Salario Básico Universal: ¡Ahora o nunca!, por Juan Marino
Por Juan Marino / Foto: Noelia Guevara
La situación social es crítica. Por la inflación en general, y por el aumento de los precios de los alimentos en particular, nuestro pueblo la está pasando mal y no está llegando a fin de mes. Según el INDEC, “entre los 10 alimentos que más aumentaron figura el kilo de lechuga, con un alza de 37,8% en junio, seguido por el kilo de papa, con un incremento de 21,5%. En tanto, completó el podio el kilo de tomate redondo, con una suba en el sexto mes del año de 20,4 por ciento. Más abajo aparecen las hamburguesas congeladas (por 4 unidades) con un incremento de 16,1%; los fideos secos tipo guisero, cuyo precio aumentó un 12,9%; y el aceite de girasol en su presentación de litro y medio, con un alza también de 12,9 por ciento” (Infobae, 14/7/2022). Compañeras y compañeros de Unidad Piquetera vienen realizando relevamientos en comercios de cercanía en los distintos barrios populares donde militamos. El kilo de pan promedia los $300. En algunos comercios, la manteca aumentó un 25% ($300 a $400), los fideos un 66% ($120 a $200) y el paquete de 500 gramos de polenta un 60% ($125 a $200). Este es el fundamento por el cual “junio marcó el mayor número mensual de piquetes desde que hay registro (929) (...). El 2022 se encamina a registrar un récord histórico que podría superar los 10.000 piquetes, sobre todo si se considera que sólo en el primer semestre ya se contabilizan 4.377 cortes, un 76% más que en igual período de 2021” (Roberto Chiti, Consultora Diagnóstico Político, 14/7/2022). La lucha piquetera es la respuesta callejera ante esta crisis social.
En este contexto, la cuestión del Salario Básico Universal (SBU) se ha convertido en un eje central de discusión en la situación política nacional. La cuestión de los planes sociales y de los piquetes viene siendo uno de los principales temas de debate en los medios de comunicación durante los últimos meses, a partir del plan de lucha piquetero en la 9 de Julio y en todo el país. El SBU como solución a esa cuestión se colocó en el centro de la lucha política a partir de los discursos de Cristina en Avellaneda y en Ensenada. La disputa está abierta y el Partido Piquetero llama a toda la militancia popular a una gran campaña reclamando que todos los partidos políticos se pronuncien y que el Estado reconozca el derecho a comer implementando el SBU.
El Salario Básico Universal es la solución a la cuestión de los planes sociales y de los piquetes
Es la existencia de esta crisis social el principal motivo por el cual adopta centralidad el debate sobre las políticas sociales. Sobre este debate, generó más ruido el discurso de Cristina en Avellaneda que el plan de lucha piquetero en la 9 de Julio y en todo el país. A quienes militamos en organizaciones sociales y piqueteras nos molestaron algunas de las declaraciones que hizo en ese acto. Pero lo más importante es que dijo una gran verdad cuando denunció el problema de las altas por bajas que existe en el programa Potenciar Trabajo. Y luego, en Ensenada, se pronunció a favor de buscar una solución a través de un Ingreso Básico Universal. Como Partido Piquetero queremos ponerle nombre y apellido al problema de las altas por bajas: es responsabilidad de Emilio Pérsico, un funcionario que no funciona. El Potenciar Trabajo está dentro de la órbita de la Secretaría de Economía Social, que actualmente está a cargo de Pérsico. Pérsico avaló la decisión de Guzmán de terminar con el IFE y apoyó el pacto con el FMI. Él es quien administra de forma discriminatoria y arbitraria el Potenciar Trabajo. Es la continuidad del acuerdo que firmaron con Stanley bajo el macrismo, cuando el sector de las organizaciones sociales encabezado por Pérsico monopolizó la distribución de la mayoría de los planes sociales en ese entonces denominados Salario Social Complementario (luego Potenciar Trabajo). Esta discrecionalidad se termina si se aplica el Salario Básico Universal.
El gobierno abonó un Refuerzo de Ingresos durante mayo y junio para 7.5 millones de personas. Sin embargo, se calcula que hay 1.3 millones de titulares del Potenciar Trabajo. Esto quiere decir que hay, por lo menos, 6.2 millones de personas que no tienen ingresos fijos mensuales y a quienes el Estado ya les reconoció el derecho a un Refuerzo de Ingresos. La situación no sólo no mejoró en comparación con mayo y junio, sino que empeoró. Por ese motivo tenemos un año con récord de piquetes. Porque nuestro pueblo no llega a fin de mes y porque hay millones sin un ingreso garantizado. Por eso, aunque todo siempre ayuda y es bienvenido, ahora no alcanza con un bono por única vez. Es necesario el Salario Básico Universal.
¡Abajo la persecución a las organizaciones piqueteras!
Es necesario construir el frente único de las organizaciones sociales y piqueteras para luchar por el SBU y, también, para derrotar la persecución en curso. Como Partido Piquetero participamos de la conferencia de prensa del jueves 7 de julio convocada por el diputado Juan Carlos Alderete, de la CCC, para repudiar una serie de allanamientos a comedores y domicilios particulares de militantes de distintas organizaciones. Allí estuvimos presentes todas las tendencias del movimiento piquetero, tanto los que integramos el Frente de Tod@s como quienes se ubican en la oposición al gobierno.
Los compañeros del PCR denuncian que “el 5 de julio la jueza federal Alicia Vence ordenó el allanamiento de 23 casas de compañeras y compañeros, merenderos y comedores de la Corriente Clasista y Combativa en San Martín, CABA y La Matanza”. Al día siguiente, el 6 de julio, “la policía de Jujuy gobernada por Gerardo Morales, allanó los locales de organizaciones sociales. La orden fue dictaminada por el Fiscal Dr Diego Ignacio Funes, bajo la causa calificada como ‘asociación ilícita y extorsión’ (...) allanó los locales del FOL, del MTR 12 de abril, del FPDS, del Movimiento Evita y el MTE, entre otras organizaciones sociales”. Los allanamientos en Jujuy estuvieron precedidos por una escandalosa infiltración ordenada por el Poder Judicial provincial, como explica con claridad Irina Hauser.
Los allanamientos a comedores y domicilios de militantes nos retrotraen a las peores épocas de la historia de nuestro país. Medidas desproporcionadas como pinchar teléfonos de militantes populares y allanar viviendas y comedores no tienen fundamento jurídico y procesal: tienen el objetivo de amedrentar a las organizaciones y de montar una campaña mediática. Los medios de comunicación alineados con la derecha vienen desarrollando sistemáticamente una agitación anti-piquetera. Esta persecución busca preparar el terreno para un ajuste anti-popular en caso de que la oposición derechista asuma el gobierno en 2023. Precisamente por eso, nuestra consigna es “Salario Básico Universal: ¡AHORA O NUNCA!”. Porque hoy tenemos un gobierno del Frente de Tod@s que si puede aprobar el SBU es porque implementó el IFE en 2020, y porque somos cada vez más los sectores del propio gobierno que nos venimos pronunciando a favor. El objetivo de la derecha, si asume el gobierno, es eliminar derechos. La oportunidad para conquistar el SBU está abierta ahora. Por todos estos motivos, es necesario construir, de forma urgente, el frente único piquetero contra la persecución y por el SBU.
La lucha por el Salario Básico Universal es una lucha política
Nuestro gobierno nacional del Frente de Tod@s no está tomando medidas acordes a la crisis social que estamos atravesando. Esto ocurre desde que el ex-ministro Guzmán decidió discontinuar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en diciembre de 2020. Como Frente de Tod@s hicimos campaña en 2019 planteando que comer es un derecho, no un privilegio. Ese es el mandato popular que surgió de las urnas. Hoy, nuestro gobierno nacional no está honrando ese compromiso. Es necesario reordenar las prioridades del gobierno. Por eso, el Salario Básico Universal es una consigna de poder para reorientar al gobierno. Porque plantea modificar la orientación actual del gobierno, colocando en primer lugar medidas que defiendan el bolsillo popular y le permitan a nuestro pueblo comprarse el plato de comida. Es una consigna de poder, y no un parche o una medida aislada, porque plantea que el poder político se reoriente. El sistema político tiene que abordar la situación creada a partir de la renuncia de Martín Guzmán partiendo de la base de reconocer institucionalmente el derecho a comer. La renuncia de Guzmán tuvo lugar en el marco de una corrida contra el peso en general, y contra los bonos de deuda en pesos en particular. Hay que encarar la crítica coyuntura tomando una medida de gobierno contundente con el objetivo de que a nadie le falte el plato de comida.
La calle por sí sola no va a resolver el problema. La agenda planteada por las movilizaciones tiene que tener su traducción en la lucha entre partidos políticos. Y la disputa definitoria, sobre este punto, es la que se está dando dentro del gobierno: que se implemente o no el SBU depende, en primer lugar, de si logramos que el Frente de Tod@s en su conjunto lo impulse, ya sea a través de una ley en el Congreso, ya sea a través de un decreto presidencial.
En ese punto, nos diferenciamos del criterio de Grabois, que ha decidido no integrar él, personalmente, como funcionario, el gobierno. Quien escribe estas líneas es, con orgullo, director provincial en el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires. Compañeras del Partido Piquetero son parte del gobierno del Municipio de Moreno. Las posiciones conquistadas dentro del gobierno son la expresión de la posición conquistada en la lucha contra el macrismo. Participar del gobierno es hacer valer esa conquista y, desde ese lugar, defender nuestros planteos y defender los intereses de las compañeras y los compañeros que representamos. Cuando salimos a defender el SBU no lo hacemos, solamente, porque es nuestra posición como Partido Piquetero. Lo hacemos, también, porque formamos parte de un Ministerio cuyo ministro se ha pronunciado a favor públicamente. Desde ese lugar reclamamos que el resto de los integrantes del gobierno del Frente de Tod@s fije posición.
Para que la calle ordene al gobierno, tiene que mediar la lucha política. Como Partido Piquetero planteamos este programa, es decir, esta caracterización de la lucha entre partidos políticos y las tareas que se desprenden de dicha caracterización, para contribuir al triunfo de la lucha por el Salario Básico Universal. Por más que le pese a Rosenkrantz, al macrismo, a Milei, al FIT-U y a los gorilas de todo tipo, donde hay una necesidad nace un derecho. El Partido Piquetero, orgullosamente y a bandera desplegada, pone su militancia trotskista a disposición para hacer realidad que nuestro gobierno del Frente de Tod@s termine con el hambre en la Argentina.