Coronel Suárez: ¿casualidad o causalidad?
Por Julio Zaballa (*), desde Coronel Suárez
¿Es una casualidad que hoy estemos en boca de todo el mundo por un dibujito y el periódico que avaló su publicación?
Me parece que no.
Si en 1976 hubieran existido las redes sociales también hubiéramos estado en ellas como ejemplo del horror al que nos sometieron los civiles suarenses que adhirieron al golpe y accionaron ante el poder militar para que nos despojaran a los trabajadores y jubilados de la farmacia sindical, la obra social y un sistema de salud, todo ejemplo en la provincia de Buenos Aires. No fue así, el miedo, que aun persiste, obnubiló las mentes de miles de suarenses que permitieron, luego de beneficiarse con esas conquistas, que se nos arrebatara y posteriormente se destruyera. Mis múltiples escritos titulados “¿Por qué aquí en Coronel Suárez?” y “Miedo ¿a qué?” asombrarían a muchos que hoy lo hacen con esa caricatura de Baradel. Sin embargo, en tantos escritos y años, no hay respuesta ni despierta inquietudes como lo hace este dibujito, salvo una mínima porción de profesoras de historia que si tienen inquietudes por nuestro pasado y por su relación con el presente. Todo sea por que los jóvenes no razonen ni piensen.
Ni hablar de lo que hubiera sucedido comparativamente con esta reacción ante la caricatura mal lograda sobre Baradel, si en noviembre de 1985 se hubiera tenido conciencia que el mismo pueblo que genera esta apología en 2018, fue por entonces una de las pocas localidades, por no decir la única, que emitió con dineros pagados por doscientas familias suarenses, una solicitada en La Nación y Clarín abochornándonos con el “Gracias Militares”.
Es la misma comunidad que vota masivamente a este gobierno, unos directamente y otros indirectamente, salvo 1800 que votamos por lo mal que estábamos en 2015, porque sabíamos que en 2018 los despedidos, los jubilados, los trabajadores, los comerciantes o pequeños productores iban a sufrir lo que hoy es una lamentable realidad y de lo cual no hay salida ni a corto ni a largo plazo. No me digas que te engañaron. Si el cocodrilo te invito a cenar, estaba claro que la cena eras vos.
Hoy se encuentran a la venta y bajo precio, puños de piel de GORILA que algunos aprendices de chimpancé, exponían en los puños de su camisa para agradar a los gorilas sin saber que ellos, los GORILAS, tenían claro que tan solo son chimpancés. Hoy los desechan, por falsa imitación. Hoy ese camuflaje no sirve y hay que exponerse con la verdadera piel. Dejarse de comer mortadela eructando jamón. Hoy hay que unirse a los pobres, a los de abajo, a los que sufren necesidades. Esa clase media, que renegaba del gobierno anterior por populista, desea con toda su fuerza que todo vuelva al 2015 y, logrado ello, iniciar un camino mejorando aquello, pero no eliminarlo y sumirnos en la pobreza y el endeudamiento extremo esclavizante, enriqueciendo a unos pocos. Tomado lo que los funcionarios nacionales, desde Macri para abajo, tienen en dólares en el exterior robado a los argentinos mediante la evasión, ¿a cuánto se elevó en pesos ese capital especulativo que tienen fuera del país?
No crean que está todo dicho. Ni pensarlo. 2018 y 2019 pueden ser mucho peores y lo trágico es que muchos, por acción del multimedio, volverán a votar este programa que hoy los somete y agobia.
¿Cómo encaminarnos a un mejor futuro? ¡No es un misterio! Pero sí es difícil, toda vez que nuestro razonamiento nos lleva a esperar iluminados, desechando el compromiso y la participación, poniendo la cara en reuniones y asambleas para exponer, reclamar y exigir soluciones y mecanismos -que los hay-, que nos permitan reclamar a nuestros elegidos, dirigentes de toda institución, que sean probos, transparentes, creativos. Si los dirigentes no cumplen, todas y cada una de las instituciones tienen mecanismos para liberarse de estos vagos incompetentes y mentirosos Pero para ello vos, ¡sí, vos!... que te considerás mejor que ellos, debés participar y comprometerte buscando que cada vez sean más los que colmen los debates institucionales mejorando al colectivo.
(*) Julio Zaballa reside en Coronel Suárez, donde desarrolló una larga trayectoria como militante gremial en el Sindicato de Luz y Fuerza y como delegado regional del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.