João de Deus: ¿Santificado sea tu nombre?
Por Agostina Gieco
João de Deus, cuyo nombre real es Joao Teixeira de Faria, es un curandero brasileño que desde la década del 70 se destacó por realizar encuentros religiosos, espirituales y de medicina no convencional. La Casa de Don Ignacio de Loyola ubicada en Abadiânia, en el estado de Goiás, Brasil, es el lugar en donde se ganaba la vida. Allí, afirmaba ser poseído por diferentes santos, llamados popularmente “entidades”, que le otorgaban poderes sobrenaturales para enfrentar todo tipo de enfermedades.
Al principio la Casa recibía sólo visitantes locales pero, a medida que su nombre era difundido cada vez más, João se convirtió en una celebridad. Incluso Ophra Winfrey se acercó para verlo. No visitó el Cristo Redentor, sino al curandero de una localidad céntrica que lejos estaba de ser turística. El hombre no contaba con una licencia para ejercer medicina, pero su poder se encontraba en otro lado. Para algunas de sus técnicas utilizaba elementos de cocina sin esterilizar y sin aplicar anestesia. Otras se relacionaban más con la fe y las energías que sus pacientes creían recibir cuando los y las tocaba.
Sin embargo, el ritual tenía un lado más oscuro. João se aprovechaba de la situación de vulnerabilidad de esas mujeres que acudían, a veces para curarse ellas mismas y otras para ayudar a alguna persona querida. El curandero les ofrecía sesiones privadas y las conducía a un cuarto separado de los demás. Les hacía cerrar la puerta y los ojos, e iniciaba su “tratamiento”. En esa instancia comenzaban los abusos, utilizando como excusa energías y sustancias del más allá. Para agregarle una cuota de cinismo, les decía que si hablaban de lo sucedido no se curarían, incluso llegando a amenazas directas.
João afirmaba que, una vez que los espíritus o santidades ascendían al cielo y eran expulsados de su cuerpo, él no recordaba nada de lo ocurrido. Por otro lado, comentó que, si llegó a suceder una situación de abuso sexual, había sido la intención de esa “entidad” dentro de sí, por lo que él no era el responsable. Además, los devotos aseguraron que si él había cometido ese tipo de delitos fue porque “seguramente era la única forma de curar a la mujer”. Tres argumentos que desligan al abusador de su crimen y su responsabilidad.
Durante los cuatro episodios de esta miniserie documental, dirigida por Camila Appel, hay testimonios de víctimas, familiares, amistades y distintas personalidades políticas, entre otras. Al mismo tiempo se muestran las redes de poder que había extendido sobre Abadiânia, como por ejemplo la autorización y comisión para comerciar. Buscaba controlar cada aspecto para que nadie hablara de lo que sucedía.
João de Deus: curandero y criminal es otro de los true crime que Netflix sube a su plataforma, en una larga lista de ofertas. Narra la historia de un hombre que sacó ventaja de estar en uno de los países más espiritistas. Un hombre que se aprovechó de la situación desfavorable de muchas mujeres, y de las sólidas creencias que éstas tenían. Pero además, resalta la importancia de la denuncia cuando la impunidad deja de ser una opción.