Miradas sobre Alberto Szpunberg: “Guardianes de Piatock”

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    Szpunberg
    Ilustración: Matías de Brasi
Informe de un día

Miradas sobre Alberto Szpunberg: “Guardianes de Piatock”

28 Agosto 2022

Alberto Szpunberg, poeta argentino, nació en Buenos Aires en 1940. Fue docente universitario, periodista y militante político. En 1977 se exilió en España. Regresó a la Argentina en 1984.

Ediciones Biblioteca Nacional publicó recientemente un libro homenaje con poemas elegidos y comentados por compañeras, compañeros y allegados del escritor. Guardianes de Piatock, miradas sobre Alberto Szpunberg, compilado por: Judith Said, Lilian Garrido y Miguel Martínez Naón, se presenta el día 30 de agosto, a las 18h en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

Guardianes de Piatock reúne distintas voces que lo evocan: Horacio González, Teresa Parodi, Judith Said, Jorge Elbaum, Lilian Garrido, Eduardo Romano, Alicia Genovese, Rafael Vásquez, Jorge Quiroga, Roberto Baschetti, Susana Szwarc, Araceli Lacore, César Stroscio, Jorge Sarraute, Eduardo Jozami, María Rosa Mó, Julián Axat, Eugenia Straccali, María Malusardi, Emiliano Bustos, Jonio González, Boris Katunaric, Carlos Aldazábal, Miguel Martínez Naón, Fernanda de Broussais, Graciela Daleo y Juan Sasturain. Con ilustraciones de Nora Patrich. Un conjunto de miradas que lo recuerdan a través de sus poemas y experiencias de vida.

Guardianes

Con el leve movimiento del vals van pasando de a uno/a leer su poemas elegidos y a comentarlos

Guardianes de Piatock es un encuentro. Podría ser en El Federal o en algún otro bar porteño que Alberto Szpunberg frecuentara. La mesa es grande y el tango de fondo se fusiona con el sonido armónico de los vasos de vidrio y  el roce de cubiertos. Las voces se mezclan, se confunden, se complementan, alguien ordena, Horacio, tal vez y entonces se escuchan una a una las anécdotas, como un homenaje continuado que en algún punto espera la intervención del protagonista.

Con el leve movimiento del vals van pasando de a uno/a leer su poemas elegidos y a comentarlos. El libro es una obra conceptual, un mural colectivo donde compañeros y compañeras aportan su pincelada para dejar la huella perfecta.

Los trazos sutiles y propios construyen el perfil del poeta. Las elecciones de los poemas fueron personales sin embargo, el trabajo de compilación es un tejido que une las partes para formar un telar único y prolijo. Un mar de palabras que se cruzan para llegar a la misma orilla como tango, río, memoria, militancia, ausencia, compañero, exilio, lluvia, amor, guerra, olvido. Hay melancolía, romanticismo, profundidad ideológica, también barrio, pertenencia, música y amistad.

“Todo en Szpunberg tiene delicadeza en el mínimo detalle y una melancolía grandiosa, que lleva a olvidos pasmosos. Entre lo melancólico y el pasmo del olvido está el amor, visto en forma panteísta. Está en todos lados y el problema es que nadie lo tiene por completo,” escribe Horacio González.

“Todo en Szpunberg tiene delicadeza en el mínimo detalle y una melancolía grandiosa, que lleva a olvidos pasmosos. Entre lo melancólico y el pasmo del olvido está el amor, visto en forma panteísta. Está en todos lados y el problema es que nadie lo tiene por completo,” escribe Horacio González.

El rescate del olvido, las voces que ya no están ocupan gran parte de su obra, como escribe Teresa Parodi: “Alberto repite desde el papel escrito para que quede constancia de que su voz es la que resume las voces que no se callan y gritan y resucitan y ahondan nuestro camino que nunca se vuelve atrás.”

Alberto Szpunberg también fue periodista en la Agencia Paco Urondo, Miguel Martínez Naón y Boris Katunaric rescatan los momentos de resistencia en su columna denominada “Exilios.” “Los Exilios de Alberto son un género literario en sí mismo, con una doble connotación: la crónica y la poesía. Son ese momento del recuerdo que tiene el doble sentido que Alberto también tiene en su poesía. No son memorias ni anécdotas. Son momentos de una vitalidad extrema, con la iluminación que sugiere la idea y creación de un poema,” escribe Boris.

El conjunto de voces resuena en el nosotros de los versos, con la vibración de una respuesta certera. “Escribir sobre Alberto es una caricia.” Dice Judith Said y agrega: “Sus manos, sabemos, tienen rugosidad de libro. Se parecen a los miles de páginas que han transitado. Sus pasiones, sus tambores, sus llamadas contienen el sueño de una generación y también su legado.”

La poeta, Ara Lacore en su texto expresa: " Es la justicia poética que llega para nombrar al que ya no puede nombrarse " quizá esta frase sintetice la función y la importancia de este libro.