Sobre izquierdas sectarias y otras yerbas

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Sobre izquierdas sectarias y otras yerbas

01 Febrero 2012

Por José Castillo (Dirigente IZ en el FIT) l Un grupo muy amplio y heterogéneo de intelectuales, entre ellos algunos adherentes o votantes del FIT, dio a conocer en enero una declaración bajo el nombre Plataforma 2012. Se trata de duras denuncias al gobierno sobre la criminalización de la protesta, el ataque a las libertades de expresión, la relación del gobierno con las multinacionales como la Barrick o el ataque al derecho de huelga, entre otros puntos. En el FIT y entre los miembros de la Asamblea de Intelectuales del Frente ha surgido un debate sobre como actuar ante este nuevo hecho.

En primer lugar, queremos aclarar la postura de Izquierda Socialista. Para nuestro partido se trata de un paso muy positivo que intelectuales y trabajadores de la cultura de distintas expresiones y posturas políticas o ideológicas, se hayan unido para expresar el repudio a la política del gobierno nacional en puntos democráticos tan sentidos, por ejemplo, como los asesinatos de luchadores, entre ellos el de Mariano Ferreyra. La declaración “Para la recuperación del Pensamiento Crítico” (ver versión completa en http://plataforma-2012.blogspot.com/) denuncia al gobierno y a sus portavoces de Carta Abierta. Y se centra en puntos mínimos que deberían ser tomados como una base para proponer una amplia unidad de acción con ellos contra el accionar del gobierno.

Denuncian que existe un “encarnizamiento represivo”; que las “ultimas muertes” están ligadas a la defensa del “proceso de concentración de la propiedad de la tierra y la soja-dependencia”; denuncian la política de privilegios del gobierno hacia las corporaciones de la megamineria (Barrick Gold y Cerro Vanguardia), la automotriz General Motors, las cerealeras, los bancos o las petroleras; que “la brecha de la desigualdad se profundiza”; denuncia el ataque al derecho de huelga y la sanción de la ley antiterrorista como un intento de castigar o de “estigmatizar” toda disidencia. Y terminan señalando que es su “responsabilidad como intelectuales y trabajadores de la cultura romper el silencio que pretende amordazar el pensamiento crítico y promover un debate transformador”.

Las posturas sectarias son equivocadas y no ayudan

Por todo esto consideramos muy equivocada la postura asumida públicamente por los compañeros del PO y el PTS, a través de artículos en su prensa partidaria de sus dirigentes Jorge Altamira y Christian Castillo.

El centro de ambas posturas es denunciar a Plataforma 2012. Christian Castillo (19/1/12) por no delimitarse del gobierno nacional  “desde un punto de vista clasista, anticapitalista, socialista”. Jorge Altamira (PO 1209) por supuestamente oponer al del gobierno otro “relato” que “oculta al servicio de qué intereses sociales se coloca”. Por eso, ambos priorizan denunciar que la declaración no nombra a Binner, al FAP y al gobierno de Santa Fe. El compañero Altamira llega al extremo de exigir que la “intelectualidad” debe “formar Partido y tomar Partido (…) lo que significa la transformación socialista a partir de gobiernos de trabajadores”.

De allí, lamentablemente, se pasa a una descalificación directa de los firmantes. Altamira, por ejemplo, llega a definirlos como un “frente oportunista” con un “discurso encubridor”. Christian Castillo los acusa de estar “jugando para proyectos tan antiobreros, pro sojeros y promineros como los que encara el gobierno nacional /.../ sin una ruptura revolucionaria que permita la conquista de un gobierno de los trabajadores”.

Es totalmente equivocado exigirle a Plataforma 2012 que adopte un programa de clase y revolucionario. Es casi decirles que lo único válido es ser del FIT o de algunos de sus partidos. Desde ya queremos que centenas de intelectuales se acerquen a posiciones revolucionarias, que sean del FIT, adhieran al trotskismo o entren a nuestro partido y se conviertan en "intelectuales orgánicos". Pero no creemos que estás sean las únicas vías para que un intelectual puede jugar un rol políticamente progresivo. La historia y la actualidad están plagadas de ejemplos de intelectuales críticos , como puede ser el caso de Jean Paul Sartre, Albert Eisntein, Eduardo Galeano o Noam Chomsky, que jugaron o juegan un rol progresivo en movilizaciones o denuncias puntuales democráticas o antiimperialistas, pese a sus posiciones políticas más generales. Por eso no hay que poner una barrera infranqueable entre los adherentes a Plataforma 2012 y el FIT y la Asamblea que lo apoya.

O lo que sería peor, por esa vía descalificar o cuestionar a intelectuales que han votado o simpatizan con el FIT y firmaron Plataforma 2012, como Roberto Gargarella, Pablo Alabarces, Diego Rojas y otros. Con los criterios equivocados de PO y el PTS tampoco podríamos saludar la postura positiva y valiente de Raly Barrionuevo que fue censurado en Cosquín. O de León Gieco, Soledad, Natalia Oreiro y otros trabajadores de la cultura, que han salido a diferenciarse del gobierno apoyando la lucha de Famatina contra la megaminería.


La declaración de Plataforma 2012 sostiene puntos progresivos y no explicita apoyo político alguno, sea a Binner, al FAP o a la centroizquierda. El día que eso suceda lo criticaremos duramente. Pero mientras tanto debemos convocarlos, desde el FIT y la Asamblea , a ser consecuentes con los puntos que levantan para confluir en acciones unitarias de la intelectualidad, los artistas y trabajadores de la cultura. Por ejemplo, sería un gran paso que coordinemos un gran acto de ese espacio en apoyo al pueblo de Famatina contra la megaminería. Esto no se contrapone a que desde la Asamblea y el FIT se sigan haciendo los debates políticos e ideológicos sobre la salida socialista que proponemos, diferenciándonos tanto del gobierno como de Macri, Binner y demás alternativas políticas patronales, o diferenciándonos de muchos de los firmantes que hablan de “cosas positivas” del gobierno, como la ley de medios u otras. Pero en el marco del respeto y de un llamado a concretar una unidad de acción en los puntos que coincidamos contra la política del gobierno kirchnerista.