El ajuste a los jubilados se define en la Plaza
Por Rocío Cereijo, Santiago Asorey, Enrique De la Calle, Juan Ciucci y José Cornejo. Foto: el fotógrafo Pablo Piovano, acribillado a balas de goma en la represión del 14 de diciembre.
El jueves 14, el macrismo afirmó tener quórum y la mayoría necesaria para aprobar la reducción de las jubilaciones. Fue en Diputados, el proyecto ya tenía aprobación del Senado. Sin embargo, la sesión se cayó.
Por supuesto, los manotazos y exabruptos de los legisladores enrarecieron el clima. Posiblemente también haya influido el diálogo de Carrió con Larroque. Pero lo determinante fue la batalla en Plaza Congreso, donde un colectivo social muy heterogéneo desbordó a la Gendarmería y volteó la sesión.
Esto lo reconoció el jefe de bancada macrista, Nicolás Massot. En el programa televisivo Animales Sueltos, le transmite a José Luis Espert el siguiente concepto: a vos te parece que el ajuste que vamos a hacer es poco, pero mirá lo que ocurrió en la Plaza e imaginate lo que pasaba si el ajuste era mayor (minuto 39.30).
Otro signo de que el destino de la ley va a jugarse frente al Palacio lo sintetiza el titular de Clarín: “Reforma previsional: El Congreso ya está vallado y hay preocupación por el llamado a la violencia. Alerta por grupos K y de izquierda.” Un tercer elemento es la convocatoria a una fuerza represiva que el gobierno supone más eficiente: la Policía de la Ciudad. Sin embargo, considerando que Gendarmería ya carga con los homicidios de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, es casi un milagro que el jueves no haya ocurrido una tragedia. A los ojos del gobierno, las represiones de la Policía de la Ciudad (8M y por Maldonado) fueron satisfactorias.
A este escenario se suma el paro dictaminado por la CGT. Es posible que los trabajadores formales tengan problemas para movilizarse, pero quedarán libres de sus patrones para acercarse a la Plaza.
Recapitulando: la ministra Patricia Bullrich ordenó una represión que duró más de siete horas y la reforma no se aprobó. ¿Qué pedagogía enseña a las organizaciones políticas? La insistencia del Gobierno por aprobarla, para seguir los designios del FMI, no hace más que profundizar el malestar. El modelo macrista apuesta al ajuste y solo acusa recibo del tam tam de los bombos de la conflictividad social.