"Homenaje a Horacio González", relato de Daniel Nico
Por Daniel Nico | Foto: Natalia Pasquino
Revuelo en Los Inmortales, emblemático bar con billares, tableros de ajedrez y enorme biblioteca. Avisan que llega González; los parroquianos se sorprenden porque parecía que no era el momento, pero sí, era. En general no se preparaban mucho pero esto era groso.
¡Horacio González en Los Inmortales!
El tema era quién lo iba a recibir, porque todos querían hacerlo. El Rufián Melancólico decidió arbitrar quién o quiénes serían los elegidos.
-¡Propónganse los postulantes!- ordenó.
Los peronistas descontaban que desde sus filas saldría el afortunado. El primero fue Cafiero que alegó su elegancia y su aspecto señoritil que le había endilgado alguna vez Horacio para hacer las cosas correctamente.
El Rufián bajó el pulgar.
La segunda fue Evita, que tenía muchas posibilidades pero se excusó porque sabía que su reacción sería abrazarse como lo hizo con Perón sin poder decir ni bienvenido.
El que podría hacer un gran discurso sería Cooke pero el gordo estaba lejos del revuelo bailando un tangazo recordando el 24 de junio.
Néstor fue otra gran opción pero el rufián optó por darle posibilidades a otras pasiones.
-¡A ver Marx! ¿Usted qué dice?
Silencio.
-¿Volvería a decir que la religión es el opio de los pueblos?
-¡No! Hoy diría que el opio es la religión de los pueblos y si me apura que la religión es el odio entre los pueblos.
- ¡Tachado!- dijo el Rufián.
-¡Usted Nietzsche! ¡Diga algo!
-No hay hechos, hay interpretaciones -exclamó- Por esta gran frase tendría que ser yo el que la reciba y agrego otra que dije hace muchos años y me posiciona más contundentemente: “Yo antes era fanfarrón, pero ahora me curé, soy perfecto”.
Un silbido atronador lo sacó de carrera.
-Sigamos con los filósofos ¡Usted Heidegger! ¿Se anima?
En perfecto alemán pero traducido por el Rufián dijo:
-¡Tás loco! ¡Me caga a pedos!
-Vamos a los artistas ¿Usted qué dice Chaplin?
-Yo solo hice algunas películas y armé Artistas Unidos ¡Qué podría decirle cuándo lo viera!
-¡Picasso! ¡¡Picasso!! ¡Diga presente!
-No está - dijo Modigliani- Vendió un dibujo africano una fortuna y se fue con Marilyn a tomar mojitos con Hemingway.
La cosa se desmadró porque algunos gritos y silbidos empañaron la asamblea.
Entonces…
¡Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó parar!
Fidel se agachó un poquito para consultarle al Diego, con el que venía de gran charla y el diez estuvo de acuerdo. Con voz firme ordenó:
–A Horacio González, que maneja como nadie la palabra, lo van a recibir vos Mudo y vos Sordo porque son los que más se le parecen.
Obedientemente fueron a pararse a la puerta de Los Inmortales, Gardel y Beethoven.
Con el mayor de los respetos, gracias compañero.
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Daniel Nico vive en Bariloche, además de herrero forjador y pensador contemporáneo (como todos) realizó y condujo los programas de radio El alma en orsai; Pongamosle; Misas herejes y Ser guapo es laburar.