La crisis terminal del macrismo y la hora del pueblo
Por Sebastián Enricci
Como consecuencia de las políticas económicas del gobierno del Cambio que gerencia el presidente Mauricio Macri, acompañado de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires Maria Eugenia Vidal y el jefe de gobierno de CABA Horacio Rodriguez Larreta, la República Argentina ha perdido su total soberanía económica y política que ya no emana de la voluntad popular sino que residen en el Directorio del Fondo Monetario Internacional.
A poco más de quince meses de finalizar sus respectivos mandatos el resultado inequívoco que atravesará la sociedad argentina será, inexorablemente, su tercer gran crisis institucional desde que retomó la senda democrática en 1983. Una vez más de la mano directa o indirecta del prestador de última instancia al igual que en 1989 y 2001.
¿"Los pueblos tienen el gobierno que se merecen" o "Los pueblos merecen el gobierno que tienen"?. Sea como sea el grito: "Que se vayan todos" toma cuerpo y se robustece en todas y cada una de las multitudinarias marchas de protesta que visibilizan la destrucción del sistema educativo, el vaciamiento de la salud pública, la constante pérdida de derechos cívicos, sociales y laborales que evidencian la dictadura financiera que se instaló en la argentina.
Es sabido que el proceso neoliberal necesita de una sociedad con miedo, despolitizada y mansa que permita la transferencia de riqueza sin la reacción de aquellos sectores saqueados y sus organizaciones.
La magnitud de la pobreza creciente, la caída del consumo, la destrucción de la industria y la ineficacia en generar riqueza sumado a las mentiras gubernamentales, la inercia del Poder Legislativo y una Corte Suprema ¿de Justicia? adicta conforman la futura lápida del gobierno desertor que preside Mauricio Macri.
Es la hora del Pueblo porque sólo de él nacen la libertad política y la igualdad económica y no de sus representantes circunstanciales, tanto oficialistas como opositores, que a esta altura parecen estar de rodillas ante el Fondo Monetario Internacional.
La actual situación de la realidad argentina podría conjurarse en la siguiente frase del científico y escritor alemán George C. Lichtenberg: “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.