Juan Manuel Ottaviano: "En materia laboral, Milei propone las recetas de siempre"
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Juan Manuel Ottaviano, abogado laboralista, quien analizó el posible impacto del DNU de Javier Milei en el mundo del trabajo.
Agencia Paco Urondo: La parte más importante del DNU de Javier Milei, la laboral, está frenada en la Justicia, pero podrían avanzar con la misma a partir de distintos proyectos de ley. ¿En qué estado de situación se encuentran los trabajadores hoy?
Juan Manuel Ottaviano: Me parece bien hacer un contraste entre lo que Milei propuso durante la campaña y el contenido laboral del DNU, porque hay un salto grande. El DNU se parece más a las posturas de Milei durante la campaña, que se resumían básicamente en que el empleo privado asalariado registrado no crece desde 2010, cuando en realidad lo que pasó es que volvió al mismo lugar y en el medio pasaron muchas cosas, y su propuesta de flexibilizar los despidos, a partir de un sistema que está en la industria de la construcción y extenderlo a todo el mercado de trabajo.
En otras palabras, securitizar la indemnización por despido, que vayas ahorrando de alguna manera o el empleador vaya ahorrando durante la relación laboral y al terminar no tiene que poner plata sino simplemente paga lo que se “ahorró” en el seguro. Sólo eso decía, y una suerte de lugares comunes y afirmaciones más del orden libertario pero sin propuestas concretas. Juntos por el Cambio tenía propuestas un poco más concretas para flexibilizar el mercado de trabajo.
APU: Finalmente, el resultado fue otro.
JMO: Al final, el DNU se parece un poco a lo que propuso Milei, un poquito porque el fondo de cese no se impone sino que da la posibilidad de implementarlo si está la voluntad de las partes, que es algo que ya se podía hacer antes; el resto es una buena parte de las propuestas que había tenido Juntos por el Cambio en sus distintas variantes, incluida la eliminación de las multas, que es otra forma de flexibilización del despido porque las mismas son por trabajo no registrado y eso de alguna manera legaliza la contratación informal porque no tendría costos.
También hay una tercera pata, ya no de Milei o Juntos por el Cambio sino una especie de collage de un trabajo quirúrgico sobre la Ley de Contrato de Trabajo, la Ley de Asociaciones Sindicales y demás, lo que hoy sabemos que era un diseño de estudios jurídicos, sobre todo de empresas, para hacer algo más que lo que estaba discutido o propuesto en la campaña. Es decir, debilitar fuertemente a los sindicatos y después romper o difuminar la frontera entre lo que hoy está clasificado como trabajo asalariado y el trabajo por cuenta propia. Sabemos que es muy común contratar personas, que deberían estar empleadas, como monotributistas.
APU: ¿Eso está en el DNU?
JMO: En el DNU hay algo de esto, pero es mucho más de lo que Milei decía en la campaña. La pregunta es si la gente votó eso. ¿Para los trabajadores que tenían alguna esperanza de que cambiaran las cosas, porque veían que los ingresos estaban mal, porque hay una fragmentación del mercado de trabajo, un consenso prácticamente de todas las fuerzas políticas y de todos los especialistas, esto que se propuso tiene que ver con esa expectativa?
Pienso que no, porque básicamente lo que empezó a pasar es que empezó a crecer el desempleo y es un problema que no teníamos y se sigue dispersando esta disparidad de ingresos que hay entre sectores. Además de la licuación de los ingresos de todos los trabajadores y trabajadoras, hay más disparidad entre sectores. Hay algunos que están creciendo, porque ya venían haciéndolo, y otros que se hundieron, como la construcción. Ahí hay un punto de partida para analizar lo que viene después de los primeros cien días de Milei.
APU: Por otro lado, se convocó a un paro de repartidores de aplicaciones y se difundió la entrevista que tuvo uno de ellos en Futurock.
JMO: Sí, yo la recomiendo mucho la entrevista porque resume muchos de los debates en torno al trabajo en plataformas. En primer lugar, es una modalidad nueva porque tiene una organización del trabajo que es nueva, no porque la contratación propiamente sea distinta a uno por cuenta ajena. Eso se ve, todos sabemos que las personas que están repartiendo están trabajando para la aplicación. Tiene la mochila de la aplicación y es la que pone la tarifa, y una cantidad de cosas más. Sin embargo, están consideradas independientes, autónomas, cuentapropistas.
Hay una organización de trabajo que es distinta. La asignación del trabajo es distinta, la manera de contabilizar la productividad, de medir cómo trabajan los repartidores a través del seguimiento por GPS. Ahí hay una novedad. Ahora, las respuestas que hubo desde la política, en el Parlamento, inclusive en el Poder Ejecutivo, tanto durante el gobierno de Mauricio Macri como el de Alberto Fernández, fueron tratar de meter esta relación nueva en el trabajo autónomo porque es independiente y los trabajadores organizan sus horarios. No encaja porque trabajan para la aplicación, no por cuenta propia.
APU: ¿Qué hicieron otros?
JMO: Tratar de meterla en el trabajo en relación de dependencia más clásico, común, tradicional, pero tampoco entra exactamente ahí porque se organiza de manera distinta. Por ejemplo, los trabajadores tienen la posibilidad de organizar su propio tiempo de trabajo y en relación de dependencia no existe ese derecho. Podes no pasar un pedido, tiene un castigo, pero lo podés hacer. ¿Se hizo algo? ¿Se resolvió el problema? ¿Hubo respuestas desde la política o de las regulaciones para atender este problema? No, pasó el tiempo y hay una enorme insatisfacción de parte de esos trabajadores para con la política, los sindicatos y la manera en que son escuchados.
En esa entrevista hay una muy interesante manera de abordar lo que es preguntar a estos trabajadores qué sienten, cuáles son sus reclamos y sus demandas sin apurarse. Vas a votar al peronismo porque estás reclamando por tus derechos o porque lo vas a hacer en un sindicato, pero si no te gustan entonces sos votante de Milei. Aflojemos un poquito, escuchemos a los trabajadores y sus problemas.
APU: Parece que es un problema repetido en las fuerzas políticas intentar regular estas nuevas formas de trabajo que cada vez son más, ni hablar del mutiempleo. Lo mismo le está ocurriendo a La Libertad Avanza.
JMO: Primero hay un elemento en relación a la libertad, a la expectativa de manejar el propio tiempo. Entiendo que también es consecuencia de una realidad de ruptura del tiempo con el mutiempleo, las personas a cargo de cuidados, la familia y demás. No tenés otra manera de organizar tu trabajo si no lo organizas vos mismo. Si el empleador te organiza el trabajo en los tres trabajos, tarde o temprano lo que vas a tener es un serio problema de gestión del tiempo.
Empiezan a aparecer las ansias de libertad para gestionar el propio tiempo y ese derecho latente no está contemplado en las normas. Ahí, simplemente, esa expectativa de libertad o cierto sentimiento de algunos trabajadores que no ven las protecciones estatales entonces rechazan la intervención del Estado, sobre todo un tipo de protección que les es ajena, en la que los derechos del trabajo se asocian a que se cobra impuestos, hay una distancia entre lo que ocurre en la realidad y cómo se protege a las personas que trabajan.
APU: ¿Qué ocurre en esa distancia?
JMO: En esa grieta opera el discurso de Milei pero sólo en términos discursivos. No hay soluciones nuevas para estos problemas nuevos. Al contrario, son las mismas soluciones de siempre: flexibilizar los despidos, debilitar a los sindicatos, descentralizar la negociación colectiva, destruir los fondos de la Seguridad Social, bajar las jubilaciones, licuar los salarios, ampliar el periodo de prueba y así puedo seguir relatando los puntos del DNU y señalando por cada uno donde estuvo en la reforma laboral del 2000, del 91 o del 95, en la de la dictadura y así hasta el principio de los tiempos. No hay nada nuevo en Milei para resolver este problema nuevo.
Ahora bien, el peronismo o las fuerzas populares todavía están tratando de reconocer que existen problemas nuevos y que las viejas, llamémosle, doctrinas o regulaciones necesitan reformas o actualizaciones, o inclusive nuevas propuestas. No sólo actualizar o reformar, sino nuevos derechos, puntualmente, cómo organizar el tiempo de las personas, pero que sean las que decidan. Es una nueva composición de derechos frente a una nueva composición de la realidad, no es simplemente pasarle un poco de barniz a las normas laborales. Implica empezar un poco de nuevo. Algo de nuevo en todos los componentes tiene que aparecer.
APU: Uno puede coincidir en el diagnóstico de sectores del oficialismo pero, inmediatamente, aparecen esas viejas recetas también.
JMO: Sí, o más fácil, algunas propuestas en el DNU van por la línea de que lo que antes se llamaba empleo informal ahora es formal. Cambias la definición entonces vas a dar más trabajo formal porque le llamamos de una manera distinta. Eso no es una política, y eso no va a generar ingresos para la seguridad social.
APU: Otra cuestión hace semanas es el recorte del personal estatal en distintas áreas, incluso circuló una captura de pantalla con un instructivo para echar gente. ¿Cómo analiza esa situación? ¿El Estado puede servir de espejo para el futuro del sector privado?
JMO: Estoy de acuerdo, las señales que vienen desde los gobiernos pueden provocar flexibilizaciones o reformas laborales de hecho y olas de despidos en sectores que están en crisis o en contexto de recesión. Como dice Carlos Tomada, algunos empresarios escuchan en la televisión que el presidente está diciendo hay que despedir y echan mano al talonario de despidos. Configura expectativas la palabra del presidente o la política de Estado, más allá de que no cambian las leyes, y esto se empieza a ver.
Me llamó la atención de ese instructivo que el presidente, o el Poder Ejecutivo, parece no tener un plan para el ajuste del Estado, para despedir y ajustar cómo se debe, y no ajustar donde no se puede y no despedir donde no se puede, a menos que sea pagando. Victoria Villaruel le explicó esto al presidente dos días después de este instructivo y la explicación fue muy buena. La ley dice que los empleados públicos tienen estabilidad, todos los contratos en el Estado no son iguales. Yo no puedo despedir sin pagar indemnización o sin hacer un procedimiento a un empleado que tiene estabilidad y que no puede ser despedido. Distinta es la situación de los contratados.
APU: ¿Qué le llamó la atención de ese instructivo?
JMO: Ahora, en este instructivo, había una confusión muy notable, inclusive lo levantaron muchos medios de prensa de todo el arco mediático, entre lo que se conoce como los artículos 9 con las locaciones de servicio, que efectivamente no tienen ningún tipo de estabilidad ni derechos o beneficios que tienen el resto de los empleados públicos.
Los artículos 9 son empleados registrados del Estado, hacen aportes, tienen vacaciones, licencias, recibo de sueldo, aportan a la seguridad social. No son cuentapropistas del Estado, y si se les renovó muchas veces el contrato pueden ir a reclamar a la justicia y decir que tendría que haber pasado a planta permanente y no como transitorio, ya sea veinte, quince, diez años, o inclusive menos, porque hicieron como que yo trabajé como planta permanente pero me dejaron como transitorio.
En ese instructivo se decía que no iban a mandar telegramas de despido para los artículos 9, no los podemos despedir de esta manera porque son transitorios. Ahora, en las noticias, se decía que se va a despedir a 70 mil trabajadores precarios, artículo 9 y las locaciones de servicio. Sé que parece una cuestión técnica, los artículos 9 son empleo de calidad en el Estado, son el ejemplo de que detrás hay una política de Estado, un organismo que garantiza el cumplimiento de un derecho, infraestructura que sostener. Si esos artículos no están, o pueden ser borrados de un plumazo, es el Estado el que se cae y al otro día empiezan los conflictos, pero al otro día también empiezan las tragedias.
APU: ¿En qué sentido?
JMO: Cuando ese empleo de calidad no está más empiezan a funcionar mal los ascensores, las cosas se caen, se rompen y no se arreglan. El Estado no se puede reestructurar como una empresa. Me parece que es algo que hay que poder transmitirle al presidente, aún si quiere hacer el ajuste que quiere hacer. Las empresas planifican el ajuste y la reestructuración, toman decisiones para que los despidos después no les representen un gasto aún mayor. Se supone que el ajuste es evitar que el mes que viene tenga que gastar plata que está gastando ahora.
En cambio, si despedís trabajadores que no podes, tarde o temprano, vas a tener que pagar indemnización y eso va a encarecer las cuentas del Estado. El Estado se va a ver comprometido a pagar millones y millones por trabajadores que no debieron ser despedidos de esta manera. Esta confusión da cuenta de que no hay una buena planificación de una política del ajuste, aunque ni siquiera nos pongamos a discutir si está bien o no.
APU: En campaña hablaba de tener un plan y no se sabe qué funcionario está asumiendo o renunciando.
JMO: Están renunciando funcionarios que habían sido designados en áreas que Milei había dicho que no iban a existir pero no las pueden desarmar porque pusieron a alguien a cargo para hacer el ajuste pero le dicen que su área no existe más. Lo acaban de designar hace dos meses, ¿cómo lo vas a remover? Tiene que renunciar antes de que se elimine el área o la empresa estatal, como está sucediendo con la TV Pública o como sucedió con Télam. Esto no está bien planificado.
APU: Lo mismo con la discusión del aumento de sueldo a los cargos ejecutivos y los funcionarios que, supuestamente, no sabían.
JMO: En la renuncia, más bien en la expulsión del secretario de Trabajo, que me parece un hecho que no tiene antecedentes, por lo menos en Trabajo, pasó algo muy extraño. Además de que no tenía mucha responsabilidad en los aumentos a funcionarios, el vocero presidencial dijo en conferencia de prensa que había otras cuestiones en las que el presidente no estaba de acuerdo y que antes se habían hecho públicas.
El secretario de Trabajo había manifestado, sobre todo a través de algunas decisiones, que no estaba de acuerdo con esto que se había agregado a la reforma laboral por fuera de lo que estaba pensado antes de la campaña. No estoy diciendo que era del pueblo trabajador, pero quizás quería cumplir con algunos pasos legales para hacer de esa reforma una más eficiente. Otra vez da cuenta de que no había una planificación al respecto, quizás porque no les importa.
APU: ¿Usted esperaba que el DNU incluyera esta reforma laboral? ¿O veía quizás un proyecto de ley al Congreso?
JMO: Queda raro decir que acerté un poquito en lo que esperaba que sucediera, esperaba que Milei diera instrucciones para el trabajo de índole conceptual simbólico. Milei hace estas cosas, dice que la libertad es el respeto irrestricto del proyecto de vida del otro e indica hacer una reforma laboral en base a esa frase. Después, hay funcionarios, personas muy influyentes, empresarios y asesores que trataron de completar esta instrucción general y adecuarla a un plan económico que parecía estar en un principio un poco más claro.
Ahora, la manera de completar. Por eso digo que en realidad finalmente no acerté, porque esperaba otros contenidos, en algunos puntos más duros y en otros más blandos. No me esperaba que declararan esenciales prácticamente el 80% de las actividades económicas y, por lo tanto, intentaran restringir el derecho de huelga. No sólo porque los sindicalistas se iban a enojar muchísimo, que es obvio, sino porque es absolutamente inadmisible en cualquier democracia y república del mundo civilizado desde la posguerra. Se parece bastante a “a Alberdi no le hubiera gustado la huelga porque en 1853 no había tal cosa”, entonces estamos habilitados a eliminar el derecho. No va a funcionar dos meses esto, no es que hay un juez bueno o malo sino que no te lo va a probar ninguno que haya terminado la carrera de derecho.