El testimonio sindical de Raimundo Ongaro en "Cristianismo y Revolución"
Por Juan Borges
El periodista de Radio Grafica, Lucas Molinari, dialogó con AGENCIA PACO URONDO y reflexionó sobre la influencia cristiana en el pensamiento del dirigente sindical Raimundo Ongaro, secretario general de la CGT de los Argentinos (1968 y 1973), a raíz de un texto de su autoría publicado en el portal de Radio Grafica.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo definiría la figura de Raimundo Ongaro teniendo en cuenta el contexto de 1969?
Lucas Molinari: Raimundo era un hombre de formación cristiana que como obrero grafico encabezo la llamada CGT de los argentinos. El texto que yo cite en Panorama Sindical es muy interesante por su valor histórico. En un fragmento Raimundo cuenta que fueron pocos dirigentes los que dijeron basta y eso los llevo a motorizar una construcción distinta. Recordemos que la CGT de los argentinos nace cuando la burocracia dialogaba con el dictador Juan Carlos Ongania. El compañero narra en ese texto como fueron dando la pelea y en un momento dice “la CGT de los argentinos tiene alrededor de cien dirigentes pero un total de dos o tres millones de trabajadores que con su corazón y su inteligencia han entendido las viejas estafas y que han dado cuenta de que aunque el camino que nosotros le prometemos es de lucha áspera y de coronas de espinas, como dijimos en el congreso el 28 de marzo, es el único camino que siempre nos pueda liberar de las necesidades que cíclicamente siempre se van reiterando, liberar de la miseria, de la desocupación y la inseguridad y del miedo al futuro”. Esta cita me parece que es profundamente actual porque en el texto va hablando de la crisis de representación, habla de esos dirigentes que pueden ser combativos frente al micrófono pero que no son coherentes a la hora de la acción, no cumplen con la necesidad cabal de la etapa. Por eso buscamos resaltar la figura de Raimundo Ongaro en su actuar pero también su capacidad para escribir. En aquel contexto del Cordobazo en 1969 y la caída del gobierno dictatorial de Ongania.
APU: Usted se refiere en su artículo a la influencia cristiana en los movimientos revolucionarios en Hispanoamérica en la década del 60 y 70. Además, hace mención a la revista Cristianismo y Revolución de fines de los sesenta, de Juan García Elorrio…
L.M.: El propio texto de Ongaro en la Revista Cristianismo y Revolución cita a al sacerdote y pionero de la Teología de la Liberación, Camilo Torres. Podríamos hablar del Cristianismo de liberación y de todo un momento que nutre los años 60 pero que también tiene sus bases en el nacimiento del peronismo con un lenguaje que ya estaba dentro de la Iglesia pero ya estaba apareciendo en el pueblo desde la religiosidad popular. Estaba presente desde la necesidad de una transformación que fue teniendo diferentes expresiones tanto del marxismo como desde el peronismo revolucionario. Con respecto al texto que yo hago referencia en mi artículo de “Panorama Sindical” está en la publicación de aquella época que se llamaba “Cristianismo y Revolución” y allí también se menciona el tema de la crisis de representación. Es un texto que habla mucho de la dirigencia de aquel entonces. Yo tome el fragmento en el cual desarrolla la idea de la resurrección, habla de la levadura que debe estar en la masa, su militancia. En un fragmento expresa “que le pasaría a todos esos dirigentes si al pueblo se le ocurriría hacer cumplir su voluntad, que le pasaría a los que fueron asesinos, criminales, ladrones, a los que estafaron con bonos o sin ellos”.
APU: ¿Qué planteaba Ongaro desde el sindicalismo como programa?
L.M.: Cuando habla de sindicalismo Ongaro plantea “que hay que reconocer que el movimiento obrero es el que conduce y debe estar al frente de un proceso de liberación, pero debe entender que los métodos que ha utilizado el sindicalismo, en el marco en el cual debe moverse no puede estar condicionado por los explotadores si negocia con ellos”. Aquí ya está planteando que el movimiento obrero sea cabeza y no solo columna vertebral de un movimiento conducido por profesionales de la política. A pesar de la distancia de aquella época con la actual el planteo de Ongaro es clave para ser retomado por los cuadros intermedios del movimiento obrero. También nos hace referencia a la unidad y expresa “la verdadera unidad no puede ser con Frondizi, no puede ser con los que son parte de los negocios del imperio, la unidad para que y con quién?”.
Habla en el texto de los vende patria, de los estafadores de la república. Nos permite discutir para adentro incluso dentro de la construcción del Frente de Todos, tener en cuenta los verdaderos debates que se están dando en el movimiento obrero y popular. Nos da herramientas para discutir la salida de una encerrona en la que estamos en la situación actual. Por un lado una hegemonía de la construcción electoral que no permite debatir en serio que rol va a tener el movimiento sindical en el futuro político.
En la década del 60 se planteaban tres sectores dentro del movimiento obrero; los colaboracionistas, los participacionistas y los combativos. Hoy los matices dentro del sector permanecen con algunas variantes complejas dado que hay dirigentes sindicales que son empresarios directamente. Ese fenómeno comenzó con las traiciones de los 90 y el enriquecimiento de los líderes sindicales proclives a una participación con las privatizaciones en desmedro de los trabajadores. Hoy esas contradicciones permanecen incluso dentro de la CGT aun unificada, tenemos sectores como el moyanismo que tracciona y otros que negocian y pactan con el empresariado sin contemplar las necesidades de los trabajadores.
APU: ¿El movimiento obrero debe ser el sujeto histórico de la liberación de la Patria?
L.M.: Hace unas semanas falleció un compañero y amigo, Agustín "Piraña" Colovos con el cual elaboramos el libro “Adonde vamos los trabajadores” que aborda el tema del sujeto histórico. El libro plantea discusiones hacia las bases, los cuadros intermedios. Planteando una formación y revertir ciertas lógicas de construcción que no tienen un ida y vuelta entre las conducciones y las bases. Piraña Colovos era un compañero que logro con la UOM Seccional Morón, con la Agrupación Rucci recuperar esa seccional después de mucho tiempo.
Es un libro que recomendamos mucho porque tiene debates urgentes para este momento, fue escrito en la pandemia, lecturas sobre el kirchnerismo, discusiones hacia el Frente de Todos, sobre todo hacia el movimiento nacional en su conjunto y las tareas de la militancia. Alzar la conciencia de los compañeros debe ser un ariete que nos permita construir Poder Popular para desarrollar en las fábricas y en el territorio en un proceso de liberación. Esos fueron los planteos históricos que se dieron con los programas de La Falda y Huerta Grande, la CGT de los Argentinos. Raimundo Ongaro plantea que esos programas históricos de la clase obrera tenían un planteo internacional, que aparecían en otras partes del mundo. Por eso es necesario generar materiales para la formación y el debate en el movimiento obrero, herramientas para la construcción política que busquen ser claros. Desde la participación popular es de donde se va a transformar la historia.