La Nación y Clarín, tras el escenario de “Macri ya ganó”

Por Enrique de la Calle

Desde las elecciones generales, los grandes medios tratan a Mauricio Macri, de la alianza Cambiemos, como el futuro presidente argentino. El balotaje es un trámite que permitirá develar, aseguran las grandes firmas, cuál es la diferencia entre el candidato de la derecha y Daniel Scioli, del Frente para la Victoria.

“La diferencia, principal incógnita”, tituló su columna la pluma más relevante de La Nación, Carlos Pagni. “Los encuestadores coinciden en que el próximo presidente será Macri. Ni en el entorno de Scioli se discute el resultado”, describió sin publicar relevamientos ni citar fuentes.

Con ese escenario instalado: ¿qué puede pasar si el vencedor del domingo es Scioli? No es difícil augurar que se hablará de fraude y se buscará judicializar el escrutinio. El caso de Tucumán, como prueba piloto. El antikirchnerismo militante será convocado a las calles, a defender la ofendida democracia. Cuanto peor, mejor.

Pero hay más. Pagni aprovechó su texto para, de paso, presionar sobre futuros cambios, palabra de moda en la alianza que conduce Macri. “De esa variable (de la diferencia de votos) depende la legitimidad de que disponga para realizar su programa de reformas. Sobre todo las más delicadas: una devaluación de la moneda cuyos efectos inflacionarios van a obligar a un pacto salarial”.

Como si fuera poco, La Nación le pide a Macri que mire a la región: “El anticipo de que pedirá la suspensión de Venezuela del Mercosur fue algo más que un gesto diplomático de Macri. También es el motivo de que desde Brasil y Ecuador envíen asesores para Scioli. No es sólo para ayudar al marketing. Visto desde Washington, Madrid o Brasilia, el ballottage del domingo es una disputa de alcance regional”.