Julia Mengolini y el "periodismo militante" que nunca fue militante
Por Santiago Asorey
“El término periodista militante a mí nunca me gustó. Y me parece que torpemente muchos periodistas lo asumieron casi con orgullo", afirmó la periodista Julia Megolini en su debut en el programa Los Ángeles de la Mañana en las pantalla de Canal 13 del Grupo Clarin.
Lógicamente la frase de la ex panelista de Duro de Domar causó revuelo y críticas por lo que parecería ser un giro discursivo de la periodista que en el pasado defendió y participó de esquemas de comunicación que no permitieron matizar sobre los errores de la gestión del gobierno nacional y popular. Sin embargo, esta vez, Mengolini se permitió criticar la tradición del periodismo militante.
El problema no es focalizar en Mengolini sino en el síntoma de agotamiento de una línea comunicacional que ella expresa (agotamiento que hace muchos años esta humilde Agencia viene señalando). Eso se visibiliza cuando la periodista responde a una pregunta con la definición del periodismo militante que el liberalismo construyó y las clases dominantes instalan.
Si nuestros "referentes" comunicacionales se identifican con las concepciones del enemigo es porque entonces no entendíamos verdaderamente qué era la batalla cultural. En este caso con una comunicadora del campo popular que rechaza la tradición del periodismo militante.
Tal vez lo que se exprese en este punto es la debilidad conceptual y las limitaciones de lo que fue la línea comunicacional hegemónica del kirchnerismo. Que incluyó a programas como Duro de Domar, 6,7,8 y TVR. Lo primero que habría que decir es que ninguna de todas esas expresiones representó verdaderamente una lógica militante. El periodismo militante no es un periodismo independiente que muestra afinidad con una causa o un proceso político. Ya sea, como dice el compañero Juan Ciucci en uno de sus Relámpagos, esa alineación el resultado de una afinidad “comercial o ideológica.”
La tradición del periodismo militante es la de cuadros militantes del campo popular que entienden a la comunicación y al periodismo como su frente de masas. No somos periodistas liberales que apoyamos una causa. Somos militantes políticos que entendemos a la comunicación y al periodismo como nuestro campo de acción.
No estamos por fuera del campo popular, del destino y sufrimiento de nuestro pueblo. Por eso sabemos que la neutralidad del periodismo liberal es sólo una estrategia. Alguna vez ya señalamos que durante el proceso kirchnerista nos preocupaba la distancia que había entre las líneas comunicacionales hegemónicas de nuestro movimiento y la realidad material de nuestro pueblo. Por eso nuestra propuesta de comunicación en el texto de introducción de AGENCIA PACO URONDO parte "de una posición: somos kirchneristas y vamos a buscar aquellos lugares que son incómodos para muchos de los que se suman al kirchnerismo.”
La discusión de fondo es replantear la eficacia de aquellas empresas comunicacionales que se jactaban de hacer “periodismo militante”, sostenidos por esquemas comerciales (muchos de esos espacios dejaron de existir dejando a compañeros sin trabajo). Esos medios de comunicación solían permitir pocos espacios para la autocrítica o para la inclusión de los medios de comunicación verdaderamente populares. Esa sobreactuación no estaba vinculada a un acto de militancia. Muchos de los “referentes comunicacionales” del kirchnerismo que llenan plazas participaron de esos esquemas. Pero eso no los convierte en periodistas militantes. El periodismo militante es otra cosa. Y a diferencia de Mengolini, nosotros estamos orgullosos de ser parte de esa tradición.