Ciudadela: denuncian que un joven se encuentra preso hace seis años por un crimen que no cometió
Por Diego Moneta
Gabriela Maldonado es madre de ocho chicos. Vive en Ciudadela. Con mucho esfuerzo se encargó de su crianza, incluyendo una nena con discapacidad. “Nunca supe lo que era ir a buscar a uno de mis hijos a la comisaría”, cuenta en referencia a la situación de Brian, de 18 años. El joven trabajaba y estudiaba en la Escuela Técnica N° 4 con especialidad en maestro mayor de obras, pero a partir de ser mero acompañante de uno de los amigos, acusado de cometer un crimen, le adjudicaron responsabilidad y lo detuvieron y, desde entonces, hace más de seis años, Gabriela pide que alguien le de respuestas.
El 23 de enero del 2015 fuerzas de seguridad allanaron su casa en búsqueda de Brian. Tras ingresar golpearon y pusieron contra el piso a otros dos de sus hijos, de 16 y 14 años respectivamente, y a uno de sus amigos de 13. Cuando Gabriela llegó al comedor y se encontró con la situación, el fiscal a cargó dijo que se trataba de un error, que pensaron que uno de ellos era Brian. El mayor de esos tres jóvenes, Johann, tiene asma nerviosa y en ese momento entró en crisis. Sin embargo, se negaron a llamar a una ambulancia y una kinesióloga que estaba en el lugar pudo asistirlo.
A Gabriela sólo le informaron que Brian, que se encontraba en otro lugar trabajando, era buscado por homicidio agravado, pero ni ella ni su hijo sabían de qué se trataba la situación. La tarde del día siguiente Gendarmería Nacional se llevó demorado a Johann, agrediendo a la madre en el proceso. Le propusieron un intercambio por Brian pero, ante la explicación de que se desconocía su paradero, Johann fue liberado tras ocho horas con lastimaduras y quemaduras de picana eléctrica por todo el cuerpo. Los hechos fueron denunciados por la Comisión por la Memoria pero únicamente se reubicó a los responsables.
Ese episodio llevó a que, por culpa, Brian se entregara en un operativo policial. Después de varias averiguaciones, Gabriela se entera que le adjudican participación en un hecho de noviembre de 2014, en el que su hijo acompañó a un amigo en remis, dormido durante todo el viaje. Según el expediente judicial, esa persona mató a otra por encargo. Brian quedó detenido en la comisaría de Marcos Paz, donde a lo largo de un mes su familia le acercó comida.
En marzo lo trasladaron a la Unidad n° 5 Mercedes, lugar al que llegó golpeado y sin sus cuatro dientes frontales. Allí recibió las visitas continuas de su madre y también se contagió tuberculosis. En ese entonces, le ofrecieron un juicio abreviado a diez años que no estaba dispuesto a firmar por no estar vinculado. Sin embargo, por algunos problemas en el habla que le dificulta que lo entiendan no quería pasar por esa etapa. Su abogado de oficio le pidió que firmara bajo la promesa de la libertad condicional a los seis años, de los cuales ya había cumplido cuatro, por no tener antecedentes. “Quienes debían defenderlo nunca exigieron nada”, reclama su madre.
En enero de 2020 le otorgan el régimen abierto al ser considerado “partícipe innecesario” del hecho. Fue trasladado nuevamente de la Unidad N° 14 a la N° 30 de Alvear a partir de una escucha por intento de fuga pero fue desvinculado tras la investigación. En la Unidad N° 19 de Saavedra para Gabriela era imposible visitarlo, por lo que ante un pedido de acercamiento familiar lo llevan a la Unidad N° 27 de Sierra Chica.
Entre distintas solicitudes negadas por el juez, hace más de un año que no ve a su hijo. Ante la información de un nuevo traslado, esta vez a la Unidad N° 17 de Urdampilleta, a 350 kilómetros de distancia de su casa, la madre decidió hacer pública la situación. AGENCIA PACO URONDO dialogó con Gabriela a raíz de la denuncia pública.
Agencia Paco Urondo: ¿Cuál fue la actitud de las fuerzas de seguridad a lo largo de este tiempo?
Gabriela Maldonado: Cuando allanaron la casa golpearon a tres menores y la explicación es que se equivocaron. Después de lo de Gendarmería Johann no podía salir solo, sino que íbamos con celular en mano para poder filmar si pasaba algo. Brian fue golpeado mientras estaba en las comisarías.
APU: ¿Qué respuestas le dieron tanto los abogados como las autoridades judiciales?
GM: No hay ninguna respuesta. El juez dice que no le puede otorgar el beneficio de la libertad condicional por la carátula de la causa. La promesa de los abogados quedó en la nada, que encima cuesta mucho ubicarlos y después son evasivos. La abogada le solicita a mi hijo que hable con el jefe del penal, trabajo que tiene que hacer ella. Pido acercamiento y termina cada vez más lejos. Nadie sabe nada y nadie ayuda en nada.
APU: ¿Cuál es la situación de Brian hoy?
GM: Lo único que hizo fue equivocarse al elegir su amigo. Le estropearon la vida a él y al resto de mis hijos. Johann estaba fichado por la policía. Brian era un chico que estudiaba y trabajaba, sin antecedentes, y quedó enganchado porque lo llevaron para usarlo como perejil, a pesar de que el otro también está preso. Mientras más pido que lo acerquen, porque necesito verlo, más lejos lo tengo.