Elecciones 2025: las urnas bonaerenses revivieron la mística del peronismo

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    Kicillof bunker

Elecciones 2025: las urnas bonaerenses revivieron la mística del peronismo

08 Septiembre 2025

Con casi el total de los comicios escrutados, Fuerza Patria se impuso con el 47,28% frente al 33,71% que consiguió La Libertad Avanza, más de un millón de votos de diferencia. Una victoria con espalda pero con una participación a la baja que se ubicó, apenas, por encima del 60%. La mayor diferencia se aglutina en la 3era y en la 1era sección -donde se concentra el 64% del padrón- aunque el peronismo ganó en seis de las ocho secciones electorales, con excepción de la 5ta y la 6ta. Si bien en esos distritos no le alcanzó, consiguió achicar la diferencia respecto a las elecciones de 2021.

Esta victoria le permitió al personismo quedar bien parado en términos legislativos, con quórum propio en el Senado y cerca, aunque no tanto, en Diputados.

La Ciudad de Buenos Aires, el único bastión de La Libertad Avanza

Javier Milei decidió jugar fuerte como lo hizo en la Ciudad de Buenos Aires, una jugada que -tan solo unos meses antes- le había permitido herir de muerte al partido de Mauricio Macri en su bastión más fuerte. Por eso, para los comicios del 7 de septiembre en la Provincia de Buenos Aires, optó por apostar a la misma táctica: nacionalizar la elección.

Con esta apuesta Milei se puso al hombro la campaña y plebiscitó su gestión. Si salía bien, los duros embates que vivió el gobierno en las últimas semanas, con escuchas y posibles coimas incluidas, perdían poder de daño; pero si salía mal, la sociedad a puertas cerradas de los Milei se iba a enfrentar, inevitablemente, a un escrutinio partidario. La historia es conocida: pasó lo segundo, aunque aún es muy temprano para conocer las implicancias de dicha derrota.

El círculo libertario se había encargado de interpretar aquel triunfo de mayo como un apoyo popular a su política de ajuste, entonces, bajo esa misma lógica, el estrepitoso fracaso en las urnas de ayer debe leerse como un freno o tiempo fuera. La apuesta no era del todo errónea: Mauricio Macri hizo de un partido local, una realidad nacional, pero ganó la provincia de Buenos Aires. Milei, en cambio, ganó su primera elección local ya siendo Presidente, en una jornada que estuvo marcada por la más baja participación electoral desde la vuelta a la democracia en elecciones porteñas.

Kicillof: el gran ganador del peronismo

La teoría Kicillof ganó en las urnas. El desdoblamiento se transformó en un eslabón más dentro de la interna peronista, donde encontró una fuerte resistencia pero, al final, se impuso. No sólo se impuso sino que le permitió a la coalición mostrar una contundente victoria, una suerte de trampolín de cara a octubre.

Atrás quedaron los ecos de una entrevista en la que la propia Cristina Fernández de Kirchner llamó al Gobernador a “revisar su decisión”. Kicillof insistió y ganó. Él también se jugaba un pleno: si perdía, quedaba fuera de la cancha, pero eso no pasó. En cambio, ganó centralidad tanto en el dispositivo de toma de decisiones como en la agenda pública. La tesis de no priorizar lo propio por sobre su marco de alianzas le rindió frutos. No se radicalizó sino que optó por ampliar. Incluyó en el juego a las centrales obreras sin imponer y cedió tanto protagonismo como cintura a los intendentes para definir cómo defender sus distritos. Lo que podría haber sido leído como debilidad para algunos, se transformó en una fortaleza poco común. Kicillof se la jugó y ganó, pero sí era temprano aún para comprender las implicancias de una derrota, también lo es para medir el impacto de este triunfo.

Otro que capitalizó fue Sergio Massa. Perfil bajo, algunos off a periodistas y una banca relativa de todos los sectores. Un training que le permite salir indemne de los berrinches televisivos de Grabois, que medirá su suerte en la Ciudad de Buenos Aires el próximo 26 de octubre con Itai Hagman a la cabeza. Ni hace falta decir que la tesis Grabois de llamar a la abstención, que duró menos de 24 hs, hubiera sido un error mayúsculo para el peronismo.

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Comparación 2023 y 2025
Variación PBA octubre 2023 y legislativas 2025. Fuente: Daniel Schteingart

Aunque no lo creas, se puede seguir perdiendo

Lo que sí es un hecho es que el gobierno perdió, lo hizo respecto a la primera vuelta de 2023 y a su posterior balotaje. No ganó ni un voto de aquel porcentaje que había acumulado el PRO y perdió más de 100 mil votos propios. Esa derrota no se explica por “el aparato peronista” al que le quiso endilgar responsabilidad el Presidente en su discurso de ayer. La mala performance es un boca de urna, la única encuesta que vale si vemos los informes que deslizaron en las últimas semanas las principales consultoras. Milei plebiscito su gestión, tal como lo hizo Axel Kicillof, uno ganó y el otro perdió, por lo menos, este primer tiempo.

Otra realidad que deberá gestionar el gobierno es su incapacidad para convocar al voto PRO. Después de un cierre con fórceps, ocurrió  la primera sangría. Algunos intendentes optaron por jugar con boleta corta y cuidar lo local sin sucumbir al apriete libertario, otros como Diego Valenzuela negociaron y cambiaron la casaca. El desdoblamiento también obligó a pisar la rosca de la elección de octubre, se cerraron alianzas y listas antes de ver los votos. Cristián Ritondo y Diego Santilli rifaron lo que quedaba del partido a la baja y perdieron. Hoy, de haber existido, esas acciones hubieran cotizado un poco más alto.