Bahía Blanca: Héctor Gay y la doctrina de las topadoras
Por Federico Hidalgo (*)
Mario, junto a su compañera Celeste y el hijo de ambos, de cinco años, vivían en el barrio Miramar. Digo "vivían", porque ayer a la mañana fueron desalojados mediante un operativo a cargo de la DDI. A él se lo llevaron detenido, y, hasta donde se sabe, le imputaron “desobediencia”.
Mario es un obrero de la construcción que vive de changas. El martes 29 hablé con él (en este enlace puede escucharse el audio, emitido por Radio Urbana en el programa Ahí vamos).
Héctor Gay es un periodista que vive de su frondoso sueldo de intendente. Él, la voz del genocida grupo La Nueva Provincia durante décadas, gusta de pasar topadoras para derribar humildes construcciones de personas que no tienen la posibilidad económica de acceder a una vivienda, sea alquilándola o, mucho menos, comprándola. En un audio “filtrado”, al intendente de La Nueva Provincia se lo escuchaba jactándose de haber “limpiado” el predio de Campaña del Desierto, derribando a la “casa más emblemática, la que tenía la bandera (argentina)”, quejándose de que solo quedaba “el tipo ése del chaperío”. Bueno... el tipo del chaperío es Mario.
Los terrenos son estatales. Eran de la provincia de Buenos Aires y fueron cedidos al Estado municipal que, administrado por la alianza Cambiemos, no se ocupa de garantizar aquello que la Constitución impone incluso a través de diversos tratados que nuestro país suscribe: el derecho a la vivienda digna.
Mario se siente, por lo menos, estafado. Votó a Gay y no solo eso: fue fiscal de mesa en las elecciones que lo llevaron a la intendencia. Le prometieron, cuenta, un pago en dinero que nunca cobró.
Gay, amo de las topadoras, lo hizo de nuevo. Le destrozó la vida a una familia y, guarda, no se detiene. Decidido a defender ante todo la propiedad privada y favorecer la especulación inmobiliaria, tiene en la lista a vecinas y vecinos de Moresino. A un grupo ya lo desalojaron, derribando viviendas humildes. Al grupo restante solo lo recibió el responsable de Políticas Sociales, Luis Tonin, para decirles que la Municipalidad no tiene nada que hacer allí porque los terrenos son privados y ellos ni siquiera estaban al tanto, cosa que repitieron otros funcionarios. Eso es falso. Estaban, están al tanto. El denunciante, el abogado Pedro Maio Salvador, quien dice representar a la empresa Clarea S.R.L., aparente poseedora de esos terrenos hace no menos de 25 años, solicitó se notifique al ejecutivo municipal de su denuncia. Gay y compañía saben, desde el principio, que un grupo de familias corre peligro de quedar en la calle, y nada hicieron para atender esa situación.
25 años de baldío, de no cortar el pasto, de no cuidar el lugar, de no poner un ladrillo. La empresa y su representante, responsables de especular. El intendente y su equipo, de garantizarlo.
Al baldío fue la gente con sus necesidades e ilusiones a cuestas. La respuesta del Estado fue la de proteger a los especuladores, y no la de garantizar el derecho a una vivienda digna.
Pretenden ponerle el elegante disfraz de legalidad a su accionar. No es legalidad pasar por encima de la vida de las personas con topadoras. Es miserabilidad.
(*) Federico Hidalgo es bahiense y periodista. Actualmente conduce Ahí vamos, apertura informativa de las mañanas de la Radio Urbana de Bahía Blanca.
(Foto: Canal 9 Bahía Blanca)