El fascismo criollo, de pie y al acecho
Por Juan Carlos Martínez (*)
La degradación del sistema democrático se ha extendido por todo el mundo, dando paso a las derechas y ultraderechas, con todo lo que semejante retroceso implica para el futuro de la humanidad.
No hay pandemia que pueda producir tantos daños como los sistemas que sostienen y promueven la degradación política: el capitalismo y el neoliberalismo. En ellos nace, crece y se expande el autoritarismo en sus distintas versiones.
Noam Chomsky, uno de los pensadores contemporáneos más lúcidos, lo viene repitiendo desde el corazón mismo del sistema, es decir, Estados Unidos, su país.
“Hay que superar la lógica capitalista, la plaga neoliberal y el liderazgo malévolo”, acaba de repetir en una entrevista concedida a la agencia Télam.
La Argentina no está al margen del avance derechista. La elección de Mauricio Macri fue un gigantesco paso de un movimiento que se mantiene en pie y que acaba de manifestarse con la asonada policial que ganó las calles y llegó hasta las puertas mismas de la residencia presidencial. Es más que evidente que asistimos a un ensayo golpista al estilo carapintada. Sólo faltó Aldo Rico montado en el Falcon verde con el que se sumó al desfile militar con el que Macri celebró el Día de la Independencia en 2016,
Ceder ante la extorsión, como ha cedido el gobierno, no es el mejor remedio para desalentar el avance de la derecha destituyente.
Que es como colocar al país en los umbrales de la dictadura para volver al infierno del que salimos al precio de treinta mil víctimas.
La realidad que estamos viviendo lo expresa con absoluta claridad: el fascismo criollo sigue de pie, al acecho, como esas aves de rapiña que esperan el momento propicio para caer sobre su presa.
No seamos ingenuos: el fascismo no se combate sólo con invocaciones al Estado de derecho ni a la democracia ni a la convivencia civilizada.
El fascismo no es una pandemia que se cura quedándonos en casa entre cuatro paredes.
A ver si despertamos a tiempo.
(*) Juan Carlos Martínez es escritor, periodista y director del periódico Lumbre. Sus columnas son publicadas regularmente por Radio Kermés, de Santa Rosa, La Pampa, y esta AGENCIA. Es autor de varios libros: La apropiadora, La Abuela de hierro, El golpeador y La Pampa nostra.