China y su imparable ascenso global
Desde la muerte de su líder histórico, Mao Tse Dong, China no ha parado de crecer, de ser una economía eminentemente rural, ha pasado a ser una potencia industrial mundial con un crecimiento urbano cada vez mayor. China ha logrado en los últimos 40 años la acumulación de capitales mas grande de la historia, creciendo a tasas de alrededor del 10% durante casi todo ese tiempo. La muerte de Mao, en 1978, trajo una nueva era para la Republica Popular China. Su nuevo líder en aquel entonces, Deng Xiao Ping, comenzó una serie de reformas, llamada política de “Reforma y Apertura” que permitió que el capital extranjero se asentara en “zonas especiales”. Estas reformas buscaban tres tipos de transición, la de una economía totalmente planificada a una economía mixta entre el Estado y el mercado, el paso de una economía cerrada a una abierta y el pasaje de una sociedad rural a una mayoritariamente urbana. En todos estos años consiguió sacar de la pobreza a mas de 800 millones de personas y la indigencia ha sido erradicada en casi su totalidad, como lo preveía una de sus metas a conseguir para el centenario del Partido Comunista Chino en el año 2021.
La estrategia China en su camino a la hegemonía global no es una sola, su crecimiento económico la hace mas fuerte hacia lo interno, pero también lo hace hacia afuera. A medida que su capacidad comercial crece y sus exportaciones se vuelven mas necesarias para el resto de los países del mundo, le ha ido generando mas posibilidades de inversiones internas en ciencia, tecnología y educación en todos los niveles. Su crecimiento tecnológico le ha permitido suplantar tecnología importada por local, lo cual la hace menos dependiente y vulnerable a bloqueos externos. A esta fase del desarrollo chino algunos la llaman “tecnonacionalismo”, una forma de asegurarse crecimiento económico y seguridad nacional al mismo tiempo.
En un principio China realizaba compras de tecnología foránea, para luego ir cerrando acuerdos comerciales y/o empresas conjuntas a través tanto del gobierno como de sus empresas nacionales. También lograron que las empresas extranjeras se instalen en el país y relocalicen sus procesos productivos tecnológicos. La aplicación de ingeniería inversa fue una de las formas de incorporar conocimiento para el desarrollo de la incipiente base industrial local. En los últimos años china viene mejorando sus capacidades innovadoras a través de la transferencia de tecnología, una condición que le exige a las empresas extranjeras para acceder a ese inmenso mercado que es el gigante asiático. La tecnología extranjera se esta convirtiendo en tecnología china.
Otra forma de incorporar conocimientos y capacidades tecnológicas es a partir de la adquisición de empresas extranjeras. La relación entre tecnología y poder nacional esta altamente incorporada en el pensamiento estratégico chino. China esta pasando de ser un consumidor de tecnología extranjera a un productor de tecnología, y no solo eso, sino la posibilidad de desarrollar estándares globales para las tecnologías del futuro, sobre todo en los campos de las comunicaciones y la inteligencia artificial. Uno de los programas mas emblemáticos de desarrollo tecnológico ha sido el Made in China 2025, en este programa se busca el avance dentro de la cadena de valor en campos de alta tecnología como las industrias farmacéuticas, automotriz, la aeroespacial, la informática, la robótica, los semiconductores, maquinarias agrícolas, equipos eléctricos, ferrocarriles de alta velocidad, equipos médicos, industria naval, etc., en todas estas aumentando el porcentaje de componentes locales del 40 al 70%. Para esto, el gobierno chino esta dispuesto a invertir unos 300 mil millones de dólares.
Uno de los desarrollos en los que mas esta poniendo el foco el gobierno chino es el desarrollo de la industria de los semiconductores, estos pequeños circuitos integrados son el corazón de la tecnología 4.0., la Internet de las Cosas, en donde todos los dispositivos estarán conectados entre si y a la internet o cualquier otro tipo de red. La recopilación de datos sobre el uso de todos los dispositivos conectados es la minería del futuro (de datos), con toda esta información disponible, las empresas sabrán el gusto y actividades de todos aquellos que estén conectados, disponiendo de datos que podrán ser utilizados tanto para personalizar las ventas como mejorar sus procesos productivos. La disputa con EEUU llevó a que el país del norte pusiese restricciones a la venta de equipos litográficos (los que diseñan estos chips) a las empresas chinas. La fábrica más avanzada de estos equipos es la neerlandesa ASML que fue presionada por el gobierno estadounidense para evitar que le facilite sus equipos más avanzados. Según la agencia de noticias Reuters, el ahora ex Secretario de Estado, Mike Pompeo, del gobierno de Donald Trump, se habría reunido con el Primer Ministro neerlandés, Mark Rutte para que forzar la ruptura de un contrato entre ASML y la Semiconductor Manufacturing Internacional Corp., (SMIC) la mayor compañía fabricante de semiconductores en China.
A todo esto se le sumó la escasez de semiconductores producida por la pandemia y luego la guerra en Ucrania, que está provocando la falta de materiales como el neón, un insumo imprescindible para la producción de estos avanzados componentes. El gobierno de Xi se comprometió a hacer fuertes inversiones en el área, se habla de mas de 150 mil millones de dólares, para lograr avances tecnológicos y la autosuficiencia en el abastecimiento. Recientemente SMIC anunció que logro fabricar semiconductores de 7 nanómetros, lo cual es un gran avance a pesar de las restricciones norteamericanas para la venta de los equipos mas avanzados al gigante asiático.
El crecimiento de cualquier país conlleva riesgos externos, cuanto más crece un país, la competencia con las principales potencias se acrecienta. Por lo tanto, la faz militar tampoco debe descuidarse. La mayoría del comercio global se realiza por mar, alrededor del 85%, esto China lo tiene muy claro y actúa en consecuencia, desarrollando y construyendo una marina de guerra de las mas grandes del mundo para proteger su comercio. En este aspecto el país asiático tiene una seria limitación, es un país mucho mas terrestre que marítimo. Su única salida al mar es el Mar de la China meridional, el cual se encuentra en disputa con varios países mas de la región, y en el cual tiene una disputa con Taiwán, isla que China reclama como parte de su territorio indivisible. Taiwán por su parte es un aliado estratégico de los EEUU y tiene su protección para evitar cualquier intento de reincorporación por la fuerza.
Para ganar terreno en su salida al mar, China se dedicó a crear infraestructura que le permitiese posicionarse en el área. Creó 27 islas artificiales sobre arrecifes de coral o rocas, lo cual hace que pueda expandir tanto sus capacidades defensivas como ofensivas, y mantener a raya a las armadas de otros países competidores. También puede denegar el espacio aéreo sobre estas islas, lo cual le ha traído algún incidente con un avión de reconocimiento estadounidense hace pocos años. China ha establecido lo que se conoce como estrategia A2/AD, estrategia anti acceso/denegación de área, a través de esta se trata de impedir el acceso a una determinada zona a una fuerza enemiga o a que opere a una mayor distancia. La denegación de acceso busca afectar las maniobras dentro de un teatro, trata de limitar la capacidad de acción dentro de un área operativa. Todo esto lo hace a través de varios sistemas de armas y sensores que le impidan a potenciales enemigos accedan y operen en las áreas de interés propias. La disputa de estas aguas tiene además, un componente de disputa por los recursos naturales ictícolas y energéticos que se descuentan se encuentran en la zona y supone el control de la ruta marítima principal de abastecimiento y salida hacia otros océanos.
Otro de los problemas que le representa a China tener una sola salida al resto de los mares es que puede ser fácilmente bloqueable en los “puntos de estrangulamiento” por donde circulan sus importaciones de energía y demás materias primas. Para esto está desarrollando varias estrategias. Una de ellas es haberse declarado como “Estado Cercano al Ártico” en su libro blanco del año 2018. Debido al calentamiento global, parte de los hielos árticos han disminuido en cantidad, abriendo la posibilidad de nuevas rutas que evitarían la salida por el Indo Pacifico y ahorrando varios miles de kilómetros y millones de dólares en combustibles hacia sus destinos europeos.
Otra de las estrategias de China en su expansión marítima es la creación de una red de puertos por las costas del Indo Pacífico conocida como “el Collar de Perlas”, o también como “La Ruta de la Seda Marítima” Esta red esta compuesta de puertos y bases que van desde Sri Lanka a Dyibuti, en África. Entre estos dos puertos se encuentran los de Chittagong, en Bangladés, Sittwe en Myanmar, Gwadar en Pakistán e Islas Maldivas, entre otras. De todas estas la única que es una base militar es la de Dyibuti, en donde también se encuentra una base norteamericana. La zona es conocida por la actividad pirata y esta base refuerza la vigilancia la defensa de su marina mercante. Dyibuti además, se encuentra en la zona del cuerno de África, lindante al estrecho de Bab El Mandeb, que es la entrada al Mar Rojo y lleva al Canal de Suez, uno de los pasajes claves del comercio chino y de sus importaciones de energía.
Los demás puertos son de uso meramente comercial (por ahora), son un apoyo logístico para sus barcos mercantes, aunque en puertos como Gwadar tienen la posibilidad de conectarse con el corredor económico chino pakistaní a través de carreteras, vías ferroviarias y ductos petrolíferos. Volviendo a Dyibuti, otro de los aspectos importantes de este puerto/base naval militar, es la posibilidad de ser la entrada a África de la influencia comercial y política china, disputa con EEUU que crecerá a medida que vayan pasando los años.
No menor es una cuestión tan importante como el abastecimiento de alimentos para las 1400 millones de personas que viven en este milenario país. En el pasado han sufrido grandes hambrunas con millones de muertos. La más famosa y última de estas fue durante el llamado “Gran Salto Adelante”, entre los años 1958 y 1961, en los cuales se creen que murieron entre 15 y 50 millones de personas. Por lo tanto el gobierno del Partido Comunista le da una importancia estratégica a la producción de alimentos para la población. Debido a la industrialización del país y a la rápida urbanización no hay demasiada mano de obra disponible para la agricultura, a esto le sumamos que las áreas cultivables tampoco son las suficientes para la cantidad de materias primas que se necesitan para los 1400 millones de personas. Debido a todo esto el gobierno adoptó una estrategia de adquisición de tierras en el extranjero. China posee alrededor del 10% de las tierras cultivables dentro de su territorio, pero tienen el 20% de la población mundial, con lo cual se hace primordial la tarea de la búsqueda de seguridad alimentaria.
El gobierno adoptó una estrategia llamada Go Out, en la cual se promueve la internacionalización de empresas que realicen inversiones en todo el mundo, en este caso agrícolas en otras partes del mundo. La Corporación Nacional China de Cereales, Aceites y Comestibles (COFCO) y la Corporación Química de China (ChemChina) son los principales arietes para este propósito. El gigante asiático posee tierras en todos los continentes para la producción de cultivos que son estratégicamente importantes para su abastecimiento interno. Según Land Matrix, China es el mayor inversor en tierras del mundo, habiendo firmado 371 acuerdos con sus empresas, por un total de 18.737.456 de hectáreas los cultivos mas importantes son el maíz, el trigo, frutas, vegetales, castañas, yuca, aceite de palma, soja (el mas importante), arroz y caña de azúcar. Se calcula que mas de 1300 empresas chinas tienen inversiones en las áreas agrícolas, pesqueras y forestales en mas de 100 países.
Una de las adquisiciones más importantes en cuestiones alimenticias fue la de la compañía suiza Syngenta, en el año 2017, una empresa especialista en la creación de semillas transgénicas, herbicidas, insecticidas y otros productos para cultivos. ChemChina la adquirió por 43 mil millones de dólares e ingresó de esta manera al juego global de los agro negocios. China no solo busca asegurarse su seguridad alimentaria sino también el mejoramiento de aquello que sus ciudadanos consumen. El hambre ya no es un problema, ahora la búsqueda es la de mejorar la cantidad de proteínas a consumir. Syngenta no es cualquier empresa, esta empresa es líder en innovación en el sector biotecnológico y puede mejorar la prácticas y los rendimientos en un país con una baja proporción de tierras cultivables y también asegurarse la adquisición de todo el alimento posible más allá de sus fronteras.
La alianza entre China y Rusia es vital para los intereses del gobierno de Pekín. China extiende su Ruta de la Seda por el Ártico, y necesita el consentimiento de Rusia. Rusia es quien controla la mayor parte de la zona, un 45% y la mayoría de su franja costera, la cual es recorrida por la flota de 6 rompehielos a propulsión nuclear de la armada rusa, la mayor cantidad que tenga cualquiera de los países signatarios del Tratado del Ártico. China también cultiva la relación con actores de la zona, como lo son Islandia y la isla de Groenlandia, perteneciente al Reino de Dinamarca, isla que Donald Trump quiso comprar durante su presidencia. Tanto Rusia como China se benefician y beneficiaran en el futuro de esta sociedad en el Ártico, Rusia posee grandes recursos energéticos y es posible un crecimiento de estos en esta región, y China posee los capitales necesarios para el financiamiento y expansión de la infraestructura necesaria para exploración y explotación de estos.
Otra de sus estrategias globales esta centrada en la expansión de sus inversiones por el mundo. Créditos de sus bancos de inversión, inversión extranjera directa de sus empresas para infraestructuras, swaps de su moneda nacional a bancos centrales y por ultimo su gran apuesta, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, o como coloquialmente se la conoce, la Nueva Ruta de la Seda. Miles de millones de dólares en inversiones a través de mas de 140 países en Asia, Europa, África y América Latina. Solo en el año 2021 las inversiones en este proyecto alcanzaron los 59.5 mil millones de dólares. Las inversiones en América Latina y el Caribe, como parte de su Inversión Extranjera Directa, fueron para el período 2004-2019, de mas de 161 mi millones de dólares, pero el grueso de su IED se dio en un área de directa influencia, Asia, con un monto de 996.897 millones de dólares. Europa y África le siguieron con 99 mil millones y 41.682 millones respectivamente.
Su mayor participación en organismos internacionales y su capacidad de articular alianzas con otros países emergentes también es un síntoma de su ascenso como potencia y su cada vez mayor influencia dentro de la comunidad internacional. Alianzas en Asia junto a Rusia en la Organización para la Cooperación de Shanghái o el BRICS junto a Brasil, India, Rusia y Sudáfrica dan la dimensión del terreno que ha ganado tanto en el plano regional como en el internacional. Esta misma alianza se encuentra en proceso de crecimiento, recientemente en su ultima cumbre recibió el pedido de incorporación de seis países, entre ellos Irán y la Argentina, lo que demuestra que la economía y la política global se ha vuelto, con el ascenso del gigante asiático, cada vez mas multipolar y menos dependiente de Europa y los EEUU.