Emergencia Social: Orgullosos por lo hecho, nos duele lo que falta

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Emergencia Social: Orgullosos por lo hecho, nos duele lo que falta

10 Diciembre 2016

 

Por Gildo Onorato

La media sanción en la Cámara de Diputados de la ley de Emergencia Social significa un gran triunfo político de los Movimientos Populares. Pero es solo un primer paso en el camino hacia la dignidad de los trabajadores más humildes de la Argentina.

Esta propuesta incorpora nuevos derechos a la Seguridad Social, como la creación del Consejo de la Economía Popular, que, en los hechos funciono en la forma de Mesa de Diálogo y se convirtió en la Primera Paritaria Social de la historia, donde los representantes de las organizaciones populares pudimos discutir las características de las políticas sociales implementadas por el Estado, sus alcances, los aumentos planificados, la concreción de un aguinaldo social, y la necesidad de destinar un financiamiento extra al presentado en el presupuesto 2017 debido al deterioro producido en el sector por las medidas económicas implementadas por el Gobierno.

Crea la figura del Registro de Trabajadores de la Economía Popular. Esto significa el reconocimiento como trabajadores a millones de argentinos y argentinas que se inventan su trabajo todos los días, que no cuentan con ningún reconocimiento por parte del Estado. Nos apartamos con este reconocimiento de la figura del beneficiario, del subsidiado y del mote despectivo del “planero”, para ser reconocidos como trabajadores, que durante décadas no contaron con representación sindical ni con derechos.

También se crea el Salario Social Complementario, que, como su denominación lo indica, complementa el ingreso que cada trabajador de la Economía Popular se genera por su cuenta, y le otorga el 50% del Salario Mínimo Vital y Móvil. Hay que mencionar también que al quedar “atado” a la movilidad del S.M.V.M. constituye un punto de unidad con los trabajadores formales. Este Salario significa para los trabajadores pobres lo mismo que representa la A.U.H para los pibes más humildes.

Cabe destacar, que el Salario Social Complementario forma parte de las propuestas presentadas en el III Encuentro Mundial de Movimientos Populares realizado a principios de noviembre en Roma. Esta propuesta fue consensuada por delegaciones de más de 65 países y votada por unanimidad ante la presencia del propio Papa Francisco.

Alcanzar 227 votos a favor, con solo 4 abstenciones y un voto negativo da cuenta de un enorme apoyo, de una profunda legitimidad lograda con firmeza en la lucha, y con la capacidad de comprender que los apoyos cosechados entre movilización y movilización fueron doblegando la voluntad del Gobierno, que desde un principio intento ridiculizar la propuesta, negarse al dialogo, acusar de desestabilizadores, hasta que la presión popular llego a las mismas puertas del Congreso con el impulso de más de 40 organizaciones populares del campo y la ciudad, la CGT, ambas CTA, FAA, CGE, el conjunto de los bloques opositores y el rol fundamental de la Pastoral Social para encauzar el dialogo institucional defendiendo a los más humildes.

En el camino hasta la media sanción no faltaron polémicas y criticas. Nosotros entendemos que los sectores populares estamos en una defensiva ante la voracidad de un gobierno de ricos para ricos, y debemos reconocer que las victorias en defensiva o resistencia son pequeñas, pero generan capacidad organizativa, respuestas de acumulación social y, principalmente, fortalecen la articulación popular. Al mismo tiempo, esas pequeñas victorias nos permiten defender y darles un resguardo a los compañeros que más están sufriendo producto de las políticas económicas que han destruido la capacidad de consumo, el trabajo y que han producido mucho deterioro social.

Otro aspecto importante es poder visualizar que la resistencia no puede ser testimonial, no podemos contentarnos con votar en minoría todas las leyes. Por el contrario, cuando la agenda popular viene de la calle se pueden construir mayorías.

Hay que resaltar que el Movimiento Popular se está reconfigurando, oficialismo y oposición ya no son los mismos que antes del 10 de diciembre de 2015, y debemos tener la humildad de reconocer que quienes apoyamos al gobierno anterior no somos todo el campo popular. Así quedo demostrado en las movilizaciones del 24 de Febrero, 29 de Abril, San Cayetano, la Marcha Federal y la novedosa y potente unidad de los Gremios Confederados de la CGT y los Movimientos Populares del 18 de Noviembre.

Sabemos que para torcerle el rumbo al gobierno no alcanza con leyes y movilizaciones solamente, tenemos que dotar al Movimiento Popular de un Programa Económico y Social que articule una Propuesta Política. Hoy no existe una identidad política que exprese al conjunto de los que estamos peleando y nos unifique.

Tenemos claro también que esta propuesta no se generara desde la superestructura política, por el contrario, la Emergencia Social nos enseña que las propuestas de unidad y de mayoría se logran cuando se articulan de forma masiva reclamos legítimos que aportan respuestas concretas a los problemas de los trabajadores a través de la movilización popular.

Unidos por la Justicia Social hemos dado un pequeño paso, pero la lucha sigue.