El dúo Bogado/Cuman presenta su nuevo disco: "Dentro del canto del jardín del cristal”

BOGADOCUMAN es un dúo de poesía y música integrado por Fernando Bogado y Gabo Cuman que busca combinar bajo y letras para producir un tercer objeto estético que beba de estos dos mundos pero que, al mismo tiempo, sea otra cosa. En actividad desde 2010, BOGADOCUMAN ha editado 3 discos: Parciales (Esmerilado Discos, 2017), Yeaj, (Esmerilado Discos, 2019) y Dentro del canto del jardín de cristal (Esmerilado Discos, 2023). Son fundadores del ciclo literario-musical Tercer jueves, que cuenta más de 110 ediciones. AGENCIA PACO URONDO entrevistó a sus integrantes.

AGENCIA PACO URONDO: Ya venían ambos con recorridos previos, desarrollándose en sus propias disciplinas. ¿Cómo se fue conformando este proyecto en dúo?

Gabo Cuman: Nos conocimos en un trabajo, hace más de 15 años, en Belgrano, pero enseguida nos dimos cuenta que éramos vecinos (él de Villa Lynch, yo de Sáenz Peña). Tuvimos muy buena onda al toque. Por esa época yo estaba grabando un disco de bajo solo que sería mi álbum debut y Fer estaba con sus primeras publicaciones. Intercambiamos materiales y nos copó lo que hacíamos. Al poco tiempo ya estábamos presentándonos en vivo, subíamos juntos al escenario pero nos alternábamos: Fer leía una poesía, yo tocaba un tema de bajo, y así. No hacíamos piezas juntos. Bastante rápido y de forma muy natural, ya que estábamos siempre los dos en el escenario, empezamos a mezclarnos, improvisando. A veces yo improvisaba sobre algo que leía Fer y a veces Fer improvisaba sobre algo que yo tocaba. Nos gustó lo que pasaba y empezamos a armar cosas juntos, a reunirnos y trabajar compositivamente entre las poesías y las músicas de bajo. Desde ese momento se fue transformando la dinámica de nuestras presentaciones: ya no nos alternábamos todo el tiempo, empezaban a ganar espacio las piezas en dúo, hasta que con el tiempo dejamos de hacer poesías y músicas solistas. A los pocos años de conocernos, ya estábamos gestando el Tercer Jueves, nuestro querido ciclo de poesía y música, que arrancó en 2011. Ahí el dúo ya tiene nombre y echa raíces. Se pone sólido.

APU: ¿Cómo conversa la música con la palabra? ¿Cómo es el proceso de composición de cada pieza? ¿Siempre fue el mismo o cambió con el tiempo?

G.C.: La forma en que fuimos trabajando con los años fue diversa, en cierto aspecto. Me refiero a que hubo músicas que yo compuse sobre textos que Fer ya tenía; hubo músicas que yo tenía y que nos parecía que podían funcionar como piezas, entonces Fer escribía algo o sumaba un texto que ya tenía (esta última posibilidad me hace pensar en “Hermanas de bloque/Mi generación”, pieza que está en el lado B de nuestro vinilo editado para el álbum debut Parciales). Otras veces, conversábamos, divagábamos pensando en cómo podríamos hacer la próxima pieza y la imaginábamos, todo charlando, entonces cada cual producía en su casa la parte correspondiente, nos juntábamos, poníamos todo arriba de la mesa y se producía el fenómeno, la confluencia, bastante naturalmente (algunas del segundo disco Yeaj, surgieron así). En los últimos años, muchas piezas han surgido a partir de músicas que compongo (casi siempre excitado con cosas nuevas que escucho, o desarrollando cuestiones rítmicas, armónicas, tímbricas.) y de repente me parece que puede funcionar algo de todo eso para el dúo, entonces ahí empiezo a llevar esos materiales imaginando la cadencia de Fer, sus maneras de recitar, los espacios que genera, en definitiva, su swing, ¿no?. Entonces él escucha, escribe y después lo trae a casa (que es nuestra guarida de operaciones) o a veces hace algo muy llamativo: le muestro la música dos o tres veces y después que la escuchó por primera vez, se pone a escribir directamente mientras hace la segunda o tercera escucha, y casi siempre queda eso. Es como una gracia muy singular que tiene. Yo por ahí estuve trabajando esa música un mes sin parar, y el tipo viene y clava un texto largo así de una. Sin correcciones, neto. Ahora, más allá de esta descripción variopinta de cómo hemos hecho y hacemos las cosas, en otro aspecto, desde el inicio hubo algo que nunca cambió, que existió siempre, algo que contemplamos y nos ocupa: nunca quisimos musicalizar un poema o recitar sobre una música, como si fuesen cosas sueltas o ajenas, que amontonás una arriba de otra. Siempre buscamos generar un tercer objeto, algo que surge de la poesía y de la música, nutriéndose de esos dos mundos, pero que definitivamente genera otra cosa. Creo que esa es nuestra pequeña perla, una de las cosas que nos une, ese compromiso o fuego.

APU: Ustedes graban discos. No piezas aisladas. ¿Qué conecta o reúne a las que integran este nuevo álbum? ¿Qué engloba o abarca Dentro del canto del jardín de cristal?

Fernando Bogado: Este último disco creo que está marcado por dos ámbitos muy diferentes, pero que se engarzan muy bien en el espíritu de la placa. Por un lado, la coyuntura, marcada por la difusión del poder, como una suerte de extraña descentralización, además del siempre recurrente tema de los vaivenes económicos, inclusive, ese fenómeno simbólico tan particular que es la inflación y las aparentes recetas que terminarán para siempre con ella. Por otro, tiene que ver con el espacio, con la inmensidad cósmica de la noche, con asteroides girando alrededor de los planetas, formando anillos de colores, con los paisajes fríos de las montañas de otros planetas que, de repente, aparecen en el nuestro. Digo, el tema del disco es lo absurdo de las penas humanas entre tanta inmensidad, que creo que es un poco ese canto frágil aludido en el título. Aunque, claro está, es todo una interpretación que hago escuchando el resultado final. Creo que hay algo en la hechura de cualquier obra artística que se hace sin un plan previo, atendiendo a lo que va apareciendo a medida que uno se va concentrando más y más en aquello que hace. Ni a Gabo ni a mí nos gustan las cosas burdas, los compromisos levantados como tema de manera muy evidente. Caer en la etiqueta de lo comprometido es ser una mercancía más, sólo que con un aparente compromiso social. La mejor manera de honrar a lo que uno hace es comprometerse a fondo con la obra por venir, ser enigmáticos o sutiles antes que tontamente directos. Esa es la política del arte, después de todo, mantener la viva tensión con lo que no es arte bajo la forma del desvío, y creo que cualquiera que atienda a las piezas de este disco va a encontrar desde referencias a la coyuntura hasta preocupaciones que tienen que ver con la explotación de la naturaleza, los sueños y las voces de los fantasmas del pasado volviendo, una y otra vez.

APU: ¿Con qué nos encontraremos el jueves 14 de septiembre en Morán?

F.B.: Creo que con un show que busca ser el más arriesgado de nuestros más de diez años haciendo esto. Estamos muy contentos con el disco, contentos también con el camino que hemos tomado y continuamos, a nuestro modo, en esta nueva placa, y contentos con las inquietudes que nos deja para el porvenir. En el Morán, vamos a ir con un repertorio que incluye todo Dentro del canto del jardín de cristal, pero también tendrá piezas de Parciales y Yeaj, además de otras cosas que hemos hecho y que no están en ningún disco, pese a ser parte de los setlists de otras presentaciones. Estaremos acompañados en algunas piezas por el vibrafonista Martín Freiberg, quien grabó con nosotros una de las piezas del disco, y abrirá el recital un referente musical para ambos, el Mono Fontana. Estamos armando algunas cosas más que las cerraremos en breve. Todo lo que sea necesario para esta fecha tan importante para el BogadoCuman, para esto que, nunca mejor dicho, se ha cristalizado ahora en el disco que presentaremos.

"Dentro del canto del jardín del cristal”, se presenta este jueves 14 de septiembre en Morán, Pedro Morán 2147, Agronomía. Entradas anticipadas $2000 en Passline: https://www.passline.com/sitio-evento/bogadocuman-abre-mono-fontana-musica