Assange, Snowden y la verdad sobre el incidente del avión de Evo Morales
Por Nicolás Adet Larcher
En julio de 2013, Evo Morales había acudido a Rusia para formar parte de una cumbre de países productores de gas. Finalizada la misma el presidente y su comitiva abordaron el avión de regreso a Bolivia. En Rusia, el ex espía de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en ingles) Edward Snowden se encontraba refugiado luego de la filtración masiva de datos donde se revelaban los métodos de espionaje utilizados por Estados Unidos para obtener datos de todo el mundo.
Ante el rumor de que Snowden podía haber abordado el avión de Evo en forma oculta, el gobierno de Barack Obama se puso en contacto con Francia, Italia, España y Portugal para impedir que la aeronave presidencial sobrevuele sus espacios aéreos. Todos estos países, inmediatamente prohibieron el aterrizaje en sus territorios. Desde 1945, ninguna nación del mundo había tomado esta medida.
El avión de Evo Morales no tenía combustible suficiente. Cerca de la frontera de Francia, intentó aterrizar y el permiso fue denegado. Ante la desesperación y la negación unánime de los países que había recibido la orden desde Washington de no ceder, debieron aterrizar en calidad de emergencia en Austria. Allí, permaneció durante 12 horas mientras las potencias europeas y el propio Estados Unidos solicitaban que se revise el avión para comprobar que efectivamente Snowden no se encontraba presente.
Este papelón diplomático tuvo el rechazo enérgico de UNASUR, ALBA y la OEA, así como de distintos referentes intelectuales y políticos a nivel mundial.
La confesión
Recientemente, en Rusia, se presentó el documental “Terminal F” que hace referencia a Snowden. En la proyección, Julian Assange admitió que la pista falsa de la presencia del ex espia de la NSA en el avión de Evo fue proporcionada a propósito desde Wikileaks para confundir a los servicios de inteligencia norteamericanos. Assange dijo que se habían tomado en cuenta varias posibilidades y que llegaron a la conclusión de que sembrar la confusión era lo mejor para alejar la atención de Snowden.
María Luisa Ramos Urzagaste, embajadora de Bolivia en Moscú, estuvo presente en la conferencia y al conocer este dato, increpó inmediatamente a Assange: "Para sus países grandes eso no es importante, pero para toda Bolivia sí que importa. Nunca hubiéramos violado la ley y no sé quién podría arriesgar con la vida del presidente para confundir a las autoridades estadounidenses. Pero usted lo hizo. Mi pregunta es: ¿pidió disculpas a Evo por todo ese lío?".
El fundador de Wikileaks se limitó a responder que "Snowden podía estar a bordo del avión del presidente de Bolivia de manera totalmente legal, porque se considera un avión diplomático. Para negarle a un avión la utilización del espacio aéreo hay que tener buenos motivos". Assange añadió: "Para evacuar a Snowden también se consideró el avión presidencial de un líder de otro país que también se encontraba en Moscú, igual que el de Morales. Precisamente por eso organizamos este caos intencional. Sí, queríamos atraer la atención a otras posibilidades. Esta táctica puede parecer no del todo honesta, pero considerábamos que el resultado final justificaría nuestras acciones".
Justificando el accionar, Assange comentó que no esperaban que la reacción fuese el cierre del espacio aéreo y que esta situación se dio por la intervención de Estados Unidos, “lamentamos lo sucedido”, expresó. Assange y Snowden conocen mejor que nadie el funcionamiento diplomático y militar de Estados Unidos frente al tratamiento de los disidentes. La utilización del rumor, podría haber sido evaluada con todas las posibilidades a tener en cuenta para evitar problemas, aunque el propio Assange reconoció que no tuvieron en cuenta la prohibición a sobrevolar por encima de los países europeos.