Sergio De Piero: “No tiene sentido cambiar un sistema electoral que funciona”

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APU EN GELATINA

Sergio De Piero: “No tiene sentido cambiar un sistema electoral que funciona”

30 Septiembre 2024

APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11:30 a 14 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con el politólogo Sergio De Piero, quien analizó la relación entre sistema electoral y representación política.

Agencia Paco Urondo: Más allá de diversos cambios propuestos sobre el sistema electoral, el problema parece ser más de representación política.

Sergio De Piero: Sí, coincido plenamente. Hay que evitar la palabra que desde la ciencia social a veces repetimos con irresponsabilidad que es que esto es complicado. No lo es, hay que tomar una serie de decisiones. Cualquier sistema electoral o modo de votación no da lo mismo. Argentina en el retorno de la democracia tuvo discusión sobre el apego a la misma por parte de los actores y se puso en cuestión en algún momento el presidencialismo, para pasar a un sistema parlamento, en la línea del tipo de régimen. En los 90 comenzó la discusión de la herramienta electoral, es decir, cómo votar. Fue inmediato, si no me equivoco Santa Fe y Tucumán fueron las primeras provincias que pasaron un sistema de lemas, que usaba originalmente Uruguay. Parecido a las PASO, es una interna donde podés votar distintas listas pero todas confluyen en la segunda vuelta en una.

En ese sentido, detrás de la discusión de quienes impulsan la boleta única creo que hay dos dimensiones importantes. Primero, una fe excesiva en las herramientas electorales como instituciones. Son manta corta siempre, si te tapas la cabeza te destapa los pies y viceversa. Los politólogos serios dicen que las herramientas ordenan las preferencias de las personas. Si queremos un gobierno de determinada manera lo que hacen las elecciones es ordenar eso. 

APU: ¿De qué manera?

SDP: Si querés que sean pocos partidos y fuertes, vas a ir a una opción de sistema uninominal o binominal, así el que gana se lleva todo, que es el caso de Inglaterra y Estados Unidos para el colegio electoral. El segundo no se lleva nada, lo cual hace partidos fuertes, pero no hay representación. Si queres sistemas representativos pones un sistema D´Hondt, donde entran muchos. Si elegiste la primera, vas a tener un congreso con dos partidos, mucho orden y poca representación. Si elegís la segunda, vas a tener mucha representación, pero poco orden porque cada negociación en vez de dos bloques es con varios. Brasil llegó a tener 35 en un momento.

APU: Un quilombo.

SDP: Brasil tuvo que tomar decisiones. Por ejemplo, no hay disciplina partidaria, es más o menos histórico. Por eso dijeron que, cuando el partido toma la decisión respecto de una ley, el miembro que vota en contra es expulsado de la cámara. Alemania es combinada, tiene listas proporcionales y uninominales. Podés articular pero no podes tener todo. No podes tener representación y orden. 

APU: Siempre depende la lectura que se hace.

SDP: Claro, si la crisis de representación tiene que ver con que los políticos son siempre los mismos, vayamos a la proporcionalidad y que haya muchos bloques. Después tenes que gobernar esos cuatro años, por lo menos dos, y eso no es fácil por la cantidad de negociaciones que hay que llevar. Eso le está pasando al gobierno nacional que no tiene un bloque grande. 

APU: Cuando se hizo la reforma constitucional de 1994 se pensaba en una Argentina dialoguista que está rota hace mucho tiempo.

SDP: Ahí hay un problema. Cuando se sanciona una ley, sabemos que se apoyan sobre condiciones materiales, sociales, económicas, culturales y simbólicas que no son permanentes. La Constitución de 1994, además de darle un poder enorme a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se basó en la concertación. Fue una reforma fruto del Pacto de Olivos. Eso, como bien decimos, desapareció entonces ahora tenés una herramienta que necesita condiciones que no existen. Tardamos veinte años en nombrar a la defensora de niños, niñas y adolescentes, no tenemos defensor del pueblo desde hace quince, hay una Corte con cuatro miembros y tampoco tenemos procurador nacional. Uno creería que hay que cambiar la constitución, para lo que necesitas acuerdos que no tenes.

Con la boleta única, ¿cuál es tu problema con el sistema electoral? Los argumentos se basan en problemas que no existen. En Argentina no hay fraude. Eso caracteriza al sistema. Tuvimos once elecciones presidenciales con nueve presidentes distintos, hay alternancia, por lo que es ridículo plantear lo contrario. Si hubiera robo de boletas no hubieran sucedido estas victorias alternadas. 

APU: Es una forma de subestimar al votante también.

SDP: Es un electorado bastante formado, sabe lo que sucede. El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), una asociación civil bastante lejos de ser peronista, en 2003 hizo una investigación sobre desempeño de las elecciones e incluyó el ítem robo de boletas. María Page y Marcelo Leiras entrevistaron a votantes en general y a presidentes de mesa. El primero opina que sí, el segundo, que está todo el día y toma muy responsablemente la tarea, no. Su percepción de que se rompían o se robaban boletas era bajísima. 

No es un problema, no ha definido las elecciones. Claro que hay, pero no tiene contundencia, entonces vamos a cambiar un sistema que funciona. Lo otro es la inmediatez de los resultados, que nos los enteramos entre las 8 y las 10 de la noche. En todos los países no funciona así. Quedaría el gasto de papel, que entró después como argumento. Es reciclable, no veo un problema extremo. De fondo, por lo mismo que se habilitó el balotaje, es generar herramientas para que pierda el peronismo. Es la idea que está detrás y tampoco va a funcionar. La elección próxima, si se implementa, va a ser caótica, con resultados a cualquier hora y mucho voto blanco. 

APU: Las experiencias previas provinciales demuestran que requiere volver a aprender a votar.

SDP: En Mendoza hubo 20% de voto en blanco porque la gente no marcó la boleta. También te dicen que vamos a un sistema más transparente, donde hay menos mediación. Desaparece el fiscal, lo que es una pena porque es un incentivo a la militancia y la participación. No tiene sentido que esté, sólo en el conteo. Hay una figura relevante de participación ciudadana que es corrida, eso no me parece positivo. Una de las opciones, que era marcar un cuadro y votar lista completa, la quitaron porque los partidos provinciales no la querían, ya que no tienen candidato a presidente. Estás negociando para favorecer un partido entonces, como en todos los sistemas electorales. No es más amplio, tomemos en cuenta que vamos a beneficiar a partidos provinciales. 

APU: La manipulación en la Ciudad de Buenos Aires respecto a la boleta electrónica, sus inclusiones, exclusiones y modificaciones son un ejemplo.

SDP: La Corte Suprema de Alemania prohibió el voto electrónico porque no hay manera de fiscalizar, dado que la maquina procesa. Hay que atender todos los problemas, pero toquetear algo que funciona bien es la parte que me cuesta más comprenderla. Además, qué va a pasar con las provincias que en sus elecciones provinciales no adhieran. Si no adhiere, ¿vamos a votar el mismo día con dos sistemas electorales tan distintos o vamos a separar? 

Ahí sí hay un problema que es la separación de las elecciones nacionales de la provincial. Ese desenganche, la última lección votaron sólo fueron siete provincias conjuntamente con la Nación, te pierde linealidad en la gobernabilidad. Se definen senadores y diputados, entonces el presidente puede ganar pero después eso está roto. Por ejemplo, en Santa Fe en 2015, ganó el socialismo en la provincia, el PRO la presidencia y el peronismo en diputados. Hay que gobernar después para que se aprueben leyes que son urgentes. No es que aumenta más la representación. ¿Qué es aumentar la representación? 

APU: Hay un problema de representación de los partidos políticos que ninguna herramienta electoral va a resolver.

SDP: La Ciencia Política viene discutiendo hace treinta años crisis de representación. Ha habido algunas respuestas más extremas, como que ya no es posible representar, y otras que hablan de una metamorfosis de los modos representar. El escenario es complejo en cuanto a que las demandas son cada vez más más divergentes y la situación económica social es grave en todo el mundo. Por ejemplo, los chalecos amarillos en Francia. Podrán tomar la calle, desestabilizar al gobierno de Emmanuel Macron, antes al Nicolás Sarkozy, generando un gran conflicto social que no se tradujo en el sistema electoral. Se dividió la derecha, emerge la extrema derecha, pero exactamente no tuvieron traducción electoral. Es el Mayo Francés, una revuelta histórica para todo Occidente pero hay elecciones y gana el oficialismo. Cuando hablo de crisis de representación quiere decir cómo se articula lo social con lo político, que es la pregunta y es difícil de contestar.

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