¿Dónde están los aviones de "Los Vuelos de la Muerte"?
Giancarlo Ceraudo, fotodocumentalista italiano, pisó Argentina por primera vez en 2001 para cubrir la crisis social y económica más importante que haya atravesado el país. Al poco de caminar, y conocer la historia, principalmente la reciente, se hizo una pregunta que nadie se había hecho hasta el momento: ¿Dónde están los aviones de los vuelos de la muerte?, y esa pregunta le costó 20 años de carrera que terminaron con los genocidas presos a perpetua y una muestra de fotos estremecedoras que puede verse en el Centro Cultural Kirchner, y que tiene todo un nombre: “Destino Final”.
"Luego de más de treinta años, se localizaron cinco de las aeronaves utilizadas en los llamados “vuelos de la muerte”. Se trata de dos Electra de la Armada Argentina y tres Skyvan de Prefectura Naval. Por el análisis de las planillas técnicas del Skyvan PA-51, encontrado en Fort Lauderdale, EE.UU., se pudo identificar el vuelo desde el que fue arrojado al océano un grupo de Madres de Plaza de Mayo, activistas de derechos humanos y monjas francesas que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz, después de haber sido infiltrado por un represor del grupo de tareas de la ESMA. Esta minuciosa labor se convirtió en un aporte fundamental para que, en 2017, los pilotos involucrados en el vuelo del 14 de diciembre de 1977 fueran condenados a cadena perpetua", expresa el texto que invita a la muestra que puede verse en el CCK.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo comienza esta gran historia que te llevó ni más ni menos que 20 años de tu vida?
Giancarlo Ceraudo: Siempre digo que las historias largas son como los árboles grandes, que tienen raíces profundas. Llegó a la Argentina como documentalista para cubrir lo que era el estallido económico, donde decidí quedarme ya que me interesaba Latinoamérica. De niño, mi papá me llevaba a ver los aviones en un aeropuerto municipal ya que tenía un amigo piloto militar, que me hacía sobrevolar la ciudad. Para mí los aviones eran los viajes a la libertad.
Ya en el país empecé a recorrer, a conocer las personas: las Madres, una amiga. Mi primera amiga en Argentina fue Sandra Cartasso, que es una fotógrafa de Página 12. Yo le dije, ingenuamente ´pero Sandra ¿Dónde están los aviones de Los Vuelos de la Muerte?´ porque para mi los objetos son muy importantes. Vengo de una ciudad muy antigua, y ahí naces con una relación hacia las cosas y los objetos que es distinta porque, por ejemplo, voy al Coliseo de niño...y esas piedras saben muchas cosas. Un poco como hacen los arqueólogos que investigan los objetos para remontar o reconstruir historias.
Esa historia, la de Los Vuelos de la Muerte, que es un plan sistemático de exterminio, es muy siniestra. Es el horror a través de esas cosas que son macabras, más macabras de lo macabro que es un exterminio.
Fueron pasando los años, y en un momento importante, el único que me daba cierta atención era un periodista norteamericano, Joe Goldman, que era amigo y corresponsal. Y entonces le cuento la idea y me responde que le parece que es una muy buena idea, porque tenía una pequeña hipótesis que decía que la Armada Argentina no tenía miles de aviones, sino pocos.
La vida del piloto militar es una vida corta, un piloto no es como yo o como vos que nos podemos subir en cualquier auto. Un piloto tiene que ser entrenado a ese avión. Entonces: ¿Cuántos pilotos había, que tenían entre 20 y 30 años o 76 y 79 años en la actualidad, con la capacidad para volar esos aviones? Pocos, pero obviamente eran interrogantes. Entonces una vez fui a verlo a Enrique Piñeiro y también me respondió que era una buena idea. En eso Goldman me regaló "El vuelo" de (Horacio) Verbitsky” que es el libro mellizo del de (Adolfo) Scilingo que se llama “Por siempre Nunca Más” este estaba mucho peor respecto a la escritura, pero tenia mas detalles y mas información, hablaba mucho de los pilotos, no solamente de los vuelos.
APU: Miriam Lewin fue una persona fundamental en este recorrido: colega y sobreviviente de un CCD, ¿Cómo tu búsqueda se encuentra con Miriam?
GC: El nombre "Destino Final" fue una brújula para mí, y mi forma de expresión era y es a través de la fotografía. En un momento le digo a Goldman que me gustaría conocer a alguien que quizá me pueda ayudar, y él me dice tenés que hablar con Miriam Lewin, que es una sobreviviente y una periodista.
Así que le hablé por una foto pero la verdad no me dio mucha bola Miriam, ya que me veía demasiado joven. En un momento corto esa onda de poco interés, haciendo una anotación directa, un poco provocativa por que a mi me parece que los argentinos no están muy atentos con los objetos, le pregunto: ¿Dónde están los aviones? Miriam me contesta como ´que caradura, quien sos para decirme eso a mi, que soy una sobreviviente´. Después ella me explica un poco y comprendí que había una urgencia más importante en Argentina, que era buscar a las personas. Quizás eso no fue una falla en Argentina sino que fue un lujo que yo me pude dar al ser extranjero y tener otra instancia.
Le expliqué mi idea a Miriam, que eran interrogantes. Y ella cambia de parecer y me dice: ´Yo te voy a ayudar´.
Nos ponemos a buscar los aviones y encontramos varios y ahí después toda la historia del Sky-Ban que es, la verdad, otra historia casi irrepetible. Igual como el "Destino Final", hay un destino en las cosas que no lo gobierna nadie.
APU: Los represores fueron condenados a perpetua: también, a partir de tu investigación, se hizo justicia.
GC: Hay ciertas situaciones que se fueron dando que es difícil que se vuelvan a repetir, todo fue entregado a la justicia. Esto es importante porque un documentalista puede hacer un trabajo, tener sugestiones, pero la justicia es la que tiene que tener la responsabilidad y hacerse cargo de hacer justicia. La justicia utilizó todas las informaciones, procesó a los pilotos y después los condenó.
"Es un símbolo el avión, como los campos de concentración, y como también Auschwitz, son símbolos importantes que no se tienen que olvidar ya que la memoria es patrimonio de todos no es solamente Argentina, o solamente Italia. La memoria es patrimonio universal y no tiene fronteras".
APU: ¿Cuáles fueron tus sensaciones cuando se repatrió el avión? ¿Fuiste parte del acto en Aeroparque?
Lo que sentí, cuando volvió el avión fue muy importante y catártico, porque fue un símbolo de todos los vuelos de la muerte. Fue muy fuerte ver cuando aterrizó ya que fue un poco a escondidas, en secreto, estaban solamente los parientes y algunas autoridades del Ministerio de Transporte, fue un momento muy privado.
Aparte de que esta historia dio la vuelta al mundo e hizo que el trabajo que se hizo en Argentina en términos de Derechos Humanos fue hablado en todo el mundo una vez más y se hizo conocer, entonces ya tiene un valor. Después que es un símbolo el avión, como los campos de concentración, y como también Auschwitz, son símbolos importantes que no se tienen que olvidar ya que la memoria es patrimonio de todos no es solamente Argentina, o solamente Italia. La memoria es patrimonio universal y no tiene fronteras. La puede hacer un fotógrafo, o lo puede hacer un periodista de cualquier lugar del mundo, porque es un valor compartido, un valor muy importante.
También, de todos los aviones que había solo se encontró uno, que se encontró volando y con los documentos de ese vuelo del 14 de diciembre, que se podría haber hecho con uno de los 10 aviones que no se encontaron. Siempre con coincidencias, quizás causalidad o casualidades, eso no lo sabemos.
APU: En este recorrido trabaste una relación importante, también, con las Madres.
GC: Yo siempre preferí las relaciones que se fueron armando personales. A Tati la conozco, antes que Madre, como persona, fue algo familiar para mí, me dio mucho y le tengo un cariño enorme. Después cuando yo fotografié, a las Madres, fue a todas. Hay una foto de la muestra, donde está Tati, pero no quise poner su nombre, porque ella se ponía el pañuelo como si fuera una armadura para empezar una lucha, y eso representa a todas las Madres.
APU: Luego de estos largos investigando: ¿Cómo seguís?
Quería agradecer obviamente a Taty que empujó mucho, y a Miriam; fueron dos regalos de la vida. Quería agradecer mucho al ministro Tristan Bauer que quiso fuertemente la muestra y que, por suerte, tuvo un éxito enorme. También agradecer porque detrás de eso, hubo un trabajo increíble de todo el equipo, de la gente que montó la muestra. Tengo que agradecer mucho a la curadora Arianna Rinaldo y la Coordinadora Florencia Bucetti.
Ojalá la muestra pueda dar la vuelta al Mundo, seguramente por mi parte trataré de llevarla, pero por una urgencia mía el primer lugar en una forma importante tenía que ser Argentina, y lo logré. Después no sé qué van a hacer con la muestra, hablan que algunos quieren llevarla en forma permanente a la Ex Esma. Ojalá después pueda ir a otro lado, pero eso ya no está en mis manos, está en mi auspicio, nada más que eso.