Los poetas de Quinquela
Por Inés Busquets | Fotos: Archivo del Museo Benito Quinquela Martín
Cada artista es testigo de su tiempo. Recorrer las pinturas de Benito Quinquela Martín es un pasaje a las escenas portuarias de la Boca, la expansión obrera, los estibadores, los carboneros y la cultura inmigrante, otorgándole al barrio una verdadera iconografía e identidad pictórica.
Su mirada fotográfica plasmó con detalle cada uno de los sucesos transcurridos y de la vida cotidiana hasta convertir a la Boca en un barrio pintado, al que mucha gente conoce gracias a su paleta de colores.
Archivos Quinqueleanos: Los poetas de Quinquela es un libro del Museo Benito Quinquela Martín prologado y seleccionado por el poeta Rodolfo Edwards. El libro surge de una investigación de material documental de cartas, poemas, partituras y canciones, provenientes del archivo del MBQM, que los artistas, amigos y vecinos le acercaban a Quinquela y que permanecieron en su casa, hoy museo, a través del tiempo, ya que él los guardaba como tesoros.
“Quinquela atesoraba meticulosamente esas demostraciones de cariño en unos archivos prolijamente encarpetados e indizados por autor. Los poetas de Quinquela es una selección de aquellos archivos quinqueleanos que merecían ver la luz en forma de libro,” menciona Edwards.
Allí no solamente se revelan homenajes al barrio, descripciones de acontecimientos y odas a distintos paseos sino que también son formas de gratitud hacia una persona que aportó cuanto tuvo para el bienestar de la comunidad.
Este libro forma parte de los Archivos Quinqueleanos y es una selección de poemas y canciones dedicadas a este gran referente artístico, se presentó en La Noche de los Museos y ya está a la venta en el MBQM.
Quinquela Martín nació el 1 de marzo de 1890, hasta los siete años se crió en la Casa de Niños Expósitos, luego fue adoptado por la familia Chinchella. Dueño de una sensibilidad que lo llevó a recrear con sutileza y extrema pericia cada una de las emociones de los habitantes de la Boca y transfirió su amor por el arte.
Rodolfo Edwards comienza el prólogo diciendo: “El Maestro Benito Quinquela Martín fue mucho más que el pintor de su barrio, también fue un catalizador, alguien capaz de despertar, con su sola presencia, el duende del arte en quien se le acercase. Transmitía por ósmosis esa voluntad de crear y alumbrar la grisácea ciudad con una lámpara de colores vibrantes. A su imaginación le debemos los boquenses tener el barrio más famoso del universo.”
Fundó la Peña del Tortoni: “Agrupación de Gente de Artes y Letras” por donde pasaron Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Héctor Pedro Blomberg, Baldomero Fernández Moreno, Raúl González Tuñón, Nicolás Olivari, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Federico García Lorca, Luigi Pirandello, José Ortega y Gasset, Roberto Arlt, Carlos de la Púa, Roberto Mariani, Gardel, Arturo Rubinstein, Josephine Baker, Juan de Dios Filiberto, Miguel Carlos Victorica, Luis Mengui, Pedro Tenti y Luis Perlotti y luego creó la “Orden del Tornillo” en sus talleres de la Boca. Además se encargó de llevar por el mundo la mística del barrio porteño.
Los poetas de Quinquela es un compilación de poemas y composiciones de Adolfo Ollavaca, Roque Sumiza, Francisco Isernia, Stella Corvalán, Marcelo Olivari, Carlos Casassus, Joaquín Gómez Bas, Julia Prilutzky Farny, Hilda Pina Shaw , Ofelia Zúcoli, Dinah Lesly, Alberto Cosentino, Belisario Roldán (h), Francisco Gallardo Sarmiento (h), Ana Marcone Torcellán, Héctor Pedro Blomberg, Héctor Angeli, Germán Berdiales, Alberto Ghiraldo, Pedro Herreros, Pedro Juan Vignale, José González Carbalho, Pancho Nutria, Jesús Flores Aguirre, Victorino de Carolis, Luba, Juan Manuel Pintos, Eduardo Moreno, Sebastián Piana, Bartolomé Botto, Celedonio Flores, Argentino Valle, Francisco Juan Póliza, Roberto Cerrudo, Ismo P. Aimi, Ricardo Buccicardi, Raquel M. Gansier, Francisco Juan Póliza, Lucas E. Figueroa, Rafael Aiello, Miguel A. Puig, Sara María Amato Tejada, Mario E. Podestá, Miguel Reguera, Venancio O. Colle, Carmen de Córdoba, Luis Farías, Gustavo García Saraví y Jean F. Brierre.
Donde se destacan características singulares del pintor: “Señor de todos los barcos”, “Poeta de la luz y el color” “Maestro de la gente abandonada”, “Artista y genio creador”, “Poeta de mares”, “Pincel marinero”.
“Su pintura es un tratado sobre el músculo trabajador, una sinfonía de racimos del barrio de la Boca,” escribe Rodolfo Edwards y reafirma su trascendencia, el ancla que resiste las corrientes, la huella de colores que persiste al paso del tiempo.