Lula ganará el ballotage

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    Lula entre la gente
    Foto: Ricardo Stuckert
ELECCIONES

Lula ganará el ballotage

05 Octubre 2022

Nunca en la historia un candidato sacó en primera vuelta 51 millones de votos como hizo Jair Messías Bolsonaro el domingo pasado, mucho menos más de 57 millones como consiguió Luiz Inácio Lula da Silva. Fueron números de un ballotage. Muestras de la polarización. Sorprendió la cantidad de votos que obtuvo el candidato de la extrema derecha, pero eso no quiere decir que en Brasil hay 51 millones de fascistas. Hay mucho voto antipetista ahí. La bancada oficialista con este resultado es minoritaria pero Lula ya gobernó en situaciones similares. La composición de las cámaras muestran que billetera mata ideología política. El brizolista PDT dio su apoyo a Lula en segunda vuelta, Ciro Gomes dijo que acompañaba a su partido y de nuevo atacó a Lula. Simone Tebet, en nombre de la democracia, la Constitución y un modelo de desarrollo también llamó a votar a Lula. La movilización popular será fundamental en el próximo gobierno del expresidente.

Sorpresas

La campaña de Lula promovió el triunfo en primera vuelta. Entre la militancia había quienes creían en esa posibilidad. El rechazo a Bolsonaro, a las consecuencias sociales de su gestión, llevó a personas que hubieran votado a Ciro Gomes, votar en primera vuelta a Lula, para terminar cuanto antes con esta pesadilla, siendo que el traspaso de mando es el 1 de enero. Bolsonaro obtuvo casi 1,8 millón de votos más que en el segundo turno de 2018, lo que expresa el rechazo al PT. Pero mientras Bolsonaro tuvo casi un millón ochocientos mil votos más, Lula tuvo casi 26 millones más de votos que el PT en la primera vuelta de 2018 con Fernando Haddad.

En 2018 147 millones de personas estaban aptas para votar, cuatro años después el padrón creció hasta 156 millones. Compareció a la elección del domingo pasado el 79,1% del padrón, menos que en la elección de 2018, donde votó el 79,9%. Históricamente la abstención aumenta en la segunda vuelta. En 2018 en la primera vuelta un 20,3% de la población no fue a votar, el número aumentó a 21,3% en la segunda. Si comparamos con la primera elección de Dilma Rousseff, en la primera vuelta la abstención fue del 18,1%, en la segunda aumentó hasta el 21,5%. Es innegable que aumenta el alejamiento de la población de la política o para ser justos, representa lo lejos que está la política de la población. Brasil tiene una casta política que se pasan la banca de padres a hijos, después pasa a un hermano, después entra el primo y un mismo apellido se perpetúa. Pero Lula sabe lidiar con eso.

Abstención elecciones Brasil

¿Qué expresa el resultado?

El triunfo de Lula en la primera vuelta muestra lo acertado de su frente electoral. Después que intentaron matar al expresidente mientras recorría Paraná en una caravana, el PT llamó a la conformación de un frente democrático. Los frutos están a la vista. El vicepresidente de Lula, Geraldo Alckmin, fue tres veces gobernador de San Pablo por el PSDB, partido con el que el PT fue a segunda vuelta en todas las elecciones hasta que detuvieron a Lula y quien entró en la segunda vuelta fue el PL de Bolsonaro. En 2018 Alckmin fue candidato a presidente y obtuvo el 4,7% de los votos, el peor resultado del PSDB en su historia. Fue el PSDB, con Aécio Neves a la cabeza, quien después del triunfo de Dilma en la segunda vuelta de 2014 comenzó a instalar la idea de fraude y juicio político a la presidenta. Ningún partido se perjudicó tanto como el PSDB con la Lava Jato.

El resultado electoral visto en un mapa deja a la vista que de nada le sirvió a Bolsonaro anunciar baja de combustible, transferencia de recursos, porque en las provincias más pobres fue donde Lula obtuvo más votos. El Nordeste, región conformada por nueve provincias, históricamente petista mostró su dignidad histórica. Por mostrar algunos ejemplos: en Bahía Lula tuvo el 69,73% de los votos; en Pernambuco, provincia en la que nació el expresidente, el 65,27%; en Ceará, tierra de Ciro Gomes, Lula  obtuvo el 65,91%, mientras que el exgobernador 6,8%; en Maranhão, donde el exjuez Flávio Dino era gobernador por el Partido Comunista do Brasil, hasta que salió del cargo para candidatearse a senador por el PSB, con apoyo de Lula, el expresidente obtuvo el 68,84% de los votos. Sólo en 2002 el PT no ganó en Alagoas, después ganó siempre en las nueve provincias. La única vez que perdió en Minas Gerais, perdió la elección. El domingo pasado en Minas ganó.

Poder legislativo

El frente de partidos Federación Brasil Esperanza, conformado por el PT, el Partido Comunista de Brasil y el Partido Verde, obtuvo 79 bancas en la Cámara de Diputados, 69 son del PT, sobre un total de 513. Cuando consideramos los otros partidos que apoyaron la candidatura de Lula en esta elección, sea en primera vuelta, como el PSOL, el PSB y Rede, y el PDT, que llamó a votar a Lula en la segunda vuelta, la bancada de apoyo a Lula reuné 124 diputados. El PL de Bolsonaro pasó de 76 bancas a 99, el partido con más bancas. El llamado Centrão, partidos conservadores, conformados por populistas de derecha, los típicos y siniestros personajes de políticos, tiene 136 bancas, entre Republicanos (42), el PP, (47), el PSD (42), Patriota (4) y el PTB (1). Muchos de esos hoy votan con Bolsonaro. Cuando Lula ponga el Poder Ejecutivo en movimiento y recomience la obra pública, muchos de esos diputados votarán con Lula. Porque en las provincias existe voto PT para presidente y Centrão para diputado.

En el Senado, donde se elegía un senador por provincia, el PT obtuvo cuatro bancas, de 81, aunque también fueron electos cuatro aliados de Lula, como Flávio Dino por el PSB en Maranhão, Otto Alencar (PSD) en Bahía, Omar Aziz (PSD) en Amazonas y Renan Filho (MDB) en Alagoas. El MDB, es el ex PMDB, del que hizo parte Michel Temer, uno de los artífices del golpe a Dilma y que asumió el gobierno tras el derrocamiento de la expresidenta. El PL de Bolsonaro obtuvo ocho bancas, por lo que pasará a tener catorce, siendo el partido con más senadores. Por Río de Janeiro fue reelecto el exjugador brasilero Romário, con el 29% de los votos. El candidato de Bolsonaro en San Pablo, su exministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, el exastronauta Marcos Pontes, obtuvo casi el 50% de los votos. En San Pablo el diputado federal más votado fue Guilherme Boulos, dirigente del Movimiento de Trabajadores Sin Techo, miembro del PSOL, partido que nació de una escisión del PT.

Más mujeres y más de derecha

El número de mujeres en las cámaras aumentó. Mientras en 2018 fueron electas 77 diputadas nacionales, el domingo pasado fueron 92, de las cuales 35 son de partidos aliados a Lula.  Una representación de sólo el 18%. En el Senado la representación es del 7%, se eligieron cuatro senadoras. Como escribieron las sociólogas y activistas de Articulación de Mujeres Brasileiras, Masra de Abreu y Natalia Mori en Brasil de Fato, “serán más mujeres, pero también más mujeres del campo conservador y autoritario de la centro derecha y la extrema derecha”.

“Se repiten las expresivas votaciones en antifeministas, como Carla Zambelli (PL con 946.244 votos por San Pablo), Bia Kicis, la diputada más votada por el Distrito Federal y Clarissa Tessa, la segunda más votada por el estado de Pernambuco. Son diputadas que tienen en su trayectoria diversos actos y discursos contra la vida de las mujeres y las niñas. Son parlamentarias que actúan en nombre del fundamentalismo cristiano y contra los derechos de las trabajadoras. Son parlamentaras que abogan por más armas en lugar de más educación y prevención”, escribieron de Abreu y Mori.

También cabe destacar que por primera vez habrá dos diputadas trans, una la primera mujer negra trans electa diputada en la historia, Erika Hilton del PSOL , y Duda Salabert, del PDT. También fueron electas por el PSOL dos diputadas federales de pueblos originarios, Sônia Guajajara y Célia Xakriaba.

Avance del movimiento negro

Conforme informa la colega Gabriela Moncau, de Brasil de Fato, de las 120 candidaturas vinculadas al movimiento negro y apoyadas por la campaña “Quilombo en los parlamentos”, iniciativa de la Coalición Negra por Derechos, fueron electas 26, 4 ocuparán bancas federales y 18 provinciales. Quilombo es una sociedad, una forma de organización de resistencia, formadas por  personas africanas y afrodescendientes que se escaparon de la esclavitud. Así como el Estado brasilero reconoce el derecho a la tierra de los pueblos originarios y demarca tierras para ellos, también reconoce los Territorios Remanentes de Comunidades Quilombolas y reconoce la demarcación y protección de esos espacios.

Segundo turno

La senadora Simone Tebet, que quedó en el tercer lugar el domingo pasado, llamó a votar a Lula en la segunda vuelta. Lo hizo porque es el candidato que defiende la democracia y lo que dice la Constitución, además por su proyecto de desarrollo que incluye el agronegocio y la protección ambiental. El PDT, partido de Ciro Gomes, llamó también a votar a Lula y Ciro grabó un video en el que dijo que acompañaría la decisión de su partido y otra vez atacó a Lula. El expresidente Fernando Henrique Cardoso, también anunció que votará a Lula "por una historia de lucha por la democracia y la inclusión social".

Tebet obtuvo casi cinco millones de votos, Ciro tres millones y medio. Bolsonaro obtuvo en el segundo turno de 2018 sólo 539.732 votos más que Lula en el primer turno. Ciro y Tebet suman 8,5 millones de votos. Si el 60% de esos votos decide votar a Bolsonaro, el presidente pasa de 51 millones de votos, a 56, y Lula pasaría de sus poco más de 57 millones de votos a más de 60 millones de votos. Si el 70% de las personas que votaron a Ciro o a Tebet en la primera vuelta, votasen a Bolsonaro en la segunda, Bolsonaro pasaría de 51 millones de votos a casi 57, mientras que Lula llegaría a 59,5 millones de votos. El expresidente volverá a gobernar Brasil a partir del 1 de enero, salvo que una desgracia lo impida.