“La transición, la transición, se va a la p… que lo parió”
Por José Cornejo (*) | Foto: Daniela Amdan
Mauricio Macri, exaltado con los resultados de las PASO y la precocidad que suele caracterizarlo, anunció que “vienen dos años difíciles y que JxC va a ayudar a que la transición sea lo más ordenada posible”. Todo potenciando por Clarín, que publicó el titular en plena veda. Faltaba el partido de vuelta.
Por su parte, el Frente de Todos inició un durísimo y público proceso de autocrítica. Renuncias, la carta de CFK, llegada de jefes territoriales al gobierno pero sobre todo un giro hacia la situación social de sus votantes. En esto hay que destacar el control de precios y el endurecimiento del discurso contra el FMI, que tuvo su punto más alto en el acto de Morón de hace dos semanas.
Al final, en la “madre de todas las batallas”, es decir la provincia de Buenos Aires, hubo una poderosa remontada y terminó casi en un empate. Clarín festejó la victoria nacional de Juntos, subrayando que a nivel nacional fueron 8 puntos para ellos. Pero, para el lector o lectora avezada, tuvo que esconder al ideólogo de la transición, como lo muestra su foto de tapa. El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, y el periodista Werner Pertot, entre otros, ironizaron en sus redes sociales sobre la situación.
De parte del Frente de Todos, hubo festejos en el búnker y el presidente, que había grabado un mensaje desde Olivos, se apersonó hasta Chacarita. La razón de la felicidad del Frente de Todos no es difícil de visualizar: se territorializó la gestión y se rumbeó para el lado correcto, es decir, controlar las alevosas ganancias de un sector del empresariado que aprovechó la pandemia para esquilmar más a los argentinos y a las argentinas.
Así se cantó “Máximo (y luego Axel) corazón, acá te saludan los soldados de Perón”. Y también “La transición, la transición, se va a la p… que lo parió”. Se cantó la marchita, con su ya tradicional remate: “resistimos en los 90, volvimos en 2003, junto a Néstor y Cristina, la gloriosa Jotapé”. El kirchnerismo perdió todas las elecciones intermedias desde su última victoria en 2005, y eso no le impidió coronar las presidencias de 2007, 2011 y 2019. Hubo empanadas, rock y cumbia hasta las 4 de la matina.
La tregua entre Macri y Clarín en torno a una transición del oficialismo hacia la oposición murió al nacer. Por eso se queja lastimeramente Ernesto Tenembaum en este artículo. Nota al pie: Ernesto, comparar legislativas con presidenciales es comparar peras con manzanas. No hagas trampas, pilluelo.
Como escribía el viernes pasado en este artículo: qué le dice el Frente de Todos a la muerte: not today.
(*) Director de la Agencia Paco Urondo. Docente de la Facultad de Periodismo, UNLP.