de nadie, hacer una presentación a todo trapo del disco, en algún lugar hermoso, grande, pensar en varias fechas, salirlo a tocar, ir a Córdoba, Santa fe, Mendoza, Salta, Ushuaia, poder recorrer. Por ahí hacer una edición en vinilo, todo lo que se pueda soñar poder armarlo y proyectarlo, esa es mi idea para cuando esto pase.