Derechos Humanos: ¿Quién es el que curra?
Cuando los militares genocidas tomaron el poder, el 24 de marzo de 1976, Franco Macri era propietario de 7 empresas; y con el retorno de la democracia las empresas en su haber ascendieron a 47.
En 1982, se llevó a cabo uno de los mayores curros de la historia argentina: la estatización de la deuda privada. La transformación en deuda pública de sectores privados, gracias a quien ocupaba el máximo cargo en el Banco Central: Domingo Felipe Cavallo.
La actividad financiera de estos grupos económicos durante el genocidio fue prohijada con el capital internacional, mientras las fuerzas armadas cerraban fábricas y abrían campos de exterminio en todo el territorio nacional.
Los militares cumplieron con su tarea: allanaron los sindicatos, violentaron los hogares de los trabajadores y de los estudiantes, destrozaron bienes, violaron mujeres, las hicieron parir en los sótanos, y se apropiaron de las criaturas que allí nacieron. Torturaron con electricidad a los niños, y a los jóvenes los trasladaron al Aeroparque, donde serían subidos a “los vuelos sin puertas” y a quienes se les aplicaría una inyección, que según les decían era para evitar “las fiebres” pero en realidad eran somníferos, para luego arrojarlos al Río de la Plata desde un Fiat Albatros.
Mientras tanto, los negocios de los Macri florecían. Bajo el sello de Socma, y durante toda la dictadura el grupo Macri fundó la represa Yaciretá, la Central Termoeléctrica de Río Tercero y el puente Misiones-Encarnación (este último en un convenio con la dictadura paraguaya), entre otras obras. Y como si fuera poco acordaron con el brigadier Osvaldo Cacciatore la privatización de la recolección de residuos en la Ciudad de Buenos Aires a través de Manliba, en el año 1979. Compraron el Banco de Italia, y con la ayuda del torturador Suarez “pajarito” Mason participaron del negocio del petróleo que estaba en YPF.
En 1982, se llevó a cabo uno de los mayores curros de la historia argentina: la estatización de la deuda privada. La transformación en deuda pública de sectores privados, gracias a quien ocupaba el máximo cargo en el Banco Central: Domingo Cavallo.
Así fue como unos pocos empresarios se enriquecieron mientras una gran mayoría de nuestros compatriotas fueron arrojados a la miseria.
Así fue como unos pocos privilegiados del poder empresarial local llenaban sus arcas, mientras una valiosa camada de profesionales, científicos, intelectuales, periodistas, artistas y estudiantes se despedían de sus familias rumbo al exilio, hacia otros países o hacia el campo o la cordillera, exilio interno al fin.
Así fue también como muchos hijos de estos buitres nacionales, entre ellos Mauricio Macri, comenzaron su carrera política mientras el país vivía tras las rejas en las Unidades Penitenciarias o entre el chaperío de las villas que se multiplicaban.
Así, en medio de esta vorágine del exterminio se planificó y se llevo a cabo la Guerra de Malvinas, despreciando a los hijos de nuestra nación (los auténticos patriotas) despojándolos del calor familiar y de toda prosperidad.
Mercenarios, torturadores, delincuentes y especuladores, mancomunados en un plan que trascendería los tiempos, operando impunemente en los años posteriores, donde los valores constitucionales de nuestra democracia les valdrían un centavo, subidos a la bicicleta financiera primero, y a la nave del neoliberalismo en la década del 80 y del 90 después.
En esta nueva instancia se ocuparían de comprar jueces y diputados, extorsionando presidentes por medio de tropas carapintadas, actuando en complicidad con el menemismo, el radicalismo y progresismo más berreta de la mano de la Alianza, privatizando nuestro patrimonio, apropiándose de los recursos naturales, manipulando a las fuerzas armadas para reprimir a los desocupados, indultando a sus camaradas, y finalmente, en el 2001, declarando un estado de sitio y dejando un reguero de sangre con decenas de pibes baleados y familias desesperadas, que corrían esquivando balas y amontonando lo que podían en carritos de supermercado.
Así llegamos al 2003. Hechos percha, como diría Cristina.
Lo que vendrá a partir de ese momento es historia conocida por todos aquellos que veníamos resistiendo y exigiendo el juicio y castigo a los responsables del genocidio. Nuestros abuelos y padres, aquella generación diezmada, y nosotros, recibimos con asombro al nuevo presidente; a aquel Néstor Kirchner, que acompañado por Abuelas, Madres , H.I.J.O.S y nietos restituídos tuvo la inmensa valentía de pedir perdón en nombre del estado por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia.
¿Quién podría olvidar eso? ¿Quién podría olvidar aquella orden de bajar los cuadros de Videla y Bignone? ¿Qué hombre o mujer que haya sido víctima de la dictadura, podría olvidar la anulación de las leyes de impunidad, el comienzo de los juicios por Crímenes de lesa humanidad y la señalización de los Centros Clandestinos de Detención?.
Por estos días habló Mauricio Macri y volvió a repetir su muletilla sobre “el curro de los derechos humanos”. Lo expresó en estos términos: “Respeto los derechos humanos pero los derechos humanos del siglo XXI, no?. Que la gente tenga acceso a oportunidades. Esos son los derechos por los cuales tengo que pelear. No aquello que yo llamé ‘el curro de los derechos humanos` de seguir viviendo después de 40 años de una tragedia que los argentinos vivimos y de las cuales nos hemos sentido muy apenados y hemos condenado pero eso no es la agenda de hoy. La agenda de hoy es defender los derechos de aquellos chicos que están naciendo en el país y hoy no tienen acceso a una igualdad de oportunidades”.
Pone énfasis en la palabra “oportunidades”. Un maestro en el sentido de la oportunidad, como lo fue su padre. Habla de quienes se han sentido “muy apenados” por la tragedia de la dictadura. Qué pena que les dio realmente ver tantas víctimas en manos del terrorismo de Estado, qué apenados estaban ellos…menos mal, si no lo dice no nos damos cuenta.
Luego habla de “defender los derechos de aquellos chicos que están naciendo”, pisoteando al mismo tiempo la enorme labor de Abuelas de Plaza de Mayo que crearon una institución para restituir la identidad de esos otros chicos que nacieron en dictadura y fueron apropiados, sus nietos. Ya son 132 los chicos que fueron recuperados por ellas, las Abuelas que dieron un ejemplo al mundo entero en su perseverancia. El 28 de diciembre del año pasado fue restituido Juan José, hijo de Mercedes del Valle Morales, desaparecida junto a gran parte de su familia en Tucumán, en el año 76.
Afortunadamente contamos con un gran militante y soldado de la causa nacional y popular que es Wado de Pedro quien salió a responderle como nadie mejor lo podría haber hecho:
“No veo el ‘curro’ de que te maten a tus viejos o los secuestren frente a tus ojos, que siendo un bebé te entreguen a otra familia para que te críe con una identidad falsa. No sé cuál sería el ‘curro’ de que asesinen o desaparezcan a tus hijos. O el ‘curro’ de pasarte más de 40 años buscando a tus nietos". En otros hilos describe la estatización de la deuda, de la cual hablamos antes, el contrabando, los peajes, los parques eólicos…los verdaderos curros. Y reivindica una vez más, como siempre lo ha hecho, a los organismos de derechos, de los cuales él formó parte por ser hijo de militantes detenidos desaparecidos: “La lucha de Madres y Abuelas una guía, la de mis compañeras y compañeros de HIJOS un orgullo. Pero además son un punto de partida”.
Así, con este aliento y este coraje del compañero Ministro del Interior, marcharemos nuevamente este 24 de Marzo, para demostrar que nuestra dignidad en nada se compara con el daño inconmensurable que ha producido y produce la derecha criminal de ayer y de hoy que lidera Mauricio Macri.