La hipocresía de Menem: cuando Zulema relató que abortó
Por Yael Crivisqui
Se conoció un documento firmado por un sector minoritario del peronismo, entre los estaba el ex presidente Carlos Menem, contra la despenalización del aborto, utilizando como título y argumento: "Los peronistas decimos sí a la vida y no al aborto".
El texto tiene varios problemas. El primero es obvio: esa apelación general a “los peronistas”, cuando en realidad la mayoría de los diputados de los bloques panperonistas votarán a favor de la legalización. El justicialismo aporta el mayor número de votos positivos a la iniciativa.
En relación a Menem, su posición pública no condice con su práctica privada. Es por lo menos hipócrita su argumentación.
A fines de los 60, Zulema Yoma, quien ya tenía a Carlitos Junior de 7 meses, tomó la decisión junto con quien, por ese entonces era su pareja, Carlos Menem, de practicarse un aborto, de manera clandestina, puesto que las cosas en el interior de su matrimonio no estaban bien y ella no se sentía en condiciones de volver a maternar. Fue Menem quien le consiguió un lugar para abortar.
Así lo relató en una entrevista con Mariana Carabajal para Página 12 en 1999: “(…) Yo no puedo ser una hipócrita. En esa época yo estaba viviendo tan, tan mal... tenía que tener en cuenta también la salud de la criatura que yo tenía en mis brazos y un futuro embarazo... Y como él (por Carlos Menem) estaba de acuerdo conmigo “(…) él me apoyó. Inclusive, yo no conocía a nadie en La Rioja (que me lo pudiera hacer) y él me acompañó. No recuerdo el nombre de la señora (que lo practicó”), recordó Zulema. “Soy antiabortista, por principio y por convicción. No lo desmiento ni tampoco lo asiento”, fue la única respuesta del entonces mandatario.
Ya en la presidencia, Menem cambió su postura. No sólo evitó referirse a aquel aborto sino que durante su presidencia (1989 – 1999) se decretó el “Día del niño por nacer”. Además, en 1994, cuando la oposición trató de instalar el debate por la despenalización del aborto, dijo: “Pareciera ser que el niño por nacer, el niño concebido, no es un ser humano. Es un ser humano, por eso somos antiabortistas y procuramos que se termine con esta práctica”.
Sus dichos y sus acciones públicas, nada tuvieron que ver con su accionar personal. Menem también abortó, así como abortan cientos de varones en nuestro país, cuando no se hacen cargo de sus responsabilidades, habiendo “apoyado” o forzado a abortar a mujeres, cuando se desligan de sus obligaciones parentales estipuladas por el Código Civil, cuando se borran, con la diferencia, claro, que no mueren, como lo hacen tantas mujeres en la clandestinidad. Sin embargo, y paradójicamente, él como tantos otros varones se declaran “pro vida”.
El testimonio de Zulema generó una fuerte polémica a fines de los 90 y hoy vuelve a hacer ruido al pegar sobre la hipocresía que caracteriza a buena parte de la discusión actual: “No voy a ser cínica. Yo tuve un aborto. Me lo hice porque Carlos Menem me apoyó. El estuvo de acuerdo”, cerró Zulema.